Burning Ice |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

Treinta y uno

                   Hyorin ⛸

—Este lugar es muy grande —opino luego de que Jungkook me haya enseñado una gran parte del orfanato.

—Lo es —asiente—. Recuerdo que... cuando comencé a vivir aquí al inicio me perdía con frecuencia.

—¿En serio? —lo miro preocupada.

—Pero siempre me encontraban así que no me perdía por mucho tiempo.

Tomamos asiento en uno de los bancos que habían donde nos encontrábamos bajo la cómoda sombra de un árbol y la suave brisa que sopla en ese instante es tranquilizante.

—¿Cómo fue vivir aquí? —decido preguntarle—. ¿Cuándo fue que el señor Keonho te adoptó?

—Estuve viviendo aquí hasta los 15 años —contestó—. Al principio fue muy difícil, no lo voy a negar. Durante mucho tiempo viví con esa esperanza de que mi madre regresara, pero a medida que los días iban pasando y que eso no llegaba, fui desistiendo y me obligué a olvidarlo. Creo que lo que mejor me hizo aceptar vivir con Keonho fue que estaría con chicos que ya conocía y a los cuales desde el inicio ya tenía como hermanos.

—Él se ve como un buen padre para ustedes.

—Es un buen padre —afirma—. O al menos nos ha dado todo desde que nos adoptó. Y para niños como nosotros, que no teníamos a nadie ni nada en ese entonces fue suficiente.

Lo miro, y aunque una pequeña parte de mí sepa que él tiene su familia y es feliz por ese lado, la otra no puede evitar sentirse triste por el transfondo de la otra historia.

—Jungkook yo... de verdad lo siento. Absolutamente por todo.

Continúo antes que diga algo.

—Me hubiera gustado haber sabido que eras tú desde el primer momento.  —Continúo—. Me hubiese gustado estar cerca de ti durante todo este tiempo.

Él continúa mirándome y yo prosigo, añadiendo algo más:

—No puedo cambiar eso. Es imposible que regrese al pasado para volver a encontrarme contigo en esa pista de hielo, saber tu nombre, reconocerte y llegar hasta la universidad juntos —hago una breve pausa mientras ambos nos miramos fijamente—, y ya que no puedo hacer eso, pero al menos volvimos a encontrarnos a pesar de todo, me gustaría estar cerca de ti a partir de ahora. ¿Puedo, verdad?

Él continúa mirándome y siento mi corazón latir con fuerza mientras nos miramos y espero una respuesta de su parte. Y parece a punto de darla, pero el momento es interrumpido.

—Hyorin unnie —ambos cortamos ese contacto visual y miramos a Hanni que estaba cerca y frente de nosotros mirándonos con cierta sospecha; se dirige a mí—. ¿Me puedes ayudar a armar la casa de muñecas que trajo Yujin unnie?

Antes que respondiera me toma de la mano haciendo que me levantara y tirando de mi alejándome de Jungkook.

Hanni me hizo regresar al lugar donde había estado hace unos cuantos minutos y me hizo también tomar asiento allí frente a la casa de muñecas para que la ayudara a armarla. Jungkook llega a los segundos casi después de nosotras y va hacia donde está Rookie, Minwoo, Taehyung y Jimin quienes juegan de forma divertida con algunos niños. Ambos nos miramos con anhelo (o así lo siento yo), mientras estamos lejos y queremos volver a estar solos. Pero eso al menos hoy parecía imposible.

—¿Por qué te gusta Jungkook oppa? —la pregunta repentina de Hanni me hace reaccionar y, al mismo tiempo me deja sin palabras. La observo en silencio durante unos segundos.

—¿Qué?

—¿Desde cuando lo conoces? ¿Y por qué te gusta? —vuelve a preguntar y pestañeo consecutivamente interiorizando aquellas preguntas soltadas tan repentinamente.