45. Pendientes

7.1K 525 130
                                    

Stella

Mientras esperaba a que Eliza saliera de su casa estaba revisando unos pendientes en la computadora.

Con la situación de aquel sujeto hacia Christine, algunos oficiales estuvieron entrevistando a la mayoría de las chicas el viernes, en ese tema no nos metimos nosotros, mi abuelo era el que iba encargarse de ello, pero lo único que si me tenía con el pendiente eran los dormitorios.

Damián y yo nos pusimos a revisar todas las cámaras de seguridad el día de ayer, y no encontramos nada, cosa que para mí era extraño, pero Damián decía que tal vez jamás paso el límite de ir hacia las chicas del dormitorio y, ojalá así sea.

Y, por estar con eso, nos atrasamos en nuestros pendientes escolares.

―Buenos días ―dejo un beso en mi mejilla

―Buenos días

―¿Tan temprano y ya trabajando?

Guardé algunos documentos y suspendí la computadora, para mirar mejor a Eliza.

―Lo siento, estaba adelantando trabajo

―Descuida ―se acomodó mejor en el respaldo de la silla―, gracias por pasar por mi

―No es nada, puedes ir acostumbrándote

―¿No te molestara pasar por mi todos los días?

―¿Por qué me molestaría? ―enarque una ceja

―Solo suposiciones mías

―No, es más, vete a costumbrando a que pasare por ti todos los días ―soltó una risa mientras yo sonreía

―Genial, así no tendré que rogarles a las chicas para que lo hagan ―negó―, mi mejor amiga se enamora y me olvida

―Sí, en eso estamos iguales ―fruncí el ceño al ver que me miraba con curiosidad― ¿Qué?

―¿Por qué Emilia siempre te ha caído mal?

―No es que no me caiga bien, simplemente nunca la trate ―me encogí de hombros―, y sabes que siempre ando mirando mal a todo mundo ―asintió dándome la razón

―Creí que te caía mal porque es mi mejor amiga

―No, hubiera sido así, si te hubiera odiado, pero nunca te odié ―negué―, las discusiones solo eran porque no se podía razonar contigo ―soltó una risa

―¿Qué querías que hiciera? ¿Besarte frente a toda la escuela? ―negó― Mejor no hablemos más de ello

―Tienes razón, debemos dejar de hablar de aquello —sonreí recordando algo―. Mejor hablemos de cómo fueron portadas del periódico

―Ay, no ―reprimí una risa al ver su cara― ¿Viste esa estúpida foto?

―Siempre vemos el periódico, tenemos que ver que todo esté en orden con cada facultad ―solté una risa al verla enarcar una ceja―, de acuerdo, leemos el periódico por los chismes

―Empiezo a creer que toda la escuela lo hace por eso ―asentí riendo― ¿No habrá una manera de pedir que la cambien?

―Lo siento cariño, pero ese periódico era de ayer, siempre hay uno nuevo cada semana... aunque, ahora que lo pienso mejor...―deje de hablar al ver que me miraba con una pequeña sonrisa― ¿Qué?

―¿Acabas de llamarme "cariño"?

Mis cejas se alzaron ligeramente y sentí mis mejillas arder.

¿Cómo porque dije eso?

Una última partidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora