capítulo 31

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-¿Johan que ha pasado? - preguntó el maestro al entrar en la sala
-Nada, déjelo - dijo sentándose en el suelo del tatami
-Sé que has pasado por un mal momento, pero necesito que confíes más en nosotros - dijo el maestro acercándose - No te pido en ellos, sino quieres, pero si en mí
-Es difícil de explicar y me he dado cuenta de que Carolina pega realmente fuerte - dijo Johan levantándose la camiseta
-¿Aún no te has curado? - preguntó el maestro sorprendido
-No, y duele mucho, suelo curarme al instante - dijo Johan bajándose la camiseta

EL maestro se quedó pensativo, era la primera vez que veía que un guardián anulaba tanto a otro.

-¿Dijiste algo fuera de lugar? - preguntó el maestro pensativo
-Bueno, quizás toda la pelea estuvo fuera de lugar, la enfadé mucho - dijo bajando del tatami - No esperaba que ella tuviera tanta fuerza
-Es la mejor ahora mismo, y todos tenéis que conseguir al menos un cuarenta por ciento de su poder - dijo el maestro sacando una Tablet que le dio Mark - Verás aquí voy anotando vuestro poder y claramente Carolina está muy por encima de todos
-Natalia ha peleado contra ella y ha durado - dijo Johan recordando el combate
-Bueno, Carolina no suele pelear al cien por cien - dijo acercándose a la puerta - Compórtate como un guardián, está tarde es la primera reunión de los guardianes en el salón principal, no faltes - dijo el maestro saliendo de la sala de entrenamiento
-Vaya mierda de sitio - dijo Johan dando una patada al suelo

Mientras en otro sitio Mark, Carolina y Natalia estaban hablando tranquilamente después de la pelea.

-¿Qué te ha parecido Johan? - preguntó Natalia mirando a Carolina fijamente
-Que mirada tan fija - dijo Carolina riendo - Bueno, le queda mucho por aprender
-Más bien debe empezar, ahora mismo es el que tiene el poder más bajo de los cuatro y es uno de los más importantes - dijo Mark mirando el móvil
-Bueno todos debemos empezar, y el primer día no vamos a pedirle un tsunami en el la sala - dijo Carolina sonriendo
-Pero su actitud no va a ayudar mucho, está muy raro - dijo Natalia levantándose de la mesa - Espero que mañana sea mejor
-¿A dónde vas? - preguntó Carolina con una sonrisa picara
-Eh...A dar una vuelta - dijo sonrojada
-Corre - dijo Carolina sonriendo

Mark y Carolina se quedaron solos en el parque mirándose fijamente con una pequeña sonrisa

-Es difícil estar a solas en este sitio - dijo Mark sentándose al lado de Carolina
-Lo sé, tenemos que estar muy juntos todos - dijo Carolina sonrojada
-Sabes, cuando te vi me parecías una chica dura, sin sentimientos, capaz de destrozar todo a su paso con la elegancia que te caracteriza - dijo Mark mirando a Carolina a los ojos
-Bueno...No sé si decir que bonito o darte una torta por llamarme insensible - dijo Carlina mirando a Mark con duda
-Iba en plan bonito - dijo Mark sonriendo
-Mmmm...Creo que prefiero esto - dijo Carolina empujando a Mark al suelo y cayendo ella encima de él

Los labios de Carolina se juntaron con los de Mark disfrutando de esos cortos segundos en los que estaban solos y podían demostrar lo que sentían sin ocultarse ante nadie. En los que solo existían ellos

-Insensible no eres - dijo Mark separando los labios de Carolina - Pero algo bruta sí - dijo riendo y agarrando a Carolina por la cintura
-Pero bueno, como te atreves- dijo Carolina sonrojada
-Anda calla ya brutita - dijo Mark besando a Carolina

Mark y Carolina se quedaron tumbados en el suelo del parque disfrutando de ese tiempo a solas hasta la hora de la reunión
EL sol comenzó a ponerse y los cuatro elementos estaban esperando al maestro en el salón principal. EL ambiente era algo tenso y más desde que Johan llegó al salón. Todos esperaban que esa tensión se pasase con el tiempo. Natalia había llegado un poco más tarde, pero vino con una sonrisa de oreja a oreja.
Tras un rato esperando el maestro llegó con un montón de papeles en las manos

-Bueno, desde hoy las cosas van a ser algo diferentes, ya que estamos todos podemos comenzar - dijo el maestro sonriendo con malicia - Veréis los cuatro elementos rara vez se han juntado, ya que el destino los coloca en puntas dispares del mundo y es difícil localizarlos, pero esta vez gracias a Carolina todos habéis venido por cosas del destino - dijo el maestro felicitando a Carolina - Ahora toca lo difícil, tenéis que entrenar día y noche para conseguir tener un cuarenta por ciento del poder de Carolina - dijo el maestro hasta que fue interrumpido
-¿Y con quien compara el poder de ella? - preguntó Johan algo aburrido
-Su poder se mide con el mío - dijo el maestro molesto por la interrupción
-Usted no es un guardián, ¿Cómo puede tener más poder que ella? - preguntó Johan desafiante
-Llevo entrenando guardianes antes de que tus tarataratabuelos nacieran asique no vengas ahora así Johan - dijo el maestro a punto de enfadarse
-De acuerdo - dijo Johan apoyándose en la cabeza en las manos
-Uff, sigamos - dijo el maestro relajándose - Está es la clasificación, la primera es Carolina con un ochenta por ciento de su poder total, luego va Mark con un diez por ciento y luego Natalia con un nueve y por ultimo Johan con un uno - dijo el maestro releyendo los datos - Os queda mucho a vosotros tres, por eso, cada día uno de vosotros peleará con Carolina para volver a medir su poder
-Tengo una duda maestro - dijo Natalia levantándose - ¿Cómo es que con menos poder que Carolina he podido igualarla en combate varias veces e incluso sacar la armadura? - preguntó Natalia curiosa
-Verás eso ha sido difícil de averiguar, pero tiene explicación - dijo el maestro cogiendo varias hojas de la mesa - Veréis cuando vuestra vida peligra los guardianes rompen el sello y os dan el cien por cien del poder, pero al pasar el peligro el sello regresa, por eso ahora tu poder es mucho más bajo que el de ella - explicó el maestro mostrando unos informes
-Entonces basta con quedar medio muertos para ganar, ¿no? - dijo Johan levantándose
-EL poder no solo depende el guardián, también de la persona y su afinidad con él, en tu caso medio muerto no pasaría nada - dijo el maestro enfadado - Sin entrenar no harás nada
-Maestro cálmese - dijo Mark levantándose - No estamos para discutir
-Tienes razón, lo siento - dijo el maestro calmándose otra vez - Hoy quiero que Mark y Carolina peleen para actualizar los datos y luego hablaremos de lo que ocurrió anoche

Todos se dirigieron a la sala de entrenamiento, incluido los monjes que había en el templo para ver pelear a Carolina otra vez más.
En el tiempo que Carolina había estado en el templo había derrotado a cada uno de los monjes a excepción del maestro y cada vez que peleaba se juntaba mucha gente solo para verla.

-Espero no matarte - dijo Carolina guiñando un ojo a Mark
-Yo también lo espero - dijo Mark sonriendo

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