Los Cuatro Elementos

capítulo 34

-Niña ven conmigo y te daré todo lo que desees - dijo una voz al oído de Ana

Ana abrió los ojos y sin decir pensárselo acepto la propuesta de aquel misterioso ser.
El ser comenzó a reír alocadamente y se introdujo en el cuerpo de Ana dándola todo el poder que ella ansiaba.
Mientras en otro lugar de la ciudad innumerables alarmas no cesaban de sonar.

-¡Mark que ocurre! - gritó Natalia tapándose los oídos por el ruido
-Acaba de aparecer el ultimo guardián, el del espíritu del aire y no puedo desactivar las alarmas - dijo Mark apretando todos los botones
-¡Aparta! - gritó Carolina mientras cortaba los cables de alimentación de la maquina
-Eso ha sido muy innecesario ¿sabes? - dijo Mark molesto
-Esto lo arreglas en un momento, no me das las gracias - dijo Carolina sonriendo
-Te podías haber electrocutado - dijo Natalia preocupada
-Difícil, espada cubierta de ramas, la electricidad se queda en las ramas - dijo Carolina sonriendo

Carolina guardó la espada y todos se reunieron en la habitación de Mark alarmados. EL maestro no sabía por dónde empezar ni que hacer, ya que no esperaban que fuera tan pronto.

-Si ha elegido ya a su portador es porque trama algo grande - dijo el maestro preocupado
-¿Podemos saber quién es el portador? - preguntó Johan preocupado
-Si y no - dijo Mark mirando a Carolina - Podemos saberlo, pero el ordenador esta algo roto - dijo algo más calmado - Tardaré un rato en arreglarlo
-Entonces ponte manos a la obra, mientras prepararemos todo - dijo el maestro acelerado - Johan, Carolina y Natalia a la sala a entrenar ahora - dijo sacándolos a empujones del cuarto de Mark

Mark se quedó en la habitación con la música puesta mientras intentaba arreglar el estropicio que Carolina había hecho en el ordenador.
Los demás llegaron a base de empujones a la sala de entrenamiento, donde cincuenta monjes los esperaban.

-Bien, estos son los cincuenta mejores monjes del templo, Johan peleará contra todos ellos para forzar sus poderes y Carolina y Natalia peleareis entre vosotras - dijo el maestro saliendo por la puerta
Johan subió al tatami y uno a uno iban viniendo los monjes con los que debía pelear. Aunque Johan lo estaba haciendo muy bien, en la sala solo se podía escuchar el entrechocar de las espadas de Natalia y Carolina las cuales cada vez iban a más hasta convertir todo el suelo en víctima del fuego y de las ramas que iban apareciendo.
Pero algo logró interrumpir todo aquello.

-"Carolina y Natalia soy Mark podéis venir es urgente, Johan luego hablaré contigo" - dijo Mark por los altavoces

En apenas un minuto Carolina y Natalia estaban en el cuarto de Mark algo asfixiadas.

-Que ocurre - dijeron al unísono
-Mirad quien es el nuevo guardián - dijo Mark enseñándoles la pantalla
-Esa es... ¿la niña que vino con Johan? - dijo Natalia preocupada
-¿Cómo es posible? - dijo Carolina sin poder apartar la vista
-No lo sé, pero tenemos un problema - dijo Mark levantándose de la silla - Iré a hablar con el maestro y Johan

Y Mark salió del dormitorio dejando en la pantalla la imagen de la joven Ana absorbiendo el poder del espíritu del aire