Esther
Domingo por la mañana y estoy con los pequeños de la iglesia, en este momento les estoy enseñando una canción, quiero que se la aprendan para dar un tipo recital, por el aniversario de nuestra congregación.
Están muy emocionados porque sus padres los verán cantar y aparte porque les prometí comprarles pizza después del recital, tan solo faltan dos semanas y ellos ya se han aprendido toda la canción.
Terminando la clase, salen emocionados para platicarles a sus padres que ya se aprendieron la canción, yo los observo con júbilo, mientras acomodo todos los utensilios en su lugar.
Minutos después, me estoy reuniendo con todos los miembros de la congregación, a lo lejos veo como Sofía va corriendo para reunirse con sus padres.
No busco a Emma junto a ellos, porque me aviso que no vendría, quedo completamente agotada después de ir a correr, necesitaba dormir unas horas, para más tarde ir a casa de sus padres.
Me siento en la mesa donde están mis padres y comenzamos a comer, después de la oración para bendecir los alimentos, donde escucho las pequeñas conversaciones que hay a mi alrededor, pero al no ser de mi interés no les prestó atención.
-Esther -me hablan y me giro a la persona. -¿Cuándo regresa tu novio? -me remuevo incomoda en mi lugar.
-No tengo idea, no he hablado con él -contesto sin ánimos.
-Esperemos que regrese pronto -me dice decepcionada.
-No creo que sea así, debe servir en una comunidad y se que serian varios meses, en los que igual no tendría comunicación por ser un lugar muy alejado -le explico un poco e internamente deseando que nunca regrese.
-Lastima, ya hace falta su presencia -suspira.
No le contesto más y doy por terminada esa platica, que me incomodó demasiado, no quiero que él regrese, simplemente no estoy preparada y menos cuando todo mi ser grita por Emma.
-Esther, hija -me habla la señora Rojas con dulzura.
-Hola, ¿cómo está? -se acerca para saludarme dándome un beso en la mejilla.
-Bien, hija, ¿y tú? -me responde alejándose unos pasos.
-Igual bien, gracias -sonrío.
-¿Qué harás este jueves? -alza su ceja derecha, ese gesto me hace recordar a Emma, ya miré a quien salió.
-Ir a trabajar -levanto mis hombros.
-¿A qué hora sales? -sigue con su pequeño interrogatorio, pero no me incómoda.
-A las 6 -contesto rápido.
-¿Qué harás después de salir? -frunzo mi entrecejo porque se me hace rara esta pregunta.
-Nada, ¿por? -solo niego con mi cabeza ligeramente.
-Me gustaría que vinieras a mi casa -esta petición se me hace extraña.
-¿Eh? -necesito que me repita, no quiero que sea un malentendido.
-Es el cumpleaños de Emma y le haré una pequeña comida, solo vendrá Noa y bueno tú, si es que aceptas -mi corazón se acelera.
<<No puede ser, hemos olvidado una fecha importante>>.
-¿Cumpleaños Emma? -me siento mal por olvidar su cumpleaños.
-Sí, ¿no sabías? -abre sus ojos con sorpresa.
-No lo recordaba -susurro ya que siento vergüenza.
-Bueno, ya lo sabes, entonces ¿Qué dices?, ¿iras? -solo me sonríe y acaricia mi brazo izquierdo reconfortándome.
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Prohibido amarnos
RomanceTodo el caos en la vida de Esther, comenzó un domingo cualquiera, cuando iba de compras a una plaza comercial de la ciudad de Puebla. A partir de ese día su vida haría catarsis por ese encuentro tan casual. Nunca se imaginó que comenzaría a cuestion...