Mark entró al templo bastante doloroso pero sin heridas externas. Pero el dolor le hacía ir más despacio hasta terminar en el suelo del templo.
A esas horas poca gente pasaba ya por la entrada, por lo que era difícil que alguien lo viera hasta la mañana. Pero para su sorpresa alguien vino a recogerle.
Sin decir nada lo llevó hasta la enfermería y se marchó. Al tiempo el maestro, Carolina y Natalia aparecieron en la enfermería para ver cómo estaba Mark.-Ahora está dormido, no lo molesten - dijo la enfermera algo cansada
-¿Qué ha pasado? - preguntó Carolina nerviosa
-No lo sabemos, cuando vine estaba aquí sangrando, por lo que le hicimos un reconocimiento y encontramos esto - dijo la enfermera cogiendo una bandejaEl maestro se acercó a examinar el objeto y vio como una pequeña aguja de color negro con la punta brillante. La depositó en la bandeja y miró la herida de Mark cuidadosamente.
-¿Qué ocurre Maestro? - preguntó Natalia preocupada
-Necesitamos que se despierte cuanto antes - dijo alterado - Esto es grave, Carolina trae las placas hay que despertarlo
-Pero eso duele mucho y está herido - dijo Carolina preocupada
-Prefiero eso a que está noche pase algo peor - dijo el Maestro muy serio - ¡Las placas ahora!Carolina se asustó por el grito, pero aun así cogió las placas de la estantería y se las dio al Maestro.
Las placas eran unos pequeños trozos de metal con que emitían impulsos directamente al cuerpo para despertar o torturar a las personas.
EL maestro las agarró con unos guantes de goma y las acerco a los costados de Mark. Un gritó ensordecedor hizo que el Maestro tirase las placas al suelo y se quedase mirando a Mark algo sorprendido.-Lo siento chico, tenía que hacerlo - dijo el Maestro disculpándose - ¿Qué ha pasado?
Mark dudo en contar toda la verdad, pero debía hacerlo.
-Estaba en el tejado del templo y la señal de los elementos comenzó a sonar y en lugar de avisar fui a echar un vistazo - explicó Mark - Pero no resulto ser el espíritu del aire, sino otro diferente con mucha fuerza, conseguí que huyera, pero venía a atacar el templo y no recuerdo mucho más - dijo Mark sentándose en la cama.
-Esto es malo, nunca había pasado esto - dijo el Maestro nervioso - Estamos jodidos, no podemos hacer frente a esto
-Cálmese Maestro, podemos con ellos, solo era uno - Dijo Mark sonriendo
-No lo entiendes, si hay uno, habrá más y no podemos hacer frente a tantos - dijo el Maestro enfadadoDe repente el teléfono de Mark comenzó a emitir pitidos muy seguidos y cada vez más cortos, pero más repetitivos.
-¿Qué pasa? - preguntó Carolina mirando el móvil sin entender nada
-Maestro, llame a todos los guerreros de clase A y los de clase B que protejan a los demás - dijo Mark saliendo de la enfermería - Vosotras dos conmigo ahoraNadie sabía muy bien que pasaba, pero no discutieron las órdenes de Mark.
Mark llevó a Carolina y a Natalia a su habitación y les dio un pequeño reloj a cada una.-Con esto nos encontraremos, van a atacar el templo en menos de diez minutos, tenemos que luchar - dijo tapándose la herida con unas vendas
-Tú no puedes - dijo Natalia frenándole la mano
-Solas no podréis tampoco, por lo menos tres haremos algo más - dijo Mark apartando la mano de Natalia
-Tiene razón, así no sales - dijo Carolina con los ojos vidriosos - ¿y si te pasa algo? ¿Y si mueres? ¿y si...? - y con un beso Mark corto a Carolina haciendo que sus lágrimas cayeran por sus mejillas.Mark se separó un poco de Carolina y la miró a los ojos fijamente.
-Todo está bien, podemos hacer algo, ya lo verás - dijo Mark sonriendo
Y sin dejar que Carolina diga nada, Mark salió corriendo hacia la entrada del templo. Carolina rozó sus labios con su mano, sin saber muy bien si ese beso había sido de verdad. Pero al ver a Natalia con la boca abierta supo que sí.
-¿Vamos a quedarnos aquí diciendo lo que ha pasado o vamos a luchar? - dijo Carolina sonrojada
-Vamos a luchar, lo otro me lo cuentas después - dijo Natalia sonriendoAmbas fueron a sus habitaciones a coger las armas y se reunieron con Mark, el maestro y los guerreros de clase A en la puerta del templo.
No había un plan, no había muchas posibilidades, pero harían lo que pudieran por frenar el ataque.-Los guardianes por el centro, es donde más actividad hay - dijo el maestro señalando una de las calles - Los demás dividiros en tres grupos, uno con los guardianes, otro por aquel camino y los demás defended el templo.
Todos se separaron y fueron a su camino asignado. Nunca habían trabajado en equipo, solo habían peleado entre ellos. Pero esta vez debían organizarse a la perfección.
-No nos arriesgaremos, no quiero que nadie muera - dijo Carolina cogiendo una flecha
-Son muy fuertes y rápidos, evitad que os agarren y sobretodo evitad las patadas - dijo Mark mirándose las vendasMark había ido tal cual salió de la enfermería un vaquero negro con unas convers negras y blancas y las vendas cubriendo el abdomen.
Natalia había cogido su Katana, y se había puesto la ropa que usó en el torneo y Carolina decidió ir con un chaleco de cuero marrón y unos pantalones verdes muy flexibles juntos a unas botas marrones. Como arma eligió la espada y el arco.
No sabían si eligieron bien, pero es la primera vez que pelean tan enserio y no sabían cómo equiparse.
Mark comprobó el teléfono y varios puntos se acercaban a ellos.-¿Son muchos? - preguntó Carolina mirando sin entender el teléfono
-Cada punto es uno, ahora mismo hay veinte puntos viniendo hacía aquí - dijo Mark muy serio
-Los veo- dijo Natalia temblando
-Tranquila, igual que si fuera contra mí - dijo Carolina sonriendoPoco apoco se iban acercando y los guardianes junto a los guerreros se preparaban para su primera pelea contra los soldados del espíritu del aire.
Esperemos que todo acabe bien
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Los Cuatro Elementos
FantasyLa historia comenzó hace 400 años o quizás más, en mi memoria no hay espacio para fechas sino para hechos. Y este hecho trató sobre cuatro jóvenes con dones especiales. Una maestra del fuego, un espirito del agua, una guardiana del bosque y el señor...