Cuando oigo la puerta cerrarse de un portazo dejo soltar todo el aire que retenía en mis pulmones, deslizo una mano por mi cabello con frustración, sabía que era un idiota pero nunca pensé que haría esto, si él creía que yo era como todas las chicas con las que ha tenido un polvo está muy equivocado.
—¿Quieres pizza? La pizza siempre te hace sentir mejor.
Miro a Tamara en el marco de la puerta y a Nick entrando como puede con la caja familiar en los brazos, suspiro con una media sonrisa levantándome y tomando la caja para colocarla sobre la cama, seguidamente me siento en el borde y hago palmaditas a mi lado.
—Vengan acá mocosos.
El día siguiente llega más pronto de lo que esperaba y eso hace que desde el momento en que me levanto de la cama sea un mal día, sin olvidar que hoy tocaría práctica y lo que menos quería era ver a Hudson.
Al terminar de arreglarme cojo mi mochila dirigiéndome a la cocina, me encuentro con Tamara y Nick desayunando al frente de la televisión y a Bridget limpiando la cocina, me aproximo a la nevera buscando algo comestible y termino sacando el cartón de leche para tomar largos sorbos, me limpio la comisura de los labios con el dorso de mi mano antes de girarme para encontrarme con la mirada asesina de mi tía.
Me encojo de hombros—Cálmate, ya se está acabando. Pasare por los niños a la hora del almuerzo, y no te estreses y me grites por el teléfono, tengo una vida también.
Cuando pretendo salir de la casa, oigo los gritos de Clementine en el pasillo.—Espérame, ire contigo.
Enarco una ceja y entrecierro los ojos en su dirección—¿Desde cuando no te importa que te vean conmigo?
Me mira como si fuera la cosa más obvia del mundo—Desde que sales con Chase, ya eres una de nosotros—Exclama con una gran sonrisa sacudiendo mis muñecas, me quito de mala manera mirándola como si hubiera perdido la cabeza.
—Eso se terminó.
—Que fue lo que acabo de escuchar, ¿estas saliendo con Chase? ¿Por qué no me lo habías dicho?—Bridget sale de la cocina con el ceño fruncido a lo que ruedo los ojos.
—Él y yo no somos nada, ¿vale? dejen de mertese en mi vida joder.
—Como tu tutora estoy en el completo derecho de meterme en tu vida cuando se me plazca, si me llego a enterar que estan teniendo sexo, te lo juro Frankie que te cambiarás de escuela.
Cierro los ojos ocultando mi rostro entre mis manos—Por el amor de Dios, nos vemos en la hora del almuerzo tía Bridget—Mascullo entre dientes saliendo rapidamente de allí.
Siento como Clem pisa mis talones a cada paso que damos—Clementine, Hudson y yo no somos nada, ¿me entiendes? solo estabamos fingiendo tener sexo en la fiesta de una zorra, solo eso.
—Vámos, tu misma me contaste que sucedió después de eso, son novios, acéptalo.
Me detuve girándome para verla—Sea lo que sea que fueramos se acabó, le dije que se largara el día de ayer.
Abre los ojos como platos y frunce el ceño—¿Qué? ¿por qué? que fue lo que hiciste Frankie—Comenta lo último más como una afirmación que como una pregunta.
—¿Por qué la culpable de todo debo ser yo?—Sigo caminando pero esta vez, con ella a mi lado.
—¿Que fue lo que sucedió?
Gruño entre dientes—Estabamos en mi habitación y el quiso pasarse de la raya sin importarle las veces que le dije que se detuviera, es un hijo de puta como muchos otros.
Parece estar desconcertada por todo lo que le había dicho pero poco antes de lo esperado vuelve a abrir la boca—Vámos hermana, los chicos son así. Estan muy concentrados en lo suyo como para tener los oídos abiertos, se lo pudiste pedir de otra manera.
Bufo sin poder creer lo que está diciendo—¿Que querías, que se lo pidiera con chocolates y flores? Si digo basta es basta, de otra manera él hubiera hecho lo que quisiera.
—¿Y que vas a hacer cuando lo veas hoy?
Hago una mueca con mi vista al frente—Lo ignoraré, soy buena en eso.
Cuando entro en la escuela todos posan su mirada en mí y eso hace que trage saliva y me aferre al brazo de Clem, a medida que voy caminando varias personas se acercan a saludarme, muchas chicas me tratan como si las conociera de toda la vida y los chicos me dirigían miradas seductoras de pies a cabeza.
—¿Que mierda está pasando?—Exclamo horrorizada.
Clementine saluda a todos con grandes halagos y yo sigo sin creer lo que está pasando.
—Todos cren que eres la novia de Chase, el jugador más sexy del grupo de fútbol americano, sin olvidar que le quitaste el puesto a Quinn, eres la sensación hermana.
Dejo soltar un grito ahogado jalando de Clem hacia el baño más cercano, al estar dentro cierro la puerta con seguro y miro a la chica de ojos azules con suplica en los míos.
—Clem, tienes que ayudarme a volver a ser yo.
Frunce el ceño—¿Qué? pero ¿Por qué querrías eso? ¡eres popular!
Niego con la cabeza—No lo entiendes, esta no soy yo, van a creer que me estoy colgando de su fama.
—¿Y desde cuándo te importa lo que piensen de ti?
—Desde que fingí tener sexo con Chase para dejar en su lugar a Quinn, nunca pense que esto llegaría a tanto.
—Está bien—Suspira con desaprobación—Te ayudare a que todos salgan despavoridos al verte, aunque sigo pensando que deberías sacarle provecho a esto de ser popular.
—¿Como le sacaría provecho a esta mierda?
Sonríe juguetonamente enrollando un mechón de cabello en su dedo índice—Dándole celos a Chase.
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I'm Not A Disney Princess!
RomanceSiempre hay un momento crucial en la vida de todo adolescente, en la mía...no sería la excepción. Sarcástica, malhumorada y con una pizca de egocéntrica. No pienso convertirme en una princesa por nada ni nadie y por supuesto mucho menos de manera li...