capítulo 24

2.9K 215 8
                                    

Carolina y Natalia se sometieron a una revisión en el médico del templo para ver los golpes que tenían y si se habían roto algo.
Mientras unos obreros empezaban a reparar la sala del templo por segunda vez.

-¿Cómo estáis? - preguntó Mark entrando en la habitación de Carolina y Natalia
-Bien, si solo son unos pequeños golpes, pero bueno, así descansamos algo - dijo Carolina sonriendo
-Bueno, yo tengo que seguir entrenando, no soy tan chulo como otras dos - dijo Mark sonriendo
-¡Espera! - dijo Natalia incorporándose un poco
-¿Qué pasa Nat?-dijo Mark en la puerta
-¿Acepto Johan quedarse? - pregunto preocupada
-Mmmm...No lo sé, está reunido con el maestro - dijo Mark pensativo - Estaban negociando algo del contrato
-Vale, muchas gracias - dijo Natalia algo más tranquila

Mark salió de la habitación y fue al bosque a seguir practicando hasta que la sala esté reconstruida de nuevo. Carolina se quedó mirando a Natalia sospechosamente.

-¿Por qué tanto interés por Johan? - preguntó Carolina sonriendo pícaramente
-Pues nada, solo que...bueno...Tenemos que ser los cuatro y me preocupaba - dijo Natalia algo sonrojada
-Ya, lo que me quieras decir - dijo Carolina sonriendo - SI quieres hablo con él, tengo su correo
-No, no lo hagas - dijo Natalia alterada - Por cierto, ¿De dónde sacaste los correos de todos? - preguntó con una mirada sospechosa
-Secreto - dijo Carolina sacando la lengua

Mientras Carolina y Natalia seguían hablando Mark estaba tras la puerta del despacho del maestro escuchando de lo que hablaban.

-Está bien, aceptaremos estas condiciones, siempre y cuando no sea una molestia o una carga para la misión, en ese caso quedara fuera del templo - dijo el maestro seriamente
-Está bien - dijo Johan con un tono muy serio

Mark avanzó con cuidado para que no le escucharan al pasar, ya que no debería de estar por allí. Mientras andaba escucho abrirse la puerta. Rápidamente se convirtió en sombra y se escondió en la pared.
Johan y el Maestro pasaron a su lado, y parecía que no le habían visto. Cuando giraron en la esquina volvió a la normalidad y regresó lo más rápido que podía al bosque donde debería estar.

-Bueno Johan, ves con tu familia y háblalo, si lo aceptan firmaremos hoy mismo, sino dadles tiempo y disfrutar de las vacaciones - dijo el maestro despidiendo a Johan
-Gracias por entenderlo maestro - dijo dándole la mano al maestro

Johan se marchó del templo para intentar convencer a su familia de lo que pasaba y de lo que tenía que hacer.

-Nos traerá bastantes problemas - dijo el maestro en alto - Espero que podamos superarlo, ¿verdad Mark?
-Eh...Sí - dijo sonriendo algo angustiado
-Has mejorado, pero te falta mucho aún - dijo el maestro con una mirada fulminante - Pero lo que preocupa es la chica que va a venir, su aura es demasiado agresiva y el espíritu del aire aún no tiene un cuerpo físico - dijo el maestro entrando dentro del templo
-Bueno, no creo que cause problemas mientras estemos todos ¿no? - dijo Mark siguiendo al maestro
-Ese es el problema, no me gusta que haya gente de más en el templo - dijo molesto - Si os habéis fijado solo hay la gente justa a excepción de vosotros y los visitantes - dijo parándose en un pasillo
-Tranquilo maestro, el sistema de seguridad está instalado, será difícil que entre y no nos enteremos - dijo Mark sacando el teléfono - Ahora mismo, estamos tres elementos aquí y Johan va de camino a su casa, si aparece otro elemento más aparecerá en el mapa - dijo Mark mostrándoselo al maestro
-Curioso lo que has podido hacer en dos días - dijo el maestro sin quitar la vista del móvil - ¿Y como detecta a los elementos?
-Eso fue lo difícil, pero me di cuenta que cada aunque tengamos diferentes poderes, todos tenemos la misma aura, por eso pude localizarlos fácilmente - dijo Mark sonriendo
-Interesante - dijo el maestro sonriendo - Espero que nos dé tiempo reaccionar
-Una última cosa, ¿si no tiene un cuerpo físico como ha podido atacar a tanta gente? - pregunto Mark intrigado
-Eso es lo que no logro saber, un guardián antes de atacar o poder hacer algo siempre entra en un cuerpo humano, pero no cualquiera, sino solo en uno compatible - dijo el maestro muy concentrado

Los Cuatro Elementos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora