Capítulo 17: Prepárate para ser castrado

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–¿Por qué mierda le dijiste?,–Pregunte con incredulidad.

–No le veo nada malo hermana, el solo se acercó hasta mí a la hora del almuerzo y me preguntó por que  estabas tan empeñada en ganar esa tontería, –Comentó abrazando su almohada de peluche.

–Clem, no lo entiendes, el solo quiere cabrearme la puta existencia, –Vocifere abalanzándome sobre el colchón.

–¿Acaso se puede más?,–Bufó con una sonrisa plasmada en su rostro.

Hija de tu mamá...que también es la mía.

–Estoy cansada, solo...olvídalo,–Me tumbé sobre mi estómago en la acolcho nada cama esperando conciliar el sueño.

–Está bien me iré a mi habitación, Comentó levantándose de la silla rodante de cuero,–Se que hiciste algo con esos labios el día de hoy, –Susurró casi de manera inaudible junto al marco de la puerta.

Fruncí el ceño anonadada por su comentario pero se fue antes de que pudiera decir algo, a la final no me debí de sorprender mucho al fin y al cabo de una manera u otra se enteraba de todos los chismes.

***

Todo transcurrió normal, por suerte, las clases tan exasperantes como de costumbre y los profesores tan mediocres como siempre, nada del otro mundo, o por lo menos eso creí hasta que llegó el momento que tanto esperé, la libertad.

–Bien, –Escuche una voz a mis espaldas, dí un giro de sesenta grados hasta su dirección.

–Soy todo tuyo, –Exclamó sujetando con firmeza la tira de su mochila sobre su hombro.

–Vaya, creí que nunca vendrías, –Masculle sarcásticamente.

–Bueno, aquí estoy, llévame hasta  los hijitos de Satán,– Canturreó con una sonrisa de oreja a oreja claramente fingida a metros de distancia.

–Correcto, vamos.

 ***

–Al fin llegan, estoy a falta de tiempo, me tengo que ir, –Inmediatamente después de adentrar la llave de zic-zac  en la cerradura de la puerta, una mujer vestida con un clásico uniforme para una entrevista de trabajo se aproximó hasta nosotros, me plantó un beso en la mejilla y estrujó la mano de Chase en señal de agradecimiento.

–Hay pizza en el refrigerador, hay veinte dólares en el mesón de la cocina, –Espetó rozando su hombro con el mío dirigiéndose a la salida.–Pórtense bien, Tamára está durmiendo y Nick viendo televisión, por favor Frankie te lo pido de corazón, a los dos, no les den ni un granito de azúcar y no coloquen canales que no sean para niños.

Rodeé los ojos cruzándome de brazos, por favor, se todo de estos niños, no había necesidad de leer un manual de instrucciones previas.

– Correcto adiós, buena suerte,–Vitupere cerrando la puerta después de que sus pies  estaban afuera en los pasillos.–Bien, –Exhalé con fuerza caminando hacia el sofá.

–¿Eso es todo, no irás a ver si los demonios están vivos?, –Preguntó colocando las manos dentro de sus bolsillos.

Bufe con incredulidad arrojando mi cuerpo al sofá carmín buscando el control remoto de la televisión en el gran living.

–Ese es tu trabajo, no el mío,–Sonreí con inocencia presionando el botón de ON en el control.

Escuche un leve bufido de su parte encaminándose hasta la habitación de dónde provenía el lejano ruido de la canción intro de Manny a la obra, no es que yo viera caricaturas con poca gracia dirigida para niños...no.

Chase

 Camine por el estrecho pasillo haciendo ruidos poco crujientes al pisar con mis zapatos el tapiz color azul marino, guiándome por el sonido lejano que cada vez se hacía más fuerte, por el rabillo del ojo divise una puerta que decía en palabras grandes y negras No Molestar, se que estaba mal, ¿y si esta mal por que te diriges hacia la puerta?, como si hubiera perdido el control de mis pies ya me encontraba de frente hacia la puerta de caoba, elevé mi mano abrazando la perilla girándola con el movimiento más silencioso posible, Asomé la cabeza observando toda la habitación, las paredes de color azabache y la alfombra tapiz de un escarlata casi rosáceo, en las paredes se encontraban pósters de bandas desconocidas para mí, pero por sus vestimentas diría que eran de Rock y Pop probablemente, igual no me importaba una mierda, en el centro de la habitación se encontraba ubicada de manera horizontal su cama matrimonial con un cobertor negro con grabados en el, los cojines eran violetas y carmines, eran tantos detalles que quería observarlos con mayor detenimiento por lo que me adentré en la habitación cerrando la puerta tras de mí, al lado derecho de la cama estaba un gran escritorio de madera con varias carpetas y materiales de pintura sobre el, al frente de la cama se encontraba ubicada en la pared una pantalla plana y al lado izquierdo estaba postrado el gran closet entre las paredes azabaches y una puerta al otro lado de la habitación, seguramente el baño, en estos momentos no pensé en lo absoluto que Frankie podría entrar y quitarme las pelotas, solo la curiosidad me aturdía, quería buscar en busca de algo poco inusual, deslicé mi mano en una de las carpetas de plástico, al abrirla lo primero que mis ojos detallaron fue un dibujo de un chico poco conocido para mí, por más que intentara recordar si lo había visto en algún lugar, nada se incrustaba en mi cabeza, pero cabe recalcar que era una ilustración con muchos detalles, era realista y un poco del grafito se quedó en las yemas de mis dedos, quién lo diría...la bruja tiene talento.

–¡¿Que mierda estas haciendo aquí?!, –Pegué un brinco girándome sobre mis talones rápidamente, oops.

–Prepárate para ser castrado, –Vociferó dando grandes zancadas hasta mi dirección.

Mier-Da.



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