capítulo 14

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La luz del sol entraba por el templo, el aire era muy cálido y enseguida despertó a Carolina.
Se levantó de la cama y bajó la persiana hasta abajo, pero el calor ya había entrado y no la dejaba dormir.

-Joder, que calor - dijo gruñendo - No podría ser todo esto en invierno, tenía que ser en verano.

Carolina se puso algo de ropa, ya que estaba durmiendo en ropa interior y bajó hacía el salón principal del templo.
Allí se encontraban los nuevos monjes aprendiendo comportamientos correctos y artes marciales.

- Una mente fuerte en un cuerpo sano es la mejor de las armas- repetía el maestro mientras corregía las posturas de los jóvenes.

Carolina siguió avanzando por los pasillos hasta llegar al comedor, donde aún estaban limpiando para abrirlo a los huéspedes. EL templo era un gran sitio para vivir, pero a veces se hacía difícil vivir en él.

-Buenos días Carolina - dijo Mark sonriendo - Has madrugado mucho hoy
-EL calor no me dejaba dormir - dijo mientras miraba a Mark de arriba abajo - Asique aprovecharé el día hoy, ¿y tú? ¿Qué haces tan temprano aquí? - preguntó Carolina sonriendo
-Bueno anoche intente conectarme a la red, pero aquí no hay, asique fui a casa a traerme un pequeño equipo para poder conectarme a internet - dijo sonriendo
-Y...- Comenzó Carolina pero fue interrumpida
-¿Quieres usarlo también? - preguntó Mark sonriendo
-Bueno, uso el móvil como punto de acceso, pero iba a preguntar si has ido en pijama a casa - dijo Carolina aguantándose la risa
-Estaba cerca y parece ropa normal ¿no? - preguntó Mark mirándose
-Bueno, digamos que una camiseta de Marvel y un pantalón con el logo por todos lados se sabe que es un pijama si o si - dijo Carolina riendo

Mark se puso colorado y tras despedirse rápidamente se fue por las escaleras para llegar a su dormitorio.
Carolina comenzó a reírse y entró en el comedor, que ya había abierto.

-Buenos días Carolina, ¿lo mismo de siempre? - preguntó la cocinera
-Sí, estaría bien, gracias - dijo Carolina cogiendo una bandeja

Tras coger su desayuno típico de tostadas y cereales, se sentó sola en una mesa a desayunar tranquila. Mientras desayunaba su móvil comenzó a sonar.

-¿Si? Quien es - preguntó Carolina
-Hola, soy Natalia, perdona que llame tan pronto, pero quiero hablar en persona contigo - dijo Natalia con tono de preocupación
-De acuerdo, nos vemos dentro de una hora en las escaleras del templo - dijo Carolina colgando algo preocupada.

En otra parte de la ciudad Natalia no sabía muy bien como sentirse. Por eso llamó a Carolina, necesitaba algunas respuestas. Tenía demasiadas dudas de si todo era real.
Natalia comenzó a prepararse mientras su mente se seguía llenando de dudas.

-EL incendio, ¿era real? - se preguntó a si misma - Las quemaduras, ¿me llegó el fuego a rozar? - se dijo nerviosa

Su cuerpo comenzó a calentarse y el agua de la ducha comenzó a evaporarse cuando tocaba su piel. Natalia salió rápidamente de la ducha y vio que hasta su pelo se había secado.

-Esto es muy raro - se dijo asustada

Natalia se vistió y bajó hacia el templo a esperar a Carolina.
EL calor apenas le afectaba, se encontraba muy cómoda en el sol, aunque todo el mundo estaba sudando.
Cuando llegó a las escaleras vio a Carolina bajar por ellas. Natalia estaba muy nerviosa y no sabía cómo actuar.

-Buenos días Natalia, ¿Qué tal? - preguntó Carolina
-Con muchas dudas, hay algún sitio cómodo para hablar - preguntó Natalia
-Claro, vamos a un sitio más fresco - dijo Carolina acalorada

Carolina tomo un camino que había a su derecha y Natalia la siguió algo temblorosa, no sabía cómo hacer cada pregunta y no sabía si quería oír la respuesta.
Carolina la estaba hablando, pero Natalia no se enteró de nada.

-Natalia, ¿me oyes? - preguntó Carolina
-Eh...sí, sí, perdón - dijo Natalia sonrojada - ¿Qué me decías?
-Si aquí te parece bien - dijo Carolina sonriendo
-Claro - dijo Natalia nerviosa

Natalia y Carolina se sentaron en un banco de piedra que había en el parque y empezaron a hablar de todas las dudas que ocupaban la mente de Natalia. Eran demasiadas, pero Carolina sabía que tipo de respuesta dar a cada una de ellas y poco a poco el rostro de Natalia fue cambiando a mejor, estaba más sonriente. Y sabía ya que hacer.





PD:disculpad la tardanza. Espero que os guste el cap y sigáis leyendo los demás. Un saludo a todos

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