capítulo 10

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Johan y Ana seguían solos en casa, sus padres aún no habían regresado y se habían quedado viendo una película los dos juntos.
Ana estaba apoyada en el hombro de Johan acurrucada a su lado con una sonrisa en la cara.
Johan estaba viendo la película tranquilamente mientras vigilaba que su hermana no se quedase muy dormida.

-Ana, sube a tu cuarto, te estás durmiendo - dijo Johan agitándola suavemente

Ana no dio señal de estar despierta, tras comprobarlo llamándola un par de veces más Johan decidió subirla a su cuarto. La cogió en brazos y la llevó hasta su cuarto, para que pudiera descansar bien.
Ana tenía el sueño muy profundo y era difícil que se despertase ya hasta la mañana. Johan la tumbó con cuidado en la cama y sin hacer ruido salió de la habitación y fue a la suya. Encendió el ordenador y comenzó a buscar cuanto tardarían en llegar hasta el centro del país cuando salieran pasado mañana. Johan no estaba muy ilusionado con el viaje ya que se quedaría sin sus queridas olas el tiempo que estuviera en la ciudad. Pero está bien cambiar de destino de vez en cuando.
Johan se levantó de la mesa y fue a la estantería a coger un par de libros sobre cómo encontrar grandes olas. Se tumbó en la cama y comenzó a leer los libros.
Tras unas horas leyendo la puerta se abrió lentamente, Ana estaba medio dormida apoyada en el marco de la puerta de la habitación de Johan.

-¿Puedo dormir contigo esta noche? - preguntó Ana medio dormida
-Bueno, puedes tumbarte un rato si quieres - dijo Johan echándose a un lado

Ana se acercó hacía su lado y le dio un suave beso en la mejilla y se acurrucó entre el hombro de Johan.
Johan quería mucho a su hermanastra, y le gustaría que no fueran hermanos para poder estar juntos, pero son hermanos y debe tener cuidado ya que Johan es el mayor y debe ser lo suficientemente responsable para ello.
Pero el cansancio pudo con Johan y se quedó dormido abrazado a Ana.

Johan se encontraba subido en su tabla, rodeado de agua por todos lados sin ver tierra en ningún sitio. De repente unas burbujas comenzaron a salir desde el fondo del mar y una figura azulada salió del agua.

-Hola Johan soy Deva diosa del agua, he venido para ayudarte con tu misión-dijo Deva sonriendo
-¿Qué misión tengo que hacer? - preguntó Johan poniéndose en pie en la tabla
-En unos días tu vida puede cambiar, pero no debes asustarte, acéptalo y aprende - dijo Deva sonriendo

Sin Johan darse cuenta una enorme ola se acercó hacía él, era la ola que llevaba esperando desde hace tiempo, pero en el final de la ola estaba Ana desmayada encima de la tabla.
La tabla de Johan no se movía del agua y sin pensarlo se lanzó al agua de cabeza y fue nadando todo lo rápido que podía, peor las olas le echaban hacía atrás

-Solo puedo ir por un sitio - pensó Johan mientras cogía aire.

Johan comenzó a bucear y a pensar en que podría llegar sin salir, pero el aire se le escapaba con cada brazada que daba. Y en un segundo el cuerpo de Johan se fundió con el agua y de una sola braza estaba junto con Ana.

-Tranquila, estoy contigo - dijo Johan abrazándola mientras la ola rompía sobre su espalda enviándolos al fondo

Johan abrió los ojos sobresaltado y se encontraba en su cuarto abrazado a Ana y empapado en sudor.

-Solo había sido un sueño - dijo en voz baja - Pero ha sido tan real.

Johan se levantó con cuidado y fue al baño y al mirarse en el espejó vio rozaduras y marcas del golpe del agua sobre su cuerpo.
Johan estaba muy extrañado y ya le estaba costando distinguir la realidad de los sueños, el correo, Deva en medio del océano y aquella ola gigante, sin contar que se fusionó con el agua para salvar a su hermana.
Johan volvió a su habitación y vio a su hermana dormida profundamente y una sonrisa se dibujó en el rostro de Johan.

-La quiero y quiero estar con ella sin importar como - dijo abrazándola por la espalda suavemente y besándola en la mejilla.

Pese a estar dormida a Ana s ele dibujó una sonrisa en el rostro y apretó con fuerza el brazo de Johan que rodeaba su cintura.

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