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Ami.

—Todas las anteriores.

¡La carita de Jungkook era tan excitante, joder!

Esos labios entreabiertos y su ceño fruncido preguntándose que mierda estaba sucediendo.

Estaba medio consciente de lo que estaba haciendo, no estaba tan borracha.

Jungkook estaba exagerando.

O tal vez no.

—No.

Adiós chico tierno.

—¡Jungkook, follemos! —grité en medio del pasillo.

—Haz silencio, te pueden escuchar— trató de tapar mi boca con su mano.

—¡No me importa!— tomé su mano con las mías y me acerqué a su rostro.

Y sin ningún tipo de vergüenza dije mis planes.

—Sí no me la metes ahora, gritaré por todos lados hasta que lo hagas, no sé porque no quieres, la tienes dura— me crucé de brazos.

La calentura me estaba afectando al cerebro, bueno, más de lo que ya estaba.

En serio necesitaba contacto físico, nunca había tenido tantas ganas de quitarle la ropa a Jungkook.

Ese traje ahora estaba demás.

—Ami, contrólate— pidió tratando de tranquilizarme.

—¿Controlarme?— rodé los ojos estresada y caminé por mi cuenta hasta la habitación—. Bien, creo que nuestro primer día será para dormir— esperé a que abriera la puerta del cuarto.

La puerta se abrió y entré primera con cierto toque de enojo.

Otra vez me vas a dejar así, mierda.

Escuché el sonido de la puerta cuando se cerró y los pasos fuertes se acercaron a mi espalda mientras yo me acercaba a la cama.

Sentí en mí espalda unos dedos agarrar mi vestido con fuerza para finalmente escuchar el sonido de la tela rompiéndose, bajé mi mirada y efectivamente el vestido se me había caído en la parte de los pechos cuando la tela fue rota.

—¡Jungkook, el vestido!— me giré molesta mientras el vestido roto se seguía rodando hasta mi cintura.

Cuando conecté mi mirada con la suya me dí cuenta que tenía ganas.

Su expresión molesta lo decía todo.

No reaccioné cuando él me había lanzado a la cama con brusquedad y el vestido se había logrado caer hasta mis caderas, dejando al aire mi ropa interior negra.

Él relamio sus labios con lentitud empezando a quitar su corbata.

—¿Quieres follar?— lanzó su corbata en algún lugar de esta habitación—. Pues vamos a follar.

La voz autoritaria que manejaba me hizo erizar la piel, sintiendo esa electricidad recorrer mi espalda.

Seguí con mis ojos cada movimiento de sus manos mientras se desvestía, primero la corbata, luego los botones de su camisa, iba tan lento que mi desesperación aumentó.

Me senté en la cama y tomé su camisa para abrirla de un fuerte tirón escuchando los botones resonar en el suelo, la expresión satisfecha de Jungkook revelaba que ese era su plan.

Que me deseperara.

Mordí mi labio inferior cuando presté atención a su torso desnudo, y me lo comí con la mirada, literalmente.

You don't own me [Jungkook] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora