capítulo 12

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Natalia no había podido dormir en toda la noche, el sueño con aquella llama la había dejado muy intrigada. Y aquel templo tan misterioso, estaba deseando ir a verlo y poder saber porque le atrae tanto.
Sus padres aún dormían tranquilamente, y Natalia llevaba media hora mirando por la ventana el templo. Había visto como desde hace un rato dos jóvenes están hablando en la entrada. Uno de ellos era una chica joven, morena, con un arco a la espalda. Y el otro era un chico de cabello oscuro con un traje apoyado en la puerta del templo.
Natalia los había observado durante un buen rato y tenía curiosidad de saber que decían, ya que ambos parecían de mundos opuestos.
Natalia se preparó el desayuno y salió a la terraza del apartamento a desayunar mientras seguía mirado el templo. Su pelo rojizo se volvía más intenso con la luz del amanecer y su piel blanca había comenzado a tostarse con el sol del día y sus ojos marrones tenían reflejado la imagen del templo. Su mente había comenzado a viajar hacía mil lugares y solo quería acabar en ese extraño templo.

-Buenos días - dijo la madre de Natalia aún dormida
-Buenos días mamá - dijo Natalia sonriendo - ¿Habéis dormido bien? - preguntó Natalia sonriendo
-Es diferente a nuestra cama - dijo su madre sonriendo - ¿Qué haces?
-Estaba desayunando y viendo el templo, me gustaría ir a verlo - dijo Natalia muy animada
-Pues en un rato bajamos y vamos a verlo - dijo su madre yendo a la cocina

Natalia estaba muy contenta, por fin sabría qué es lo que esconde el templo. Se quedó mirándolo un rato más hasta que se levantó y fue a vestirse para salir. Había elegido unos pantalones vaqueros cortos de color negro y una camiseta blanca de tirantes, se miró en el espejo y no estaba muy segura si era lo más apropiado para un templo tan antiguo, peor el calor de la ciudad la estaba matando. Se maquilló un poco y se sentó a ver MTV mientras sus padres terminaban de vestirse para salir.

-Ya estamos listos - dijo el padre de Natalia - Cuando quieras salimos
-Pues vámonos ya - dijo Natalia cogiendo el bolso y la cámara de fotos

Natalia salió la primera y era normal ya que era la que más prisa tenía para ir al templo. No sabía muy bien como llegar, pero por la ubicación de la terraza Natalia encontró unas escaleras por las que subir a lo alto de la montaña.

-Creo que es aquí - dijo Natalia sonriendo
-No corras tanto, tenemos todo el día - dijo su madre sonriendo

Al acercarse a las escaleras el rostro de los padres de Natalia cambiaron completamente.

-Es muchísimo hasta arriba - dijo la madre de Natalia
-No hay que correr, "tenemos todo el día" - dijo Natalia imitando a su madre con una sonrisa
-Bueno, pero no corras - dijo su madre algo avergonzada

Natalia no podía esperar, y subía los escalones de tres en tres. Poco a poco iba dejando a sus padres detrás y se quedó sola mientras subía. Sabía que estaría bien ya que solo hay que ir todo recto hasta el templo. Cada paso era más pesado que el anterior y la estaba costando llegar hasta arriba, y mientras paró para coger aire su móvil comenzó a sonar.

-¿Sí? - dijo Natalia sorprendida
-Tu padre y yo nos quedamos por aquí abajo, estamos muy cansados, saca buenas fotos - dijo la madre de Natalia alegremente
-Está bien mamá - dijo Natalia resoplando un poco - OS veo abajo luego

Natalia siguió subiendo y mientras subía la joven morena que vio por la ventana se cruzó con ella y sus miradas estuvieron fijas unos segundos, hasta que la chica morena sonrió levemente y siguió bajando. Natalia estaba muy despistada y no entendía aquel gesto, pero siguió subiendo sin parar hasta llegar a lo alto del templo.

-Por fin he llegado - dijo Natalia cogiendo todo el aire que podía
-Bienvenida al templo de los cuatro elementos, un gran sitio turístico y lleno de mágica y cultura - dijo un anciano sonriendo - Soy el maestro del templo
-Soy, Natalia - dijo recuperando el aliento
-Encantado de conocerte, ¿quieres un guía para ver el templo? - dijo el maestro sonriendo
-Está bien - dijo Natalia alegremente

El maestro comenzó enseñándole la entrada del templo y contándole parte de la historia de los maestros antiguos, aunque Natalia intentaba prestar atención no dejaba de buscar al chico y a la chica que vio por la ventana.

-Hace años, hubo una guerra y los cuatro elementos tuvieron que luchar para proteger el mundo y que hoy podamos seguir como si nada - dijo el maestro sonriendo
-Perdone que le interrumpa, la joven morena del arco que bajaba, ¿vive aquí? - preguntó Natalia directamente
-Sí, es mi nieta, vino a pasar una temporada aquí - dijo el maestro sonriendo - Ven conmigo, quiero contarte una cosa

Natalia sin dudarlo siguió al maestro por los pasillos del templo hasta llegar a una enorme biblioteca.

-Aquí tenemos toda la información sobre los que fueron, los que son y serán los nuevos cuatro elementos, puedes echarle un vistazo si quieres - dijo el maestro sonriendo
-Pero esos cuatro elementos, ¿aún existen? - preguntó Natalia sorprendida
-Claro, cada cierto tiempo cuatro personas de todo el mundo son elegidas para ser uno de los elementos y nuestro deber es buscarlos y enseñarles cómo manejar sus poderes - dijo el maestro algo inquieto
-¿Pasan mucho tiempo aquí? - preguntó Natalia dejando el libro que le dio el maestro
-Depende de cómo sean - dijo el maestro molesto
-¿Y si yo fuera uno como lo sabría? - preguntó Natalia cogiendo el libro
-Si has pasado por algo que no puedes explicar, posiblemente seas uno - dijo el maestro más calmado

Natalia comenzó a leer el libro que le dio el maestro y en un segundo el libro se le cayó al suelo y sus ojos se abrieron como dos platos.

-¿Soy una de ellos? - dijo Natalia con la voz temblorosa
-Así es, en aquel incendio lo dejaste claro al apagar todo el incendio tu sola - dijo e l maestro acercándose a Natalia
-Entonces, la chica morena y el chico del traje, ¿También lo son? - preguntó Natalia sorprendida
-Así es, ambos son guardianes y solo falta uno más para estar los cuatro - dijo el maestro recogiendo el libro de los pies de Natalia - Ahora mismo la chica morena está hablando con tus padres y contándoles todo esto, para que puedas quedarte si quieres, necesitamos a los cuatro guardianes juntos - dijo el maestro sonriendo
-No se, tendría que pensármelo bien - dijo Natalia con la voz temblorosa - No es algo que tuviera pensando cuando subí las escaleras - Dijo Natalia mientras salía de la biblioteca

Natalia comenzó a bajar las escaleras del templo con la mente ocupada en decidir qué hacer, cuando la chica morena volvió a subir, pero esta vez no hubo ninguna sonrisa, ya que su cara al ver a Natalia era de preocupación

Los Cuatro Elementos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora