capítulo 52

1.7K 140 11
                                    


-¿Qué haces aquí Mariana? - dijo Carolina preocupada
-He venido a ayudar - dijo sonriendo - EL guardián es demasiado fuerte
-Lo siento, pero eres muy pequeña - dijo Carolina intentando llevarla fuera del templo
-Sabes, un muerto no puede morir ya, no me pasará nada - dijo sonriendo

Carolina se puso pálida al escuchar esas palabras, podía tocar a la niña, podía sentir su tacto, su aliento, su respiración. SU cuerpo estaba caliente, sus ojos brillaban con fuerza, no podía estar muerta.

-Sé qué piensas que no lo estoy, pero si lo estoy - dijo seriamente - ÉL me mató - dijo señalando al maestro

Todos miraron fijamente al maestro con cara de asombro. La niña seguía sería y tranquila mientras señalaba al maestro.

-No la conozco - dijo el maestro enfadado
-Año 800, monte de Singapur, estábamos aprendiendo artes marciales cuando una bestia nos atacó, escapaste y la bestia me atacó hasta destrozarme - dijo la niña seriamente - Desde entonces llevó buscándote por todo el mundo y la pequeña casualidad llegó a mí al encontrar a una de los cuatro elementos, no te guardo rencor, solo quiero decirte que has dedicado tu vida a una causa perdida
-Esto... ¿hola?, soy un guardián que quiere mataros y ¿paisas de mí? - Dijo molesto - Muy bien, avisadme cuando acabéis - dijo sentándose en el bordillo de la sala
-Es cierto - dijo el maestro - Olvidé eso, llevó muchísimos años viviendo - dijo el maestro
-Demasiados - dijo el guardián por lo bajo
-Solo quería decirte que no malgastes el poco tiempo que te queda, aquel hechizo se ha debilitado y tu vida corre peligro - dijo Mariana seriamente - Pero ahora lo importante es terminar esta locura.

El guardián se levantó imponente del bordillo, pesé a su forma de hablar, su altura, su tamaño, era bastante impresionante.

-Lo siento, pero no puedo pelear con esta forma - dijo mirando a todos lados

EL guardián empezó a volar en círculos y atravesó la pared en busca de algo.

-¿Qué hay en esa dirección? - preguntó Mariana curiosa
-La sala de entrenamiento - dijo Carolina confundida
-¡Ana! - dijo Johan echando a correr

Los demás dudaron unos segundos y echaron a correr detrás de Johan, pero cuando llegaron era demasiado tarde.

-Hola de nuevo amigos - dijo Ana sonriendo
-Hemos llegado tarde - dijo Johan cayendo al suelo
-Tranquilo, podemos con ella sin matarla - dijo Carolina sonriendo
-La última vez la mataste, ahora no hay otra oportunidad - dijo Johan a punto de llorar
-Está condenada la niña - dijo Mariana algo triste
-La salvaremos - dijo Carolina sacando el arco de madera - Mark, Nat, como la primera vez - dijo Carolina sonriendo

La flecha de Carolina salió volando directamente al brazo de Ana, Mark rodeo la flecha con oscuridad y Natalia la envolvió en llamas y justo antes de impactar con Ana explotó dejándola ciega durante unos segundos.
Carolina la cubrió de enredaderas y ramas, mientras Mark endurecía la madera con las sombras y Natalia estaba lista para prender fuego a todo, pero la madera se comenzó a partir y Ana quedó libre sin un solo arañazo.

-Esta vez es diferente - dijo Ana riendo

Carolina se había quedado sin ideas, tres elementos juntos y no ha funcionado.

-Johan ayúdanos - dijo Carolina sonriendo - Podemos salvarla
-No, no podéis - dijo Ana golpeando a Mark en el estómago y a Natalia en la cara

Ana sacó una espada con la hoja trasparente, era difícil de ver con la luz del sol, Ana fue directa a por Carolina y pesé a la habilidad de Carolina su espada se partió y la espada de Ana atravesó el cuerpo de Carolina

Los Cuatro Elementos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora