21 "Cita"

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Emma

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Emma

Después de analizar todos los posibles lugares a donde puedo llevar a Esther, simplemente decidí que sea algo casual, nada formal, solo ir a caminar por el centro de la ciudad y que las cosas se den orgánicas, sin planear.

Me prometo que organizaré algo con más detalles para nuestra próxima cita, una donde quiero que ella luzca más hermosa de lo que es, una cena romántica y darle algún detalle que ella recuerde siempre.

Tomo mi celular y comienzo a teclear, en lo que espero que la cafetera termine su proceso y mi café esté listo.

Corderito, ¿te parece que nos veamos a las 5 de la tarde?

Primero pregunto su disponibilidad, no vaya a ser que yo de algo por sentado y ella no pueda, así puedo ver si mi plan sigue en pie o lo cambio, no tarda y llega su respuesta.

Sí lobito, a esa hora estoy disponible.

Sonrío como tonta a ese mensaje, pero me concentro para escribirle lo que realmente iba a hacer desde el principio.

A esa hora voy por ti, solo usa algo cómodo, vamos a caminar mucho, solo si tu deseas hacerlo, si no te agrada ese plan, dime y lo cambio.

Nunca había dudado en hacer algo con alguien que me gustara, simplemente hacía el plan y ya, pero con Esther, quiero tener en cuenta sus deseos.

Me agrada la idea, solo dime, ¿qué tan cómoda debo ir?, para buscar lo que me pondré.

Exhalo todo el aire que tenía retenido al estar esperando su respuesta.

Yo diría que te pongas tenis y si quieres, pantalón.

Su respuesta no tarda en llegar y me alegro cuando lo veo.

Nos vemos más tarde, lobito.

Solo le contesto casi lo mismo, dejo mi celular después de escribirle y me sirvo mi café, me lo tomo con calma en la barra de la cocina.

...


Estoy terminando de arreglarme, solo miro mi maquillaje antes de colocarme la playera, me coloco un poco de rubor y me agrada lo que miro en el espejo. Me coloco perfume y todos mis anillos.

Voy a la cama para agarrar mi playera y ponérmela, solo me vuelvo a ver en el espejo para acomodar mi cabello, que no me haya despeinado, unos cuantos rulos rebeldes caen en mi rostro, los peino con mis dedos y tan solo me coloco el labial.

Agarro mis pertenencias y salgo de mi departamento. Al llegar a mi moto me hago una media coleta y me coloco el casco. Me aseguro bien la mochila, subo a la moto y la enciendo, comienzo a manejar para ir a casa de Esther.

Observo mi camino con atención y voy escuchando música de fondo, hasta llegar a la casa de mi corderito, estaciono bien la moto porque no la ocupare, me bajo y camino a la entrada, al estar frente a la puerta me paralizo.

Prohibido amarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora