You don't own me [Jungkook] [Terminada].

[21] Sex* con ropa.

Jungkook.
2019/04/24.

— Jungkook, ¿no?— se agachó un poco.

— Ho-Hola—. Ah... No tartamudees Jungkook, solo deja de pensar con la polla.

— Creo que debes levantarte para que entrenemos. Prefiero estar a tú lado el menos tiempo posible, no me agradas— rodó los ojos y soltó su comentario como si nada.

Fue grosera.

— Oye niña— me levanté y dí un leve golpe en su cabeza—. Seré tú maestro, respetame.

— Respetar un orto— me empujó.

— ¿Quieres pelear?— alcé una ceja.

— ¿No estamos aquí para eso? ¡Practiquemos!— gritó y lanzó un puñetazo hacía me abdomen que ni siquiera me movió un milímetro, solté una carcajada.

— ¿Eso es todo?— pregunté burlón.

— Bastardo...— susurró.

— Te escuché, hablamos de respeto— tomé con algo de fuerza su mandíbula.

— ¡Ash! S-su... el... eltame— tomó mi brazo con sus manos— ¡Duele!— gritó, haciendo que la soltara.

— ¿Me vas a respetar?

— En tus sueños— corrió hacia las armas y tomó un francotirador.

Ví como se ponía en posición y lo tomaba como se debía, mientras se apoyaba en el suelo.

Usó la mira y escuchamos el disparo haciendo que pegue un brinco asustado.

Corrí con rapidez para observar los blancos y le había dado justamente en el medio.

Es asombrosa, ni yo podía ser tan preciso.

— Eso fue bueno— aplaudí.

— Mi padre enseñó por un tiempo— comentó sin importancia.

Me acerqué y me senté a su lado.

— ¿Qué quieres aprender?— pregunté de la nada. Sabía uso de armas ¿qué mierdas debía enseñarle?

— Soy débil y no se pelear un ojete, creo que podrías empezar por allí— me miró.

Me dediqué en esos minutos para apreciar su rostro, tenía los ojos grandes de color café claro, pestañas largas que hacían que sus ojos se vieran largos y elegantes. Tenía las cejas tupidas dándole un poco de carácter... Pero algo que sin duda me dejó anonado, fueron esos esponjosos labios.

Su cabello era largo y lacio, este era negro. Su tez morena me sacaba de este mundo y si nos ponemos a hablar de las curvas que esta chica de dieciocho años poseía terminaría con una erección.

¡Maldición!

— ¡Jungkook!— salí de mi trance en cuestión de segundos al escuchar el estruendoso grito—. Oye te fuiste por un momento— soltó una risita.

— Juguemos unas vencidas— sugerí.

Con esto mediría cuanta fuerza tenía.

(...)

— ¡Una más!— gritó.

— No importa cuántas veces juguemos, perderás porque eres débil— solté una carcajada.

Ya había anochecido, luego de almorzar nos pusimos a jugar unas vencidas y no se por cuánto tiempo me ha intentado ganar, así sea una sola vez, pero no lo ha podido conseguir, y está un poco frustrada al respecto.