Capítulo 48: No eres tan mala

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Le lanzo una corta mirada a Chase al darme cuenta de que está revisando algo en su móvil con la mayor tranquilidad del mundo, carraspeo un poco mi garganta—Chase no tenemos todo el día, muévete.

Vuelvo mi vista al frente observando los movimientos de todos los chicos, ignoro los quejidos del chico detrás de mí mientras se une al resto del equipo, me fijo atentamente en la velocidad de uno de ellos, es sorprendentemente veloz, él podría ser uno de los cornerbacks y en lugar de eso es uno de los fullbacks, por lo contrario del chico llamado James que tiene la suficiente musculatura y fuerza para tomar el lugar del otro, soplo el silbato con fuerza para que se detengan.

—¿Ahora que?

Todos me miran con la intención de querer asesinarme y en parte no los culpaba por ello. Sea como sea, no me dejaría intimidar.

—No me sorprende que su antiguo entrenador fuera Richard, ¿quien los coloco en esas posiciones?

—Nosotros mismos lo acordamos.

Hago una mueca reprimiendo una sonrisa borde—Pues no hicieron un buen trabajo, muchos de ustedes tienen cualidades que funcionarían más en otra posición, ese es su problema.

Todos exhortan groserías—¿Estas diciendo que cambiemos de posiciones? ¿estas loca? hemos entrenado en estos lugares por mucho tiempo, ya sabemos los movimientos. No puedes venir y pretender que cambiaremos todo por ti, me vale mierda que seas una zorra de Chase.

Me sorprendo cuando Chase se muestra en mi campo de visión acercándose de manera intimidante a su compañero, no se que le dice pero no me doy el lujo de averiguarlo, cuando inquiero que proseguirán con golpes, toco el silbato.

—Chase vuelve a tu puesto.

Él me mira como si estuviera completamente loca por permitir que me siguiera hablando así, entrecierro los ojos en su dirección esperando a que obedezca, finalmente a regañadientes se marcha de nuevo a su lugar.

No me inmuto ante su comentario, de hecho lo esperaba más de lo que él creía, soy una chica, ellos nunca escucharan a una chica, al menos que logre llamarles la atención de alguna manera y eso solo lo podía lograr de una forma. Suspiro cerrando los ojos por un milisegundo antes de deshacerme de mi campera, suelto mi cabello y afronto las miradas atónitas de todos.

En este preciso momento me estaba arrepintiendo de escuchar a Clementine, me había puesto un crop-top de traje negro con tirantes alrededor de mi escote, según las palabras de mi hermana esto lograría me vieran de otra forma y en efecto lo hacían, solo que no era la forma en la que deseaba que lo hicieran. Sumado a esa prenda me coloque unos leggings deportivos a la altura de mi cintura muy pegados a la piel si me atrevo a decir.

Siento la gran necesidad de cubrirme al no conseguir que sus miradas se despegaran de mi cuerpo, muerdo mi labio con nerviosismo y tomo una gran bocanada de aire aproximándome al chico que se atrevió a decir eso, por un momento quise reír al darme cuenta de la incomodidad de éste a medida que me acercaba.

A unos cuantos centímetros de distancia no despego la mirada de la suya—¿Y tu nombre es?

Traga saliva bruscamente—J-james.

Sonrío de lado—Quiero que te quede algo claro James, soy una chica, pero esta chica tiene más pelotas de las que tu tendrás en toda tu vida, no me importa tu futuro profesional ni mucho menos tu vida, el que tiene su beca en juego eres tú amigo, todos ustedes son un aberración jugando, pero yo puedo cambiar eso, estoy dispuesta a ayudarlos a que ganen ese campeonato, pero tu y todos ustedes deben estar comprometidos con esto de la misma manera que yo.

¿Estas dispuesto?

Sus ojos en ningún momento de despegan de los míos, parece estar debatiéndose    internamente acerca de todo esto, está sudando y su labio inferior tiene un ligero tick. Inhala con fuerza antes de asentir con la cabeza.

—Bien—Coloco mi mano en su pecho apartándolo un poco de mí.

Me dirijo a los demás—¿Quien tiene el balón?

Sacha aclara su garganta arrojándolo a mis manos, vuelvo mi vista a James—Tomaras el lugar de Kyle, eres mucho más fuerte que él, lo tuyo no es la velocidad. Quiero que me bloquees el pase.

¡Todos en posición!—Grito sin apartar la mirada del chico frente a mí.

Él me mira anonadado—¿Quieres que te bloquee? Puedo lastimarte.

Me doy cuenta de que lo dice con preocupación por lo que hago una mueca preparándome para esquivarlo—Entonces ten cuidado—Le dirijo una leve sonrisa, cosa que él imita.

Al contar hasta tres corro lo más rápido que puedo arrojando el  balón hacia Peter, cuando el lo atrapa se detiene para ver cual es mi siguiente orden—Desde el principio.

Así transcurrieron dos horas en las que hubo un gran progreso, James resultó ser el mejor bloqueador de la fila, Kyle también logró permanecer en el puesto de cornerback en la segunda fila, así como ellos dos, otros tres cambiaron de lugar. Habíamos practicado más de cinco veces con la intención de que todos pertenecieran a su nuevo asigno, yo por mi parte tenía leves moretones pero no me importaba, sentía que estaba realizando bien mi trabajo.

 —¡Anotación!—Grita James lanzando el balón al suelo, todos gritan con entusiasmo a lo que yo sonrío aplaudiendo.

—Felicidades a todos, si siguen así tengan por seguro que necesitaran espacio en la vitrina.

James se aproxima a mi rodeándome con sus brazos, hago una mueca al sentir su sudoroso cuerpo en contra del mío pero no refuto, me sorprendo cuando cinco chicos más se unen a aquel extraño e inesperado abrazo.

—Vale—Comento entre risas—Me estoy asfixiando en su sudor.

Cuando me sueltan Kyle me da un leve golpe en el brazo—Después de todo no eres tan mala como creí.

—Se lo que hago—Sonrío levemente.

Luego de un rato de descanso reviso la hora en mi móvil—Bien chicos, nos vemos el jueves.

Todos asienten tomando sus cosas saliendo de allí no sin antes dar una cordial despedida hacia mi persona, lo cual se me hizo de lo más extraño tomando en cuenta que hace menos de tres horas querían mandarme a la mierda, oprimo una sonrisa de satisfacción llamando a los niños que se encontraban en las últimas estradas hablando entre ellos.

Coloco la sudadera alrededor de mi cintura y tomo mi mochila caminando detrás de Tamara y Nick en dirección a la salida, freno en seco cuando me doy cuenta de quien está recostado en su coche viéndome fijamente, resoplo con molestia.

—Esperen aquí—Les ordeno a ambos mientras salgo con paso firme hacia Chase.

I'm Not A Disney Princess!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora