Esther
Esta semana a lado de Emma ha sido de lo mejor que me ha sucedido en la vida, he compartido tanto al lado del amor de mi vida, la he conocido más, he amanecido a su lado, abrazada y completamente desnuda.
Hemos hecho el amor hasta el cansancio y ni de esa manera me canso de estar con ella, es que cada que lo hacemos despierta en mí una sensación diferente, mi piel vibra ante tu contacto, sus besos y su pasión, me enciende de maneras que nunca imaginé posible.
Su cuerpo junto al mío, nuestras respiraciones entremezcladas, pero más sus dedos explorando mi cuerpo y sus labios besando cada centímetro, es uno de los miles de maneras que me demuestra su amor, se apodera más de todo mi ser, mi corazón vibra al escuchar sus palabras dulces y sobre todo escucharla decirme te amo, nunca me cansaré.
Se que por ella soy capaz de hacer muchas cosas e incluso sacrificarme por su bienestar, porque nunca quiero que pierda esa esencia que tiene, la niña dulce y rebelde de la que me enamoré.
Hoy al despertar y sentir la manera que me acariciaba, verme y hacerme el amor, me hizo desear darle una cita, una donde yo fuera quien organizara todo, sorprenderla, tanto como ella lo hace conmigo.
Por supuesto que le atiné, Emma nunca había asistido a un lugar así, por lo que, para ambas, fue nuestra primera experiencia juntas, no cabía de emoción, toda la noche me ha mirado como la obra de arte más hermosa del mundo. Me ha hecho sentir más que amada, admirada y eso no cualquiera lo ha logrado en mi vida.
Mi abuelita siempre me decía quédate con quien te mire como la joya más preciada en este planeta, porque esa persona te va a amar siempre.
<<” Aquí hemos encontrado un diamante”.>>
Estoy segura de que en Emma he encontrado a esa persona, y con esa manera de verme, me roba miles de suspiros, mi corazón palpita desbocado, y siento como si mi alma fuera acariciada sin ser tocada.
Siempre he sido criticada en mi vestimenta, peso, que si aumenté kilos, que si estoy más gorda, que si lo que visto se me ve mal, que la ropa ceñida me hace lucir como una mujer cualquiera, con eso un sin fin de comentarios negativos hacia mi cuerpo.
Emma, siempre se ha encargado de todo lo contrario, donde tengo inseguridad, ella solo me hace cambiar de idea y me va empoderando, así como dando la seguridad que nunca he tenido, hoy al verme en este vestido pegado, solo se dedicó a verme maravillada, extasiada y con eso, me siento la mujer más bella del planeta.
Cuando me tomó de las manos, me dijo con sus ojos brillosos lo hermosa que soy, por supuesto que le creo, creo en cada una de sus palabras, promesas y en toda la seguridad que me hace sentir.
Así como en este momento que estamos en el bar, me tiene pegada a su cuerpo, abrazándome por la espalda baja con una mano, mientras bailamos, mi cuerpo está en sincronía con el de ella, mis manos están en sus hombros.
Se mueve de una manera sutil, al ritmo de la música, que me hace disfrutar bailar pegada a su cuerpo, más cuando pega su frente a la mía, deja besos en mis labios y yo quiero más, mucho más.
—¿Te sientes cómoda? —susurra en mi oído, por la música alta, es la única manera que podemos hablar.
—Sí, mi amor, a tu lado me siento muy cómoda —le dejo un beso en su mejilla.
Me aprieta más a su cuerpo y yo enredo mis brazos a su cuello, busco sus labios, besándonos sin importarnos las personas alrededor, es como si solo existiéramos las dos en este instante y no hubiera nadie más.
—Te amo, mi bello corderito —me dice al oído y me abrazo más a ella.
Seguimos bailando, me sorprendo de que llevo su ritmo, me emboba el movimiento de sus caderas, su sonrisa coqueta, cuando me hace ponerme de espalda pegada a su pecho, su respiración en mi cuello, su mano en la cintura y la manera que se mueve, electrifica toda mi piel.
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Prohibido amarnos
RomanceTodo el caos en la vida de Esther, comenzó un domingo cualquiera, cuando iba de compras a una plaza comercial de la ciudad de Puebla. A partir de ese día su vida haría catarsis por ese encuentro tan casual. Nunca se imaginó que comenzaría a cuestion...