Capítulo 16: Conmigo no sirven las amenazas

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¿Por qué en momentos así simplemente no viene la parca y me lleva?, a veces solo quiero gritar con todas mis fuerzas hasta no poder más y dejar salir toda la furia que contengo, pero siempre he dicho que en el momento que lo haga tendré que tener un respaldo o un confidente que me diga que todo estará bien, pero...¿de que mierda estoy hablando?, se suponía que estaba cabreada por Hudson no por lo patética que es mi vida en algunas circunstancias.

Escuche unos pasos detrás de mí y lo único que hice fue rodar los ojos y acelerar el paso de mis pies de camino a la salida.

–Salvatore detente,–Gritó a mis espaldas pero lo ignoré.

–Joder, ¿eres sorda?, –Exclamó antes de sujetarme del brazo obligándome a estar de frente hacia el.

–¿Que quieres?, –Vocifere con el ceño fruncido.

–Lamento que no ganaras, de verdad me siento mal.

Fruncí el ceño a más no poder entrecerrando los ojos, si el creía que caería en su truco, ¡ja!, estaba muy equivocado.

–Hudson, ¿que quieres?, –Pregunte nuevamente descifrando algún detalle inusual en su apariencia corporal.

–Ten, –Sacó del último bolsillo de su mochila un sobre que parecía contener una caja en su interior, no era de muy gran tamaño y tenía adherida una ficha que decía el nombre de Hudson, con sus datos como su número telefónico y número de identificación social, al final de todo estaba la firma de Chase y la firma de lo que parecía el nombre de una mujer, no fue hasta que mi vista se fijó en el pequeño adhesivo de una manzana al final del paquete. Levante mi vista hacia el sin entender porque hacía esto, es decir, no es que fuera muy compañero con los demás y mucho menos conmigo.

–¿Por qué me das esto?, –Pregunte aun sin entender su acción tan repentina e impredecible.

–Solo me sentí culpable, yo nunca planeé ganar esto.

Le dirigí una mirada inquisitoria asintiendo con la cabeza.

–Seguro, y yo me siento arrepentida de reírme porque casi una araña se cagó en tí, –Exclame de manera sarcástica sin haber aceptado el paquete que aun mantenía  sujeto en su mano izquierda.

–No tienes que aceptarlo si no quieres, –Siseó de manera tranquila guardando el paquete nuevamente en su mochila pero antes de que lo hiciera por completo lo detuve.

–Solo dime lo que quieres,–Musite irritada.

–¿Que te hace creer que quiero algo?,–Bufó de manera momentánea viéndome a los ojos.

Incliné un poco mi cabeza a un lado mirándolo a los ojos con suspicacia, observe como mordió levemente su labio inferior para a continuación suspirar con fuerza exhalando parte de su aliento mentolado hasta mis narices.

–Esta bien, demonios, quiero que finjas ser una de mis "novias".

Sabía a lo que se refería con esas comillas en la última palabra, quería que le siguiera el juego de ser su nuevo juguete al frente de sus amigos seguramente por su reputación.

–Adivinaré, tienes que mantener una reputación de alto nivel al frente de tus amigos los perros, no...aguarda,–Me retracte, –Llamarlos perros sería un insulto para los canes mejor lo dejamos en hijos de sus mamas.

–Pues, exactamente,–Siseé con suspicacia y entrecerré los ojos con una facción que transmitía claramente indiferencia.

–¿Y que te hace creer que lo haré?, –Me cruce de brazos.

– No lo se, tal vez porque necesitas ese teléfono para recuperar tu Laptop,– Canturreó tomando un paso más hasta mí.

Transforme mi rostro en una mueca de confusión.

 – ¿Quien te dijo eso?,–Pregunte sin moverme ante su acercamiento.

– Pues una pequeña gatita, que...¿como se llamaba?,–Elevó su mano hasta su barbilla,–Ah si, Clementine Salvatore.

Presione mis labios en una firme línea queriendo abofetearlo con todas las fuerzas que mi mano le podía brindar a su mejilla. 

–Escúchame Chase, –Amenaze elevando mi mano a centímetros de su mejilla pero rodeó mi muñeca con fuerza antes de darme la oportunidad que en su piel se formara un hematoma, con mi muñeca aferrada me guió hacia atrás estampando mi cuerpo con fuerza contra los casilleros.

–No, escúchame tu a mí, estoy harto de esta mierda, ese auto será mío y una chica con problemas de actitud no me lo impedirá, –Murmuró a centímetros de distancia.

Su agarre contra mi muñeca y su amenaza solo hicieron que la furia se mezclara con la sangre que comenzaba a fluir rápidamente por mis venas, mi corazón comenzó a latir con velocidad y mi cabeza comenzaba a palpitar, sacudí mi brazo en busca de libertad pero me resultó imposible, que más podía esperar de un jugador de fútbol. Finalmente hablé.

–No te tengo miedo Chase,  –Masculle clavando hoyos en las pupilas de sus ojos.

–¿Ah no?,–Se inclinó un poco más a mí apoyando su otro brazo en una de las puertas de los casilleros escarlata. No pude evitar tragar saliva al sentir su respiración chocando con mi rostro, ¿por qué no hacía nada?, –Deberías, –Susurró bajando la mirada hasta mis labios.

Joder, Salvatore, ¡haz algo!

Al sentir el roce de aquellos labios carnosos con los míos y como los entreabría probablemente queriendo acariciar mis labios con su lengua, salí de aquel trance que me mantuvo aferrada a la idea de querer besarle y baje mi vista momentáneamente al espacio medio que quedaba entre los dos debido a su posición inclinada, volví mi vista de nuevo hacia el, sus ojos mantenían un brillo de lujuria fascinante que no pude evitar detallar y a continuación le dirigí una sonrisa pícara y eleve mi mano libre hasta la parte de atrás de su cuello acariciando su cabello, el me dirigió la misma sonrisa de hace unos momentos y soltó mi muñeca elevando su otra mano acariciando mi mejilla con sus nudillos, eleve mis brazos sujetando sus hombros con firmeza inmediatamente subiendo mi rodilla hasta su masculinidad.

Tomó unos pasos hacia atrás llevando sus manos hasta la parte alta de su pantalón, sus muecas de dolor eran lo mejor, solo quería tomarle fotos hasta que recibiera una notificación de espacio insuficiente.

–Te odio, –Masculló con dolor en su voz y en sus  facciones.

Siseé creando chasquidos con mi lengua y mis encías en testimonio de pena hacia el, –Vaya, como cambian de rápido los papeles, ¿no?,–Canturreé sarcásticamente.

Dí unos cuántos pasos hasta la salida y su voz me detuvo.

–¿Vas a dejarme aquí?

 –Tranquilo bebé, solo aplica hielo y estará nuevamente funcional,–Sonreí amplia mente ofreciéndole un beso en el aire y salí de allí abandonándolo a su propia suerte.


jjajajaja este cap me mató, aaaah ya quería salseo, no  podía faltar xD












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