Esther
Recordar con Emma a mi abuelita ha sido demasiado grato, y más esos días que ella se quedaba con mi abuelita, porque sus padres tenían una emergencia o algo que los hacía tener que dejarla a cargo de ella.
Siempre me gustaba estar con mi abuelita, pero disfrutaba más cuando Emma estaría con ella, esos días yo iba más feliz a su casa, solo porque sabía que ella estaría ahí.
Tal parece que siempre ha sido un imán para mí, aun sin saber lo mucho que me gustaría en el futuro, ya desde esa edad, algo en mi interior me hacía estar a su lado, nunca me dio pesar tener que compartir a mi abuelita con ella, yo quería que también la disfrutara conmigo.
Igual saber que mi abuelita fue inspiración en la carrera que escogería Emma, me hace sentir un orgullo enorme. Ambas hubieran sido muy felices en compartir todas las recetas nuevas que Emma aprendió en el extranjero y compartiendo técnicas culinarias.
Sentía nostalgia cuando mi abuelita hacia los postres favoritos de Emma, creo que siempre tuvo la esperanza de volver a verla, eso es lo único que me hace sentir mal, que ellas no hayan podido compartir su compañía.
Decía que hacía los postres de su pequeña ricitos, para no olvidar como hacerlos el día que Emma llegara a visitarla y sorprenderla con todo lo que le gustaba, para que ambas estuviéramos junto a ella.
Lo malo es que mi viejita, no logró volver a verla, durante la pandemia se fue, dejando un gran vacío en mi corazón, uno que no he logrado llenar, porque mi madre no es para nada como mi abuelita, la mamá de mi padre, nunca la conocí, ella partió antes de que yo naciera. Y bueno las cosas no siempre son maravillosas, toca vivir con esas pérdidas en nuestras vidas.
Me hace falta sus consejos, más ahora con todo lo que esta iniciando con Emma, creo que ella sabría darme esas palabras sabías, sin juzgar, solo viendo el fondo del alma de las personas.
...
Hoy ha sido uno de los días más estresantes en el trabajo, teniendo que hacer varios informes, revisiones, estoy tan concentrada en el papeleo, que me sobresalto cuando alguien me habla y veo que colocan un ramo de flores de tonos rosas y lilas frente a mí.
Miro sorprendida al chico que las trae, frunciendo mi entrecejo por la confusión que me invade, al ver que no emito palabra alguna, el joven me dice que me las envían, pregunta mi nombre leyendo de su celular, asiento y antes de que yo logre preguntarle cualquier cosa, él se marcha, dejándome con las miradas curiosas de mis compañeros, odio ser el centro de atención.
<Son muy chismosos en esta oficina.>>
Busco alguna nota entre el ramo para saber quién las envía, encontrándola oculta entre las flores, la agarró detallando ese pedazo de papel con bordes dorados y fondo blanco, con una letra cursiva muy bonita, memorizo cada línea de cada letra.
Corderito, no puedo dejar de pensar en ti y en el sabor de tus besos, que estoy dispuesta ir hasta las puertas del inframundo solo por tener tus dulces labios entre los míos.
Cada día deseo tanto llenarte de detalles, de esos que siempre te hagan suspirar por mí y me tengas presente en tu día.
En este momento me gustaría saber realmente cuáles son tus flores favoritas, pero si recuerdo tu color favorito, por eso escogí estas flores que me recuerdan a ti, mi dulce Esther.
Con cariño, E.
Suspiro llena de amor por este detalle, que para algunos será algo muy sencillo, pero para mí, expresa mucho, mi corazón late frenéticamente y es que solo imaginar a Emma diciéndome esas palabras de frente, hace mis mejillas sonrojarse y sentir un zoológico en mi estomago.
ESTÁS LEYENDO
Prohibido amarnos
RomanceTodo el caos en la vida de Esther, comenzó un domingo cualquiera, cuando iba de compras a una plaza comercial de la ciudad de Puebla. A partir de ese día su vida haría catarsis por ese encuentro tan casual. Nunca se imaginó que comenzaría a cuestion...