59. Fotografías

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Eliza

Pasar tiempo con la familia de mi novia era agradable, desde que nos conocemos, sus padres siempre me han hecho sentir en casa, por eso nunca tuve dilema en salir con ellos, sabía que me harían sentir cómoda, debo admitir que estaba nerviosa cuando me dijo que pasaríamos las vacaciones en casa de sus abuelos, mi mayor miedo era que no les agradara o algo por el estilo ―dejando de lado el roce que tuve con su abuelo―, y afortunadamente ese no fue el caso, ambos me hacían sentir cómoda, tanto que me hacían extrañar a mis propios abuelos.

Vamos a charlar un poco ¿te parece? ―llegamos a la sala, y me senté enfrente de ella

Trate de parecer como si le hubiera entendido, pero seamos honestas, se me notaba a lo lejos que no le había entendido ni una sola palabra. Ella reacciono al ver mi cara, soltó una risa.

―Discúlpame Eliza, soy una mujer mayor y a veces olvido algunas cosas

Había bajado por algo de tomar a la cocina, pero me encontré a la señora Bonnet y me invito a tomar té con ella, debo admitir que jamás había probado algún té, y en el minuto que lo probé, no fui fan de él, pero no era del todo desagradable.

Háblame de ti, querida ―dejo la taza de té de lado antes de tomar unos hilos―, en toda la semana que llevas aquí el único dato que se es que eres novia de mi nieta ―sonreí cuando soltó una pequeña risa

―No tengo mucho que contar, no soy una persona interesante

―Eres interesante, por algo mi nieta se enamoro de ti ―sentí mis mejillas arder ante la mirada cálida que me dio― ¿Te sientes bien en la carrera que llevas?

―Es...interesante

―¿Qué tan interesante?

―Tan interesante que ya sé que es importante leer las etiquetas de los productos, ya que muchos alimentos procesados tienen azúcares ocultas, como yogures bajos en grasa, cereales y algunas salsas

―Oh, eso si es interesante ―asentí mientras daba un sorbo a mi taza de té― ¿Qué haces en los tiempos libres, aparte de estar con mi nieta? ―solté una risa por debajo, al escucharla reír

―Estoy en el equipo de fútbol de mi escuela, soy medio campista

―¿Hobby?

―Podría decirse

―¿Es algo que ves a futuro?

―Ah..., no me lo he planteado

―¿No has fantaseado en convertirte en una jugadora profesional? ―reí junto con ella

―A veces, pero siendo sincera no creo llegar a ese nivel

―¿No crees tener la capacidad?

―Se necesita mucha disciplina para jugar en las grandes ligar, y es muy difícil entrar, no es como que la oportunidad me caiga del cielo

―En eso tienes toda la razón

―Además, si es que la oportunidad se me presenta, no creo aprovecharla

―¿Por miedo a intentarlo? ―negué

―La vida de los deportistas es muy exigente, pasan mucho tiempo fuera de casa, no soportaría dejar a su nieta por meses, no ahora que la vida nos volvió a juntar

―Si la vida te presenta esa oportunidad, quiere decir que es tu destino, y deberías saber si lo quieres o no ―dejo de tejer para mirarme―, creo que mi nieta entendería, más si tu lo deseas

Una última partidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora