Siete

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                   Jungkook;

Presiono mis labios con fuerza mientras mis zapatos marcan con presión cada pisada que doy al bajar las escaleras. Salgo de la residencia de chicos y veo al imbécil de Sunghoon hablando con algunos de sus compañeros de especialidad. Nuestras miradas se encuentran y creo que se nota mucho cuanto me frustra su presencia pero decido pasar de él para ver a Jimin. Cosa que por un momento parece imposible ya que el imbécil me alcanza tomándome del brazo frenándome y viéndome con molestia.

—Yah, ¿quién mierda te crees que eres? —pregunta con rabia mientras dos de sus amigos lo "respaldan"—. ¿Fuiste tú no? Tú le dijiste a Hyorin.

—¿Y si fui yo qué? —lo encaré harto de su comportamiento—. Escucha imbécil yo no le dije nada, pero debió haberlo sabido desde hace mucho tiempo. Eres una mierda, no la mereces.

Soltó una risita mirándome con cierta diversión en su rostro. Me analiza de arriba abajo con superioridad.

—No me digas... —habla con burla—. ¿Te gusta Hyorin? ¿Es eso no? Ahhh debí haberme dado cuenta. Yah, Golden Fighter, no seas patético –gruñe–, Hyorin solo estaba molesta pero se le pasará. Si quisiste actuar como un héroe para llamar su atención déjame decirte que perdiste tu tiempo.

—¿Estás seguro? —contraataco con burla yo—. Yo creo que ella sabe bien como desechar lo que no sirve.

—Escucha hijo de —intenta golpearme pero Jimin aparece en el mismo momento metiéndose en el medio alejando a Sunghoon y tratando de calmar el momento.

—Heeey —sonríe forzadamente mientras extiende sus brazos y con su mano me empuja a mí—. ¿Que está pasando aquí? Todos los están viendo, calménse un poco.

—Deberías decirle a tu amigo que deje de meterse en asuntos que no le interesan —arremata el imbécil.

—¿Me puedes explicar que está pasando? —me mira Jimin con una sonrisa incómoda.

—Pregúntale a él, hizo llorar a tu mejor amiga.

Jimin alza las cejas y la sonrisa que tenía así si era de tensión y forzada desaparece. Cambia el semblante y mira a Sunghoon.

—¿Que le hiciste a Hyorin?

—No le hice nada, Park —voltea los ojos el idiota. En serio, estaba controlando la ganas de hundirle la cara de niño bonito contra el suelo—. Solo me equivoqué ¿si? Como todo ser humano.

Intento ir hacia él pero Jimin pone su brazo frente a mí reteniéndome; sin dejar de mirar con seriedad a Sunghoon.

—¿Que hiciste? —vuelve a preguntar Park.

—Me equivoqué, ya te dije —contestó de nuevo con cinismo—. Hice algo que sí, a lo mejor no debí hacerlo pero todos cometemos errores ¿no?

Jimin sin más palabras parece darse cuenta en seguida de a que se refería el maldito.

—Así que era cierto... —murmura—. Pensé que eras diferente Sunghoon.

—Venga Jimin, ¿acaso nunca has engañado a Yujin ni una sola vez? No eres tan santo, admítelo.

Jimin le sonríe y puede que esa sonrisa para otros luzca como sincera, natural e incluso agradable pero con tantos años compartiendo habitación con Park y conociéndolo como lo conocía, sabía como estaba pensando y que era lo que sentía en este momento.

—Tienes razón —continúa con la sonrisa e incluso deja caer uno de sus brazos por encima de los hombros de Sunghoon—. Yo no soy un santo.

—No lo eres, si somos sincero ninguno lo somos. Ahora lo que tienes que hacer es hablar con Hyorin y hacerla entender que todos podemos equivocarnos y que piense mejor su decisión.

Burning Ice |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora