capítulo 21

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El sol entró rápidamente por la ventana de la habitación de Johan, quién había estado despierto toda la noche. No pudo dejar de pensar en aquel destello, en el correo, en su hermanastra, en lo que pasó en la playa.
Ana se había quedado a dormir muy cerca de él pero apenas llegaban a rozarse. Johan se levantó de la cama y empezó a preparar el desayuno para toda su familia.
Johan echaba de menos despertarse con el sonido de las olas, el sonido de los coches no era igual.
Mientras seguía dándole vueltas a todo terminó de preparar el desayuno y parecer ser que el olor de las tostadas deportó a Ana.

-Buenos días hermano - dijo Ana mientras se frotaba los ojos
-Buenos días - dijo Johan algo más animado
-Que buena pinta tiene todo - dijo Ana mirando el desayuno que Johan había preparado
-Bueno, son tostadas y café - dijo Johan algo sonrojado
-Pero las hiciste tú y eso las mejora - dijo Ana abrazando a Johan

Ana y Johan empezaron a desayunar hasta que sus padres se levantaran y salieran a conocer la ciudad. Los dos hermanos disfrutaron de un desayuno juntos, tranquilos y sin preocupaciones.

-Ojala este momento no termine nunca - dijo Ana sonriendo- Me gusta estar a solas contigo

Johan se limitó a sonreír a Ana, no sabía muy bien que responder en ese momento
Cuando acabaron de desayunar se fueron a preparar para cuando sus padres se levanten salir rápidamente y tras una larga espera por fin se levantaron y pudieron salir a dar una vuelta por la ciudad.
El primer sitio que todos quedaron de acuerdo en ver era el templo que estaba más cerca de lo que pensaba Johan anoche.
Al ver la gran cantidad de escaleras se echaron un poco atrás pero Johan no se lo pensó mucho y empezó a subir sin problema. EN algunos puntos había un pequeño parque donde muchos niños vestidos con túnicas jugaban y la pareja que se topó anoche estaban con ellos.

-¿Eran estudiantes de aquí? - dijo Johan sin quitarles la vista de encima
-¡Bienvenidos al templo de arte y mente! - gritó un joven entusiasmado
-Más calmado, así asustarás a nuestros invitados - dijo el maestro riendo
-Pues sí, casi muero de un infarto - dijo Johan con el pulso acelerado
-Bienvenidos al templo, soy el maestro de esté templo y si queréis podéis verlo tranquilamente o una visita guiada - dijo el maestro sonriendo
-Una visita guiada está bien - dijo la madre de Johan sonriendo
-Perfecto, seguidme - dijo el maestro echando a andar al interior del templo

El maestro fue avanzando por las salas mostrándoles a lo que se dedican y grandes cuadros y esculturas que tenían en el templo. Pero Johan por un momento se quedó mirando a una chica con el pelo rojo como el fuego, vestida con la túnica del templo y con una espada en la mano.
Un golpe en el estómago sacó a Johan de su distracción

-Atento a lo que dicen - dijo Ana molesta
-Perdón - dijo Johan sonriendo
-Mucha gente viene desde lugares lejanos solo para ver este templo y escuchar las grandes historias que contienen sus muros - dijo el maestro mirando a Johan fijamente -Hoy celebramos un pequeño torneo, donde los alumnos se ponen a prueba para pasar al siguiente nivel, puedes participar si quieres, solo como excepción hoy - del dijo el maestro a Johan
-Bueno, no sé, nunca he peleado - dijo Johan sorprendido
-Tranquilo, las armas que usamos aquí no hacen daño alguno - dijo el maestro sonriendo
-Venga, será divertido - dijo su familia al unísono
-De acuerdo, participo - dijo Johan nervioso

El maestro se llevó a Johan a una pequeña sala, donde le dio ropa más cómoda y unas pequeñas instrucciones.

-Debes darlo todo Johan, espero grandes cosas de ti - dijo el maestro saliendo de la habitación - Cuando estés listo sal por aquí

Johan se había quedado un poco confuso, no sabía muy bien que decir respecto a eso. Terminó de vestirse y salió pro al puerta que el maestro le dijo.
Aquella puerta daba a una sala con un tatami en el centro y toda ella rodeada de armas y unas gradas donde su familia estaría viéndole.

-Hola a todos los alumnos y nuestros visitantes - dijo el maestro sonriendo - Hoy se celebra el torneo de ascenso, donde los nuevos pondrán a prueba todo lo aprendido y eso marcará su camino para poder convertirse en guardián del templo - dijo con una sonrisa - Tenemos que dar el mejor espectáculo para nuestros visitantes y para un participante de última hora

Todos se giraron hasta donde estaba Johan muerto de nervios y sin saber dónde meterse

-Bien, Johan, puedes sentarte allí mientras - dijo señalando una fila donde solo había tres personas más, la pareja de la otra noche y la chica del pelo de fuego y por fin Johan se dio cuenta de algo, todos tenían un traje en color blanco, menos aquellas tres personas y él que lo tenían de color, negro, marrón, rojo y él lo tenía de color azul oscuro

En ese momento Johan pensó que sería por dejarle alguno sin importar el tono, que podía mostrar el rango de cada participante. Johan se sentó algo apartado de las tres personas que había en la fila y se quedó observando a los participantes del torneo.
Los combates eran rápidos, costaba mucho seguir el ritmo de los alumnos y eso que solo eran los aprendices. Los combates pasaban y los nervios de Johan aumentaban, no sabía en que momento tendría que salir a luchar, pero duraría poco contra esos chicos.

-¿Nervioso? - preguntó Mark acercándose a Johan
-Eh...Bueno...Si- dijo Johan nervioso
-Ya veo - dijo Mark riendo - Ven con nosotros - dijo señalando a las dos chicas que le acompañan - Por cierto soy Mark
-Johan, encantado - dijo estrechándole la mano

Johan se acercó junto con Mark a donde estaban todos.

-Hola soy Carolina - dijo dándole dos besos a Johan
-Y yo Natalia - dijo mientras le daba dos besos también

Johan estaba ahora más nervioso y un pequeño escalofrío le recorrió la espalda haciendo que se girase y vio a Ana algo seria.

-Creo que el maestro no te ha explicado muy bien a lo que has venido, ¿verdad? - dijo Mark sonriendo
-Solo me ha invitado al torneo, pero no sé qué debo hacer - dijo Johan algo más tranquilo
-Te explico rápido, el torneo que estas bien es para los nuevos, para poder seguir subiendo y mejorando, nosotros aquí solo estamos para ver, las armas que ellos usan no producen ningún daño, ni heridas y después de este pues...- dijo Mark hasta que fue interrumpido
-Estás hablando demasiado Mark - dijo Carolina seriamente - No estropeemos las sorpresas
-Vale, tienes razón, solo observa y aprende - dijo Mark sonriendo

Johan no entendía nada de lo que le estaban diciendo, y mucho menos porque ellos estaban aquí sin no iban a hacer nada.
Un fuerte silbido sonó por toda la sala haciendo que muchos se quejasen del ruido.

-Bien, hemos finalizado la prueba, un aplauso para los ganadores - dijo el maestro aplaudiendo - Podéis ir con los más veteranos, os lo habéis ganado y los demás seguiremos entrenando duramente para que podáis ir con vuestros compañeros - dijo con una sonrisa- Ahora empieza el reto de los cuatro elementos, por favor subid vosotros cuatro aquí - dijo el maestro señalándolos

Johan consiguió llegar a duras penas al tatami, estaba muy nervioso y no sabía que tenía que hacer.

-Bien, hace muchísimos años cuatro jóvenes fueron elegidos para derrotar al espíritu del aire en una gran lucha, y cada cierto tiempo, estos guerreros renacen y forman un nuevo equipo - dijo el maestro mirando a las gradas - Hoy me enorgullece presentaros a los cuatro elementos - dijo señalando al grupo

Johan estaba perfidísimo, no sabía que esto iba a se runa obra de teatro y a él actuar se le da muy mal

-Estos cuatro jóvenes lucharan entre ellos para daros una demostración de su poder, asique veamos como repartimos los combates - dijo el maestro mirándolos - Bueno ya lo tengo, Carolina y Mark vosotros empezáis - dijo sonriendo -No rompáis nada, ha costado mucho arreglarlo
-De acuerdo - dijo Carolina cogiendo una espada

Johan salió del tatami junto con Natalia para ver como Carolina y Mark hacían una pequeña obra untos

Los Cuatro Elementos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora