capítulo 17

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Los tres guerreros y el maestro regresaron a la sala de debajo del templo. El maestro iba delante sin saber lo que se encontraría dentro de la sala. Los jóvenes iban emocionados para poder demostrar lo que valen con el maestro presente.
EL maestro se acercó a la puerta y la abrió fácilmente de un empujón, pero al ver el interior de la sala su expresión cambió de serena a sorpresa, pasando por enfado.

-¿Esto lo habéis echo vosotros? - dijo el maestro sin quitar la mirada del enorme agujero que había en la pared

La sala esta llena de pequeñas quemaduras por el suelo, cortes en la madera y el enorme agujero que abrió el ataque de Mark.

-Sí, algo de culpa tenemos - dijo Carolina dando un paso hacia delante
-Está sala lleva intacta miles de años, guerreros de todos los lugares han luchado aquí y no le han hecho un arañazo a la madera - dijo el maestro girándose lentamente
-Pero si la madera es fácil de arañar y más con esas armas - dijo Natalia poniéndose al lado de Carolina
-El suelo, paredes, armas, todo está cubierto con magia de protección para evitar el desgaste y destrozos de la sala - dijo el maestro más calmado
-Lo sentimos maestro - dijo Mark poniéndose a la altura de las dos chicas
-Parece que esté entrenamiento será divertido - dijo el maestro entrando en la sala

EL maestro fue directo a las armas y cogió una lanza y se colocó en el centro del tatami. Su mirada expresaba respeto y fuerza, tal y como se esperaba del maestro del templo.

-Quiero que vengáis de uno en uno, con el arma que queráis, si conseguís darme un solo golpe pasareis la prueba, sino correréis toda la noche alrededor del templo - dijo el maestro sonriendo

La primera en subir fue Carolina, que estaba más habituada a ver al maestro pelear. Carolina eligió la espada y subió al centro del tatami.

-Veamos que has aprendido Carolina - dijo el maestro poniéndose en posición

Esta vez Carolina no esperó y fue directamente a por el maestro atacando con todo lo que tenía y sabía. Pero con unos pequeños pasos el Maestro consiguió esquivar todos sus golpes.
A Carolina le apareció una pequeña sonrisa en la cara y sus ojos comenzaron a teñirse de rojo.
Carolina apareció en la espalda del maestro y fue a golpearle con la espada en el costado, pero el maestro lo esquivó con una voltereta.

-Casi - dijo el maestro riendo

Carolina se concentró con fuerza y unas ramas comenzaron a rodearla creando una pequeña armadura de ramas y musgo endurecido.
La espada que sostenía Carolina poco a poco se cubrió de ramas dándola una nueva forma mucho más robusta.
El maestro no pudo evitar asombrase ante las habilidades de Carolina y mostrar su lado más vulnerable.
Carolina ahora se movía con mucha más rapidez y sus golpes eran muchos más fuertes. Y sin darse cuenta consiguió partir la lanza del maestro y golpearle en el estómago.
EL maestro salió varios metros por el aire hasta caer en el borde del tatami. Al ver el golpe Carolina enseguida se quitó la armadura y se acercó rápidamente.

-¿Estás bien maestro? - preguntó Carolina asustada
-Sí, me dio tiempo a cubrirme - dijo el maestro sonriendo - Lo has hecho muy bien, no me esperaba que supieras hacer eso - dijo con una sonrisa
-Lo tenía reservado, pero no esperaba que la sala lo multiplicara tanto - dijo Carolina más aliviada
-Natalia, te toca - dijo el maestro levantándose de un salto
-Está bien - dijo Natalia cogiendo una katana que había visto

EL maestro se quedó sorprendido por la elección de Natalia, ya que en mucho tiempo nadie elegía la Katana como arma.
Está vez Natalia dudó un poco y el maestro se lanzó a por ella, los ojos se le cerraron automáticamente por el miedo, pero consiguió parar el golpe del maestro.

-NO cierres los ojos, siempre mira al rival de frente - dijo el maestro seriamente

Natalia se colocó en la misma posición que cuando peleó contra Carolina y las llamas volvieron a rodear la espada con fuerza. Sin dudarlo y con una sonrisa en l aboca se lanzó a por el maestro quemando todo lo que había alrededor suyo y provocando al maestro un pequeño corte en la mejilla.

-Eso ha sido peligroso - dijo sonriendo el maestro - Me gusta esa energía , veamos a Mark
-Voy - dijo Mark sin coger armas
-Seguro que quieres ir así - dijo el maestro
-Sí, sin problemas - dijo Mark sonriendo
-De acuerdo, te propongo otra cosa - dijo el maestro - SI me consigues dar te enseñare el secreto de tu poder, cosa que no tenía pensado hacer hoy - dijo el maestro sonriendo
-Supongo que el secreto es lo que ha hecho Carolina, asique acepto - dijo Mark seriamente

Una pequeña aura negra cubría el cuerpo de Mark, era más intensa que la otra vez. Solo que su expresión mostraba calma y serenidad.
EL maestro y Mark avanzaron a la vez y justo se quedaron uno enfrente del otro listo para golpearse y un gran destello apareció entre ellos haciendo que el combate se detuviera.

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