Jungkook.
— Quiero besarte.
Sus palabras me habían dejado helado. Ya nos habíamos besado, varias veces, pero que ella me estuviera comentando lo que deseaba en estos momentos me ponía nervioso.
— ¿Estas nervioso?— pegó su frente con la mía, mientras que con sus manos acariciaba parte de mi cabello—. Tranquilo, solo te estoy molestando. No haré nada si estas nervioso, solo quita esa expresión de niño asustado, que podría calentar a cualquiera—, se removió un poco y se acomodó colocándose a horcajadas sobre mí, pegando un poco más nuestras intimidades.
Hundió su rostro en mi cuello aspirando el olor de mi perfume, me enrolló entre sus brazos y con sus manos apretó con fuerza la tela de mi camiseta.
— Jungkook...— coloqué mis manos en su cintura y la apegué más a mí, arrimando mi cabeza sobre la de la ella.
— Dime— acaricié su espalda.
— ¿Yo te gusto?— preguntó de la nada—. Aveces eres muy díficil de entender, pero si ese es el caso e intentas enamorarme, lo estás logrando. Y te odio por eso... —Su voz se quebró, ella estaba llorando—. Tengo miedo de lo que pueda suceder mañana, o pasado, sinceramente yo ya no pienso en un día en donde no me estés molestando, así que si estás jugando conmigo dímelo, porque llegará un momento en donde ya no me podré controlar— absorbió sus mocos—. Te odio Jungkook, te odio tanto... Solo llegaste a arruinarme... Por eso te odio— solté una pequeña risilla, era lo que quería escuchar, sí, pero aún estaba borracha, y es posible que no lo recuerde mañana, pero se que no miente, se está abriendo y contándome cómo realmente se siente—. Oye Jungkook... ¿Recuerdas el día que fuimos a enfrentar a Yoongi?— asentí—. Ese día tuve tanto miedo... Pero analicé que era lo que me daba miedo y eso era que tú ya no estuvieras aquí, a mi lado. Suena tan horrendo que diga estas cosas cuando ni siquiera te conozco un culo, pero algo dentro mí sabe que tú no eres cualquier persona... Siento que yo ya he estado contigo, tu voz, tus expresiones, tu actitud, todo... Me parece familiar. Solo...— sentí como apretaba sus manos cada vez más y con ellas mi camiseta—. Solo déjame estar a tú lado. Por favor Jungkook... Por favor...
Sus palabras me partían el corazón, no entendía el porque de ellas. Me estaba pidiendo de favor que la dejara estar conmigo, yo quería tenerla aquí, a mi lado, pero...
A lo mejor... Ami en lo profundo de sus pensamientos sabía que no podíamos estar juntos, y ella, no se equivocaba.
— No me dejes...— su llanto cada vez se hacía más fuerte—. ¡Por favor!
(...)
Ami.
— Agh... Mi cabeza...— acaricié un poco mi frente tratando de tranquilizar las ganas de explotar que esta tenía.
— Despertaste...— giré mi rostro para toparme con Jungkook.
— ¿Qué haces aquí?— pregunté algo molesta—. Largo.
— ¿Largo?— me miró incrédulo.
— Ni creas que somos amiguitos, no me quisiste dar información de la fotografía y me obligaste a chupartela, eso no me tiene contenta— aclaré—. Así que largo.
— Te he estado cuidando toda la bendita noche, ¿Y me botas sin decir un mísero gracias?— me lanzó en la cara la muda de ropa que cargaba.
— Estaré agradecida cuando te vayas de aquí— me levanté con algo de dificultad de la cama, sentía mareos y quería vomitar, es una mierda beber—. Por favor vete, quiero estar sola...— le pedí.
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You don't own me [Jungkook] [Terminada].
FanfictionAmi, la grosera hija del presidente, una chica de 19 años que guarda en secreto las habilidades de defensa que su padre consideró importante que aprendiera para poder sobrevivir, ya que, como familia de algo rango social estaban rodeados de enemigos...