Treinta y cuatro

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💌 Mini maratón 2/2

                       Hyorin

¿Era normal que me sintiera de la forma en que me sentía? Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar en él. Y todo había pasado rápido, pero en el fondo no se sentía tan así. Se sentía como si en todo este tiempo solo había faltado tenerlo a él a mi lado para sentirme de esta manera. Nunca me había sentido de esta forma tampoco: ¿como intentar explicarlo? Me sentía demasiado bien, estaba feliz, alegre, calmada pero con ganas de saltar y dar vueltas en toda la cama de felicidad. Mantenía la mirada hacia el techo de la habitación pero no estaba totalmente allí. Mi cabeza comenzaba a escenificar en el primer instante la forma en que él me miraba, me sonreía, me besaba.

Pongo mis manos sobre mi boca intentando controlar el gritito que quería dejar escapar de total euforia (no era hora para eso, Yujin dormía plácidamente) a diferencia de mí que me había acostado hace dos horas y aún estaba soñando despierta.

Jungkook estaba en toda mi cabeza: desde los más mínimos detalles. Y lo único que deseaba en este momento era ya verlo el día siguiente. Respiro profundamente y acuno con mis propias manos mis mejillas intentando despabilarme, obligándome a cerrar los ojos y dormirme de una vez. Mañana tendría que ver a mi madre y sabía que nuestro encuentro (debido a lo que ocurrió) sería bastante incómodo y difícil.

Dejo escapar otro suspiro (sí, por Jungkook) y me cubro con el edredón esta vez dispuesta a dormir.

A la mañana siguiente estaba frente al tocador, retocándome con un poco de crema hidratante y aplicando algo de labial. Me había dormido tarde (al final) y el cansancio me estaba consumiendo. Justo ahora tenía mi flojera al máximo pero tenía cosas que hacer por lo que debía alejar todo eso.

—Pero que veo aquí —canturrea Yujin acercándose por detrás de mi y dedicándome una mirada traviesa por el espejo—. Hyorin maquillándose. Que curioso, ¿por qué será?

—No exageres. Solo es crema hidratante y labial —digo en seguida pero ella no deja de sonreír.

Agrega con tono divertido y una sonrisa emocionada: —Ya puedo pensar en programar una cita para los cuatro ¿cierto?

Dejó escapar una sonrisita divertida:
—Estás ansiosa por eso ¿no?

—Como ni te imaginas —asiente. Niego divertida.

—Pues si quieres, está bien —respondo y eso la hace soltar un grito de la emoción.

—Yo siempre supe que le gustabas —comienza a decir seguidamente con tono orgulloso—. Pero es aún más bonito saber que ya era desde hace mucho. Aún así eso no lo libera de que lo advierta de unas cuantas cosas.

Sonreí un poco pero no dije nada.

Y desde que me desperté ya estaba lista para el día que tendría hoy: patinar durante horas y sobre todo, escuchar lo que sea que mi madre iba a decirme. Porque ella definitivamente no ignoraría lo de ayer. Al revisar mi móvil tenía un mensaje de parte de Jungkook preguntándome si había dormido bien y a que hora iba a ir a desayunar para ir juntos. Eso simplemente bastó para alegrarme la existencia y no pensar en algo que pudiera hecharme a perder (al menos) la mañana.

Yujin decidió acostarse de nuevo y disfrutar un poco más de la mañana por lo que yo fui la única que bajó a desayunar y en la escalera frente a la residencia de las chicas, Jungkook me esperaba. Él no me había visto puesto que se encontraba de espaldas sumido en sus pensamientos. Sonrío y voy hacia él lo más silenciosa posible con la intención de sorprenderlo pero antes que llegara a él, se volteó atrapándome y no puedo evitar tener un breve berrinche por no haber logrado mi cometido; él solo sonrió.

Burning Ice |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora