I'm Not A Disney Princess!

Capítulo 34: Igual puedo rebanarte la garganta

Cuando mi mente se apiado de mis sentidos fuertes golpes en la puerta resonaron dentro de la habitación, empuje a Chase de mi y me coloque los zapatos, al igual que el, decidí no peinarme para aparentar de mejor manera lo que no ocurrió en esta habitación, subí un poco la tela del vestido a la altura de los muslos ignorando la mirada de Chase. Antes de que saliéramos él sacó el paquete de condones abriendo uno tirándolo sobre una esquina de la cama al igual que la envoltura. Lo miro con una sonrisa divertida, acción que el repite.

-Hay que estar seguros de dejar las pruebas suficientes.

Dicho esto, alza su playera a la altura de su abdomen, desabrochándose el cinturón, me niego a ver más de lo debido y tiro algunos almohadones desvistiendo un poco la cama.

-Creí que los que tuvieron sexo fuimos nosotros, no el demonio de Tasmania.

-Hay que estar seguros de dejar las pruebas suficientes-Le copio tomando mi bolsa y quitando el seguro de la puerta, al abrir Quinn se encuentra echando humo de manera disimulada mientras se traga con desesperación a un chico ya ebrio sin apartar la vista de nosotros.

Niego con la cabeza siendo tomada de manera desprevenida cuando Chase me toma del mentón y me da un corto beso en los labios, todos comienzan a aullar y darle palmadas a Chase en la espalda prácticamente arrodillándose ante él.

Presiono mis labios con firmeza y tomo el primer vaso lleno que veo y se lo tiro sobre el rostro. Niego con la cabeza dirigiéndole una mirada de desaprobación y corro escaleras abajo escuchando los pasos apresurados de Chase detrás de mi. Salgo con rapidez de la casa y suspiro al sentir el aire frío taladrando mis huesos, creando una capa de sudor frío sobre mi piel.

Alguien me gira de manera brusca y solo quiero que la tierra me trague cuando sus ojos rojos se posan en los míos.

-Quieres explicarme, ¿Por qué hiciste eso?

-Yo..., ¿Por qué me besaste?-Intento que mi voz salga firme, pero se quiebra a medida que espero por su respuesta.

Parece confundido pero luego una sonrisa divertida surca su rostro-No sería la primera vez que lo hago.

Mi corazón se estruja en mi pecho y solo quiero apartarlo para largarme de allí.

-Eres un idiota-Intento apartarlo pero me toma de los brazos sin intenciones de soltarme.

-¿Cual es el problema?, tu fuiste la que quiso esto.

-¿No lo entiendes?, se que besas a las chicas con la misma expresión que tuviste allá dentro, lo haces en señal de que ganaste la apuesta, de que todo fue un maldito juego.

Suspira con fuerza y sacude su cabello ofuscado-Tu y yo sabíamos en que consistía esto, yo lo hice por la apuesta y tu para demostrarle un punto a Quinn, entonces no logro comprender porque mierda estas enfadada.

Convierto mis manos en puños conteniéndome de golpearlo-Estoy enfadada porque dijiste que no permitirías que hablaran de mi como si fuera una cualquiera y es justamente lo que hiciste cuando me besaste de esa manera. Y...se que suena como un patético cliché de novela romántica, que debería decir que todas las chicas son únicas a su manera pero yo no soy como ninguna de ellas, no quiero que los chicos más guapos de la escuela me follen solo porque puedo ser la más popular, no quiero tener un millón de amigas que me inviten a sus fiestas solo porque saben que puedo atraer a todos los chicos a su casa, no quiero estar aquí y no quiero estar sintiendo estas malditas cosas que estoy sintiendo por ti.

Parece abrumado ante todo lo que tenía guardado desde hace mucho y después de analizar cada palabra que salió de mi boca guarda las manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones.

-Dijiste que no te gusto que te besara de esa manera.

Ruedo los ojos-¿Quieres te lo vuelva a expli...

Mis quejas son interrumpidas por la presión de sus labios con los míos de manera audaz, toma mi rostro con ambas manos mientras su lengua pide la entrada a mi boca, impaciente de sentirlo, unimos nuestras bocas con nuestras lenguas recorriendo cada parte de la boca del otro, quería más de él y no me importaba una mierda si las personas se encontraban mirándonos, desee tener esta oportunidad con él desde hace mucho aunque mi mente se rehusaba a siquiera pensar en esa posibilidad.

Se separo por falta de aire y me miro a los ojos,-Así que...¿de verdad te gusto?
Ruedo los ojos con exasperación.

-Eres el primer chico con el que pierdo totalmente mi dignidad para decirle que me gusta y ¿todavía lo preguntas?

Aparece una chispa que nunca había visto en los ojos de Chase, las comisuras de sus labios se ensancharon dejando ver esa radiante sonrisa que tanto odiaba pero que en este momento no podía parar de admirar. Sus ojos se achicaron debido a ella y sin previo aviso me alzo en sus brazos mientras reía de manera frenética. -No tienes ni idea de cuanto espere para que dijeras eso.

Lo mire mal golpeando su pecho-¿Eres idiota? ¿pase por todo esto para que me vengas con esa mierda barata?
Comienza a reír sujetando mis manos. -Lo siento pero en mi defensa, si te lo decía y tu no aceptabas me cortarías las bolas-Exhorta entre risas.

Oprimo una sonrisa asintiendo con la cabeza-Tienes razón.

-Todavía no puedo creer que te guste, es decir. Eres literalmente inalcanzable.

-Pues créeme cuanto te digo que siento toda la discografía de Skrillex cuanto te veo.

-No se que fue lo que me viste Salvatore, pero me siento afortunado de tener eso que te atrajo a mi.

Abrazó mi cintura de manera que pudiera sentir la marca de sus abdominales contra mi torso. -Y no tienes ni idea de lo jodidamente bien que se siente poder estar tan cerca de ti sin que tengas ganas de cortarme la garganta.

No intento reprimir las risas y me aferro a su cuello-Todavía no cantes Victoria, puedo hacerlo cuando quiera.