Cuarenta

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                         Jungkook 🥊

Miro a Jimin que se sienta a mi lado en la cama. Hace un gesto de que me quitara los auriculares; me los quito y lo miro.

—¿Crees que podamos hablar?

—Estamos hablando.

—Iré directo al punto —se organiza en la cama para mirarme directamente—, es sobre ti y Hyorin; ¿está todo bien entre tú y ella?

—¿Puedo saltarme esa pregunta y no contestarla?

Él alza sus cejas ante mi respuesta y humedece sus labios asintiendo.

—Al parecer hay algo.

—¿Es sobre eso de lo que quieres hablar?

—Jungkook yo... soy amigo tuyo y te aprecio; ahora, conozco a Hyorin desde que tenemos siete años. ¿Entiendes lo que quiero decir, verdad? —hace una breve pausa y continúa—, soy consciente de que nunca la lastimarías pero también sé que eres de cerrarte las cosas y guardarte todo.

Presiono mis labios mirando hacia otro sitio y él prosigue.

—Si no me quieres contar nada a mí, está bien, pero al menos intenta abrirte con Hyorin. Estoy seguro de que si alguien no te juzgaría es ella y son novios; tiene que haber confianza de por medio. —Estaba consciente de todo eso—. Al menos hazle saber que todo está bien y que cuando te sientas preparado ella podrá estar para ti y escucharte en cualquier momento.

No contesto y él no dice más nada levantándose de la cama, tomar su bolso (supongo que iría a patinar) y sale de la habitación. Me quito los auriculares del cuello y tomo mi móvil, yendo sin darme cuenta directamente al contacto de Hyorin. Solo habían pasado unas horas desde que se fue a China y no había mucha diferencia de hora, por lo que ella posiblemente ya llegó. Sin embargo no sabía si debía estar ocupada preparándose para la competencia que sería mañana. Quería llamarla, escribirle. Pero sentía que no debía. Al menos no hoy.

Vuelvo a apagar el móvil y miro la hora en el reloj que colgaba de la pared; debía ir a la pastelería. Chasqueo la lengua y me levanto de la cama para alcanzar solo una sudadera, la billetera más el móvil, las llaves de la motocicleta y cuando me aseguro de tener todo salgo de la habitación para dirigirme a mi trabajo de medio tiempo. Necesitaba despejarme y ocupar mi mente en cualquier otra cosa.

🥊

Yooshik se había ido y yo me quedé para limpiar y dejar el lugar listo para mañana. Escucho la campanita sonar ante la llegada de alguien.

—Lo siento, ya cerramos —me mantengo de espaldas mientras limpio la mesa y no recibo respuesta. Me doy la vuelta para mirar y no era ningún cliente, era Taehyung.

—¿Te falta mucho? Bebamos —alza un bolso que colgaba en su mano.

Cuando terminé de limpiar la pastelería, Taehyung y yo nos dirigimos hacia el parque que estaba cercano de esta. El mismo lugar donde Hyorin y yo hablamos por primera vez. A parte de bancos, también habían mesas y sillas al aire libre y era donde Tae y yo estábamos sentados ahora. Había traído cerveza y pollo frito.

—Sé que andas en la moto así que traje Coca-Cola para ti —saca del bolso dos latas de la bebida acercandola a mí.

—Gracias —murmuro tomando una de estas y abriéndola de una y llevándola a mi boca para obtener un gran sorbo.

—Come pollo también; está bueno.

Tomo una ala del pollo mojándolo en la salsa picante para llevarlo a mi boca y comer.

Burning Ice |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora