You don't own me [Jungkook] [Terminada].

[36] Una atrevida apuesta.

Ami.

Jimin yacía en el suelo cuando había encontrado el suficiente valor para golpearlo, logrando liberarme de su agarre en mí muñeca.

—¿Qué rayos te sucede Jimin?— mis palabras salieron temblorosas y mi cuerpo se movía como un robot hasta el panel de botones del ascensor.

Apreté el botón de puertas abiertas y salí corriendo, volteé un poco y ví como Jimin levantaba su rostro para enseñarme una sonrisa espeluznante.

¿Qué mierda...?

Corrí tratando de buscar ayuda, porque estaba segura de que Jimin no estaba bien, y me refiero mentalmente.

Mis ojos picaban debido a las lágrimas que amenazaban con salir, mi cuerpo tembloroso y mi mano afectada siendo abrazada por la que estaba bien. Iba a ir en busca de Taehyung, Seokjin o Hoseok, porque si le decía a Jungkook era posible que lo golpeara. Aunque intentara explicarle, él simplemente no entendería.

Pero como si el mundo estuviera en mí contra choqué con algo duro y grande en medio de las escaleras. Alcé mí rostro ya sabiendo que se trataba de Jungkook.

—¿Qué te sucede?— quiso tomar mi muñeca pero se lo negué y rápidamente se dió cuenta de mis temblores—. Ami, si no hablas mataré a ese idiota.

Sabía que no me lo había cruzado de casualidad, y que él estaba monitoreando las cámaras desde la comodidad de su cama. Tenía claro que no había visto lo que sucedió dentro del ascensor, ya que ese era el único lugar que no tenía vigilancia. Pero estoy segura que vió como Jimin me jaló con él y luego de unos minutos salí corriendo asustada.

Eso cualquiera lo malinterpretaría.

—¿No vas a hablar?— su voz autoritaria y firme me hacía tambalear sobre mi puesto.

Tenía miedo.

—Bien, parece que tendré que– — lo interrumpí en cuanto solté un balbuceo en medio de mi llanto. Porque sí, no pude retener mis lágrimas más tiempo.

—J-Jungkook... No lo mates...— aquello salió en un fino hilo de voz hasta que sentí mis piernas ceder, cayendo al suelo.

Los temblores y mi corazón acelerado aumentaban cada vez que recordaba esa sonrisa. Después de eso...

Solo escuché a lo lejos la voz de Jungkook con mi nombre. Mi vista se nubló y lo último que sentí fueron las manos de Jungkook en mí cabeza.

(...)

Abrí los ojos con pesadez.

Observé el techo oscuro de la habitación con detenimiento, y las imágenes de lo que había sucedido regresaban a mí mente.

Mi cuerpo ya no temblaba, de hecho me sentía como en el cielo, creo que me habrán aplicado algún tipo de tranquilizante.

La sonrisa de Park perturbaba mis pensamientos y solo podía pensar en... ¿por qué?

Si no eres mía, no serás de nadie.

Esa frase sonaba tan posesiva, sus ojos... sus ojos ya no tenían luz. Creo que ya lo había pensado en una ocasión.

Jimin solo parecía un muñeco.

Moví un poco mi mano derecha y la acerqué a mí para observar mi muñeca, en donde tenía los dedos de Park marcados en un leve tono morado. Con esto podía suponer que ya había pasado rato y que probablemente Jungkook tuvo que haber hecho algo. Era muy tarde para reunir fuerzas, levantarme e ir en busca de Jimin y asegurarme de que estuviera bien, porque a pesar de todo... Yo quiero mucho a Park.