capítulo 8

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La luz de la luna entró por la habitación de Carolina, había estado toda la noche leyendo el libro que el maestro le dio para saber cómo juntar a los demás guardianes. Pero incluso habiéndolo leído seguía sin saber muy bien como.
Carolina se tumbó en la cama y se puso a pensar sobre como juntarlos, ya que ella la que más experiencia tenía.

-Ya sé cómo - dijo Carolina saltando de la cama

Carolina salió con mucho cuidado de la habitación para que nadie pudiera verla, ya que lo que estaba a punto de hacer era algo ilegal.
Bajó hasta la biblioteca que había en el sótano del templo. Allí estaba todo documentado, desde cómo empezó el origen de los guardianes, hasta el último de ellos e información de gente que podría poseer un guardián.
Carolina comenzó a rebuscar entre los guardianes más recientes y encontró cuatro fichas redactadas a mano, con fotos de lo que podrían ser los guardianes.

-Qué raro, falta uno - pensó Carolina extrañada - No está el guardián del espíritu del aire por ningún lado.

LA puerta de la biblioteca comenzó a abrirse lentamente y unas voces se escuchaban de fondo. Carolina no lo pensó ni un segundó y se escondía en lo alto de una de las estanterías. Eran muy grandes y sería difícil que la vieran allí arriba.

-¿Te has enterado ya? - dijo uno de los monjes del templo
-¿De qué? - dijo otro monje
-Están reuniendo a los guardianes de nuevo, parece que el espíritu del aire va a renacer muy pronto - dijo el monje algo preocupado
-Pues o se dan prisa o el espíritu arrasará con todo de nuevo - dijo el monje preocupado
-¿Cómo de nuevo? - dijo el monje sentándose en una silla
-Sí, hace 40 años no pudieron encontrar a los guardianes solo a dos de ellos, y no pudieron derrotar al espíritu del aire - dijo el monje mirando a todos lados por alguien le escuchaba
-¿Tan débiles eran? - preguntó el monje en voz baja
-o es eso, los guardianes necesitan a los otros para complementar su falta, te explico - dijo el monje cogiendo una hoja

El monje empezó a hacer un dibujo en el papel, un árbol, un rio, un volcán, la luna y en el centro de ellos aire.

-Mira, si el aire sopla con fuerza puede derrumbar un árbol, el árbol puede desviar el cauce de un rio, el rio enfriar la lava de un volcán y el vapor de esa lava ocultar a la luna llena. - Dijo el monje garabateando unas líneas - Si los cuatro están juntos el poder de cada uno puede ayudar en la inversa. La luna pude hacer crecer el agua de mares, ríos, lagos, esa agua puede alimentar a los arboles haciéndolos fuertes y robustos y esos árboles si están en armonía con el fuego pueden hacer que todo el aire desaparezca en una zona - dijo el monje dibujando líneas por todos lados
-Entonces si falta uno de ellos, esa fuerza desaparece, ¿verdad? - dijo el monje sorprendido
-Así es y hace 40 años, solo estuvieron los guardianes del agua y del fuego, dos elementos que son incompatibles en solitario y que necesitan al guardián del bosque para funcionar bien - dijo el monje guardando la hoja de papel.

Carolina escuchó toda la conversación con los monjes y sabía que tenía que hacer algo rápido y aunque fuera ilegal no podía dejar que se repitiera lo mismo.
Carolina se escapó por una de las ventanas superiores de la biblioteca y salió a la parte posterior del sótano, enseguida volvió a su dormitorio y comenzó a revisar las fichas de los guardianes.

"Nombre: Natalia Anderson
Edad: 17 años
Observaciones: posible candidata a guardiana de fuego
Motivos: absorbió un incendió entero y salvó a todos los alumnos de la graduación.
Estado actual: viva"

"Nombre: Johan Strauss
Edad: 17 años
Observaciones: posible candidato a espíritu del agua
Motivos: Por intentar a su hermanastra Ana de 14 años convirtió su cuerpo en agua y llevó a su hermanastras hasta la orilla"
Estado actual: vivo"

"Nombre: Marco Antonio Romero, conocido como Mark
Edad: 23 años
Observaciones: posible candidata a señor de la noche
Motivos: Salvó a dos chicas de unos matones, convirtió su cuerpo en sombra para asustar a los matones
Estado actual: vivo"

Carolina se saltó su ficha, ya que sabía muy bien su lugar en este sitio. Encendió el ordenador y comenzó a buscar información de estas personas por cualquier sitio. Finalmente encontró las direcciones de correo de todos ellos y lo mejor que podía hacer era enviar un mail a cada uno de ellos para ver si todo era cierto.
Tras enviarlos Carolina comenzó a ponerse nerviosa porque no sabía si tendría respuesta. Horas después tuvo la primera respuesta de la guardiana de fuego Natalia y al rato del espíritu del agua Johan. Pero Mark no respondía aún.

-No voy a quedarme quieta, iré a entrenar y ya miraré luego las respuestas.

Carolina abrió la ventana de su habitación y salió por ella para no toparse con el maestro y que la regañase. Al salir de la ventana miró hacia atrás y vio al maestro hablando con un chico que no había visto nunca. Su rostro le era familiar y la curiosidad podía con ella.
Bajó por la colina sin que nadie pudiera verla y se escondió cerca de la sala donde estaba el maestro. Abrió un poco la puerta para poder mirar el interior y vio como el maestro le clavaba una espada a que el desconocido, pero el chico seguía vivo y convertido en una especie de nube negra.

-Carolina pasa - dijo el maestro después de hablar con el chico
-¿Cómo sabía que estaba detrás de la puerta? - preguntó Carolina confusa
-Te falta mucho aún para superarme - dijo el maestro riendo - Te presento a Mark el señor de la noche - dijo el maestro con una amplia sonrisa

Carolina no supo que decir, no esperaba encontrarse con un guardián así tan de repente.
Por unos segundos Carolina se quedo mirando los ojos oscuros de Mark, hasta que una voz en su cabeza la hizo reaccionar.

-Hola, soy Carolina la guardiana del bosque - dijo Carolina nerviosa
-Hola soy Mark, y parece que tú correo era cierto - dijo Mark algo serio - No sabía que podía ser un guardián y me tomé tu correo a broma, lo siento - dijo Mark con un tono sincero

Mark soltó la mano de Carolina y enseguida amos se quedaron fijos mirando al maestro
No sabían nada respecto sus poderes, ni porque los tenían. Ya que aunque la familia de Carolina no era de este mundo sus poderes no eran de ninguno de los mundos. Y Mark hasta hace un tiempo era solo un informático.
El maestro se aclaró la voz y comenzó a explicar a cada uno los motivos por los que los guardianes antiguos los eligieron a ellos.

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