Esther
Los días han pasado, cada día me pregunto por Emma, después de aquella reunión, no he tenido noticias de ella y me doy por vencida. Odio no haberle pedido su número de teléfono o alguna forma de buscarla. Buscarla a la casa de sus padres, no es una opción, sería un poco sospechoso, no se me ocurre alguna excusa para ir y preguntar por ella. Aparte no tengo idea de donde viven, porque la casa de su infancia sé que la vendieron.
Ya es viernes, mi último día de trabajo de la semana, como siempre llego temprano y hago mi rutina, guardar mis pertenecías, encender mi computadora, revisar los correos y mi planeador, ya que hice todo esto, agarro mi taza para servirme café.
-Hola -siento un beso en mejilla, es Noa, solo ella se toma ese atrevimiento.
-Buenos días, Noa -la observo y trae una enorme sonrisa. -¿A qué se debe tu felicidad?
-Resulta que mi mejor amiga, me hizo un pastel de chocolate y como sé que te encanta, te he traído una rebanada -me extiende un traste que contiene el pastel.
-Gracias, ahora lo pruebo, primero me hare mi taza de café -le digo dejando mi pastel en el escritorio. -Tengo días con ese antojo -le digo levantándome de la silla.
-Esther, me hubieras dicho, no vaya a ser que mi sobrino salga con cara de pastel, aunque su padre me cae muy mal -me hace una mueca y me causa gracia.
-Muy divertida -le reviro los ojos y camino a la cafetera.
-En serio, sigo sin entender, ¿cómo lo soportas?, peor aún, ¿cómo no te has dado cuenta qué es un nefasto?
-Ya te lo he dicho, es mi novio y respeta mi decisión.
-Lástima, porque el tipo para nada es detallista o algo para lograr defenderlo, en serio mujer, deberías levantar tus expectativas -sacude su cabeza, haciendo que su cabello corto negro, se estampe en su rostro.
-Ya deja eso y mejor voy a probar el pastel que hizo tu amiga -le digo sentándome en mi escritorio.
-Te va a encantar -sus ojos negros me miran expectantes.
Abro el recipiente, encontrándome con un delicioso pastel de chocolate, en el interior del traste hay un tenedor, con el cual agarro un pedazo de pastel, llevándolo a mi boca y al degustarlo, una explosión de sabores estalla en mi paladar, tiene ese sabor amargo del chocolate con un ligero sabor dulce, el pan se siente esponjoso y es como si se desasiera en el paladar, es el pastel más delicioso que he probado en mi vida, un sonido de satisfacción sale de mi boca.
-Es el pastel más delicioso que he probado en mi vida -le digo saboreando los restos de pastel en el tenedor.
-Sabía que te iba a gustar -me sonrío muy feliz.
-¿Hace postres para vender? -le pregunté al tomar un sorbo de mi café.
-Le voy a preguntar y ya te digo, hace una semana llegó de Francia, apenas está acomodándose en su apartamento -me comenta al estar escribiendo en su celular -¿Qué tipo de postre quieres? -alza su cabeza apartando su mirada del celular, dirigiéndola a mí.
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Prohibido amarnos
RomanceTodo el caos en la vida de Esther, comenzó un domingo cualquiera, cuando iba de compras a una plaza comercial de la ciudad de Puebla. A partir de ese día su vida haría catarsis por ese encuentro tan casual. Nunca se imaginó que comenzaría a cuestion...