Veintisiete

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                       Jungkook🥊

Antes pensaba que, no había ninguna necesidad de que me recordara. Hubo un momento en el que no me interesaba que lo hiciera porque para mí recordarla a ella era suficiente. Saber lo importante que fue para mí y mirarla desde lejos se convirtió en algo que simplemente acepté y con lo que estuve de acuerdo por mucho tiempo. Pero de repente no quise eso más. Quería que supiera quién era, quería que supiera lo importante que fue para mí en ese entonces. Y aunque no estaba seguro de si realmente me recordaría o me habría tenido como alguién importante para recordar, con intentarlo no perdía nada.

Haberle confesado varias cosas que posiblemente harían que recordara aquello me habían puesto nervioso y ansioso. No tenía certeza de que ella tuviera en su cabeza el recuerdo de un niño abandonado en una pista de patinaje, pero aún así quise intentarlo. Y esperaba profundamente que me recordara, en serio lo deseaba de verdad.

Cuando salgo de la universidad me pongo un cubrebocas, extiendo mi mano y un taxi no tarda en detenerse frente a mí; una vez adentro le digo la dirección.

En las horas anteriores no había dejado de pensar en lo que ocurrió la noche pasada con aquel hombre y sobre todo el hecho de que eso debía estar viculado con el tal Chang Dayoo. Y sé que si Keonho se entera de esto querrá enterrarme vivo, pero quería saber exactamente de que trataba todo esto. Prometía que una vez que lo supiera iba a decírselo. Pero antes necesitaba saberlo yo. Por alguna razón aquello de que él me quería como boxeador no parecía la única razón por la que me perseguía.

Además, había algo que no encajaba. ¿Cómo sabía qué yo era Ian? Usé máscara en el ring.

—Lo siento pero no me gusta andar por esos lugares —habla el taxista una vez que se detiene y alzo mis cejas mirándolo—. La dirección a la que te refieres está por ahí. Solo te acerqué.

—¿Hay algún problema? —pregunto.

—Es peligroso. Ten cuidado.

Me le quedo viendo pero solo asiento y pago antes de bajar. Miro como el auto desaparece de mi vista y miro a mi alrededor notando que casi nadie pasa y que la higiene tampoco es muy buena que digamos. Adentro mis manos en el bolsillo delantero de mi suéter y sigo la indicación que el taxista me había dado.

Una vez que lo hago, llego a un callejón que sería denominado por otras personas como "suburbios". Lleno de tiendas tradicionales y tenía justo ese toque occidental chino. Miro detenidamente las personas y cada uno parece estar en su mundo. Comienzo a caminar mirando a mi alrededor con curiosidad; un hombre que dirigía un puesto de carne hace contacto visual conmigo y deja caer el cuchillo con fuerza sobre la carne mientras me mira con cara de pocos amigos.

Desvío la mirada y todos parecen darse cuenta de que no soy del lugar por lo que varias personas salen de sus locales para mirarme. Algunos están sentados sobre la cera mientras fuman y beben siguiéndome con la mirada.

Me detengo frente a lo que es un bar y decido preguntar allí. Nadie en ese momento parece tenerme presente y me dirijo a la barra.

—¿Que desea beber?

—Busco a Chang Dayoo.

No creo que haya hablado tan alto, pero el nombre parece poner un tipo de stop en todos los que estaban allí e inclusive en el hombre que me había preguntado que bebería.

—¿Por qué lo buscas? —pregunta alguién detrás de mí y me volteo a mirarlo.

Y creí encontrarme a cualquier persona menos a él. Cobra estaba justo frente a mí con un brazo completo vendado. Él no me reconoce porque usé máscara cuando peleamos y continuaba con el cubrebocas que me había puesto cuando salí de la universidad. Ladea la cabeza analizándome.

Burning Ice |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora