Capítulo 18: ¿Todos son poétas o que mierda?

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Trague saliva prácticamente paralizado en mi lugar.

–¡¿Que coño te pasa, no sabes lo que es privacidad?!, –Gritó con fuerza avanzando con gran velocidad hasta mí, tomó mi mano con fuerza apartándola de las carpetas sobre el escritorio.

–Yo...lo siento, –Farfullé en un fallido intento de sonar arrepentido.

–Eres un completo metiche, vuelves a hurgar en estos papeles o si quiera vuelves a meter un pie en esta habitación, quedarás estéril, ¿me entendiste?, –Vociferó guardando todos los sobres en el primer cajón del escritorio.–A ver dime, ¿que fue lo que viste?, –Inquirió cruzándose de brazos con una mueca claramente de ofuscación.

–Nada, solo...un chico, –Murmure.

–Ujum, –Siseó con su garganta llena de especulación.

–Tienes talento, –Confesé mirándola a los ojos, que en ningún momento se separaron de los míos.

Mantuvo una pausa con un cierto brillo en las esquinas de sus ojos.

–Si, como sea, vamos a ver como están los demonios, –Recuperó su compostura rozando mi hombro con el suyo al tomar el camino hasta la salida. La seguí cerrando la puerta tras de mí.

Nos dirigimos de vuelta en el pasillo hasta llegar a la habitación de los niños, no pude evitar observar mientras caminábamos, las imágenes postradas en las paredes, Todas las personas ilustradas en las fotos de los portrarretratos se veían felices, con amplias sonrisas plasmadas en sus rostros hasta llegar a uno de los últimos retratos, dónde ya nada parecía ser igual, la pequeña de la derecha estaba cruzada de brazos, mientras que la de la izquierda permanecía con una sonrisa radiante, ladeé mi cabeza de vuelta a la habitación.

Una niña con rizos azabaches y ojos grandes y radiantes de color celeste con espuma en los alrededores se encontraba acostada sobre su estómago en el sillón concentrada en la caricatura de la televisión, mientras que un niño de cabello lacio y castaño, con ojos brillantes de chocolate estaba sentado en el suelo jugando con una figura de Hulk.

–Hola demonios de Tasmania, –Exclamó Frankie tomando asiento junto el niño en el suelo. Camine dudoso hasta el gran sillón color beich ubicado en el lado izquierdo de la gran habitación.

–Hola Froot Loops, –Espetó el niño plantando un beso en su mejilla, el cual ella desaprobó limpiando su mejilla con la manga de su sweater.

Comencé a reír por el apodo del pequeño hacia Frankie.

–Vaya Brujita, no sabía que tenías admiradores,–Musite con una gran sonrisa plasmada en mi rostro.

Ladeó su cabeza hasta mí dirigiéndome una mirada fulminante, elevando su dedo del medio en mi dirección.

–Froot, a mamá no le gusta que enseñes ese dedo,–Declaró la pelinegra.

–Pero mamá no está aquí, –Se defendió.

–¿Quién es él?,–Inquirió la niña dirigiendo su vista hasta mí, observándome con detenimiento.

–¿No lo ves tonta?, es su novio, –Espetó el niño con obviedad a lo que yo reí sin parar.

Frankie le dirigió unas miradas fulminantes a ambos para levantarse y tomar camino fuera de la habitación.

–Voy por pizza y ni se atrevan a hacer berrinches, porque yo misma los convertiré en pavos al horno, –Amenazó haciendo un ademán con sus dedos haciendo referencia a que los iba a vigilar.

Al finalmente estar solos en la habitación, la niña que recuerdo que su nombre era tamara, se levantó del sofá caminando hasta mi dirección.

–¿Cuál es tu nombre?,–Preguntó sentándose junto a mí.

–Chase, Chase Hudson.

–Me gusta tu nombre, ¿así que eres novio de Froot Loops?

Negué con la cabeza mordiendo el interior de mi mejilla para no reír.

–No, ella no es mi novia, solo vine para cuidarlos, –Musite con simpleza en mis palabras.

Ella solo asintió con la cabeza como si no creyera del todo mis palabras.

–¿Y por qué le dicen Froot Loops?,–Me animé a preguntar.

–Bueno, además de que lo detesta, siempre nos ha gustado que tenga color,–Espetó balanceando sus piernas en el aire.

–¿Color, a que se refieren?

–Ella solo tiene el color de la lluvia, y creemos que debería tener también los colores del arco iris,–Me dirigió una sonrisa para después levantarse y correr hasta el sofá, al culminar la publicidad del programa televisivo.

¿Todos en esta familia son poetas o que mierda?


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