47. Las pañoletas

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Stella

El juego había sido un completo éxito, y en verdad me alegro que haya sido así. Eliza estaba muy nerviosa hoy en la mañana, y espero que ese nervio no haya interrumpido en sus actividades escolares.

Las chicas le estaban respondiendo unas preguntas a los de periodismo, y mientras hacían eso, algunas se estaban tomando fotos con el trofeo, no perdí oportunidad y le tome un par de fotos a Eliza con el trofeo sin que se diera cuenta, también le saque un par de fotos con sus padres ―cuando ellos me pidieron el favor―, y un par de fotos con sus amigas.

―¿Gustan acompañarnos? ―la madre de Eliza miro a mis padres

―Mi esposa hizo el platillo favorito de Eliza para ambos casos ―comento el padre de Eliza soltando una pequeña risa

Miré a mis padres, ambos estaban contentos con el gran juego que Eliza dio, y por lo que pude ver, a ambos le agradaron los padres de Eliza cuando los conocieron.

―Ya que ustedes irán amablemente a nuestra cena más tarde

―Será un honor para nosotros acompañarlos ahora ―completo mi madre

Miré hacia la cancha para seguir viendo a Eliza, al parecer todas habían terminado de las entrevistas y de tomarse fotos, porque vi a Damián caminar a la escuela con el trofeo en su mano.

―Eliza siempre ha demostrado amor por el fútbol ―mire al señor Jones, al escuchar aquello―, desde que tenía siete y mi padre le regalo un balón que encontró en el patio porque no le dio tiempo de comprar un regalo ―ellos rieron

―Tiene potencial ―sentí la mano de mi padre en mi hombro―, mi hija siempre me decía que Eliza es una gran jugadora, y como siempre digo, hasta no ver no creer ―soltó una risa―. En verdad tiene mucho potencial, y algo me dice que llegara lejos

―Sí, nosotros sabemos que tiene potencial, por eso nunca la hemos limitado cuando los entrenamientos terminan muy tarde

Mi mirada regreso a la cancha para ver si Eliza venía pronto, pero lo que vi no me gusto en lo absoluto, varias chicas, varias, estaba junto a Eliza para sacarse una foto con ella, todas respetaban la distancia, pero la chica con la que la vi platicando en el pasillo se tomo la libertad de abrazarla para la foto, tanto que Eliza la tomo de la cintura.

¿Me estas jodiendo?

Y como si mi mente quisiera que no olvidara porque estaba molesta, me regreso justo a lo que vi antes del partido.

Iba a buscar a Eliza, sé que desde la mañana esta nerviosa por el partido, y como comenzara en un par de minutos, no me imagino como estarán sus nervios ahora.

Guarde mi teléfono después de que le envié un mensaje a Damián que trajera el maletín de las medallas porque ―por la prisa de salir, para ver a Eliza―, lo olvide.

Me detuve antes de salir del pasillo al ver a Eliza hablar con una chica de cabello castaño claro.

Esa chica se me hacía familiar.

No tengo idea de que hablaban, porque estaba lejos para poder escuchar, pero esa chica trataba de tranquilizar a Eliza por lo que sea que ella le esté contando. La chica movió un poco su cara y por el perfil pude ver de quien se trataba, Zoe Pegram, estudiante de periodismo de sexto semestre.

¿Qué hablaba Eliza con ella?

Ese malestar del día que vi a Eliza charlar con su ex, volvió a invadirme, el estómago se me revolvió, y un malestar se instaló en mi pecho. Mi enojo se aumentó al verlas reír.

Una última partidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora