Burning Ice |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

Veintitrés

💌 Mini maratón 1/2

                      Jungkook🥊

Como no participaría en las peleas clandestinas necesitaba conseguir algún tipo de trabajo para ganar dinero. Terminé obteniendo un puesto en una pastelería y la verdad no me quejaba. Solo iba a trabajar tres veces en la semana y los horarios no me afectaban en la universidad por lo que mientras, era una buena oferta.

Camino hacia mi motocicleta estacionada y reviso los mensajes que habían enviado los chicos en nuestro chat grupal en kakao.

Rookie:
Vamos el sábado al orfanato?

Yaerim:
Me parece una buena idea.

Chaeeun:
Prepáremonos desde ahora. Llevemos regalos y comida.

Minwoo:
Llamaré para que la madre nos deje planear algo divertido con los niños.

Taehyung:
Sí, hagan todo con antelación. Kook, ¿vas a venir?

      Sí, solo diganme que necesitan y aportaré.

Misoo:
Haré una lista de todo y la enviaré :)

Vuelvo a guardar el móvil y me pongo el casco. Antes de bajar el cristal protector miro por uno de los espejos de la moto y noto un auto negro estacionado a una distancia de mí. Auto que desde hace unas horas me había comenzado a seguir. Chasqueo la lengua y bajo el cristal protector de mi casco para encender la motocicleta, montarme y comenzar a manejar en medio de los autos en el tránsito. Miro por el espejo como comienza a seguirme y acelero perdiéndoles de vista al instante.

Debería avisarle a Keonho.

Subo las escaleras en dirección a la planta en la que estaba mi habitación con Jimin y entro a esta, encontrándolo a él acostado en la cama mientras leía un libro. Baja este para verme.

—¿Encontraste trabajo?

—Sí, en una pastelería.

—¿En una pastelería? —se apoya en su codo para observarme curioso—. Que bien, ya tengo un lugar al que iré y comeré pastel gratis.

—Sigue soñando —respondo dejando el casco a un lado.

—Mal amigo —hace una mueca—. ¿Que vas a hacer ahora?

—Voy a entrenar. ¿Por?

—Por nada. Yo tengo clases dentro de media hora así que seguiré aprovechando la comodidad de mi colchón —responde naturalmente volviéndose a acostar.

—Mhm, disfrútalo —digo alcanzando un par de guantes.

—Por cierto, quería contarte algo. Te va a gustar.

—¿Que pasa?

—Hyorin se quedó esperándote el día de la competencia —me detengo en el momento que dice eso y lo miro.

—¿Qué?

—Se pasó casi todo el inicio buscándote con la mirada —continúa mientras hojea su libro—. Le dije que no ibas a ir porque no te gustan las pistas de patinaje.

—¿Qué dijo sobre eso? —vuelvo a preguntar.

—Nada. Pero entendió que no ibas a ir —responde—. Igual luego de la competencia, parecía que seguía esperándote pero tú no fuiste. En serio Jeon, ¿quién te entiende? –me mira entonces–, si te gusta Hyorin deberías ir a por ella con todo. ¿Por qué te lo piensas tanto?