capítulo 27

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Mark se movía con soltura entre los escombros y los enemigos que estaban rodeando el templo. Según avanzaban convertidos en sombras vieron como un grupo de criaturas intentaba entrar en el templo.
Mark saltó del suelo y volviendo a su forma normal soltó a Carolina y a Natalia en la entrada del templo. Había muchísimos y parecían más fuertes que con los que pelearon hace un momento.

-Nat, Carolina, tenéis que transformaros como en la sala de entrenamiento - dijo Mark alejando a todos los que podía
-No es fácil, no sabemos cómo lo hicimos - dijo Carolina disparando flechas a todos lados
-Yo que se, joder - dijo Mark dando un puñetazo a una criatura. Aunque parecía tan dura como una pared su piel es blanda y viscosa - Pues repetid lo que hicisteis ese día

Natalia y Carolina se miraron por un momento y mostraron una pequeña sonrisa entre ellas. Mark no entendía muy bien aquella sonrisa, pero sabía que podía contar con ellas.

-Mark acércanos al centro de ellos - dijo Carolina sonriendo
-Mmmmm...vale, creo - dijo Mark agarrándolas de la cintura

Mark saltó entre las criaturas y lanzó a Carolina y a Natalia al centro del ejército mientras él se mantenía en la puerta.

-Bueno Nat, ¿lista? - dijo Carolina sacando su espada
-Claro - dijo sonriendo

Carolina y Natalia comenzaron a pelear entre ellas y cada vez a una velocidad más rápida, sin detenerse ni un segundo. Los golpes sonaban por toda la ciudad, los destellos de las armas se podían ver en la oscuridad de la noche y las llamas de Natalia las mantenía protegidas durante la pelea. Poco a poco sus cuerpos comenzaban a brillar mientras en su rostro se reflejaba una gran sonrisa. Natalia y Carolina se separaron dos pasos hacia atrás y en menos de un segundo un gran choque de sus espadas y las llamas se disiparon y todo el ejército se detuvo.
Una explosión surgió en el centro y Natalia y Carolina aparecieron con sus armaduras brillantes y poderosas, capaces de derrotar a cualquiera con un solo gesto.
Natalia y Carolina comenzaron a moverse a una velocidad sobrehumana y poco a poco iban despejando el templo y los monjes del templo fueron saliendo para ayudar a despejar la zona, pero llegaron tarde, Natalia y Carolina habían acabado con todos, dejando cuerpos viscosos por el suelo que ese iban evaporando poco a poco.

-Increíble - dijo Mark sonriendo
-No del todo, está vez no éramos tan rápidas como la otra vez - dijo Carolina fatigada
-Cansa mucho esto - dijo Natalia sentada en el suelo rodeada de bichos muertos que se iban evaporando
-Gran trabajo todos - dijo el maestro saliendo del templo con el brazo vendado - No esperaba que pudiéramos vencerlos y sin sufrir bajas
-Tendría que confiar más en nosotros - dijo Mark sonriendo
-Bueno, este combate ha sido fácil, aunque inesperado y gracias a tu aviso hemos podido sufrir pocos daños - dijo el Maestro sonriendo levemente - Lo mejor es que descanséis unos días para recuperaros

Mark, Natalia y Carolina entraron al templo agotados y contentos por haber ayudado por primera vez y por saber hasta dónde llegaba su poder

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