You don't own me [Jungkook] [Terminada].

[8] La vida de Ami.

Nota: Este es un lado de la historia, falta el lado B en donde se revela lo que en realidad sucedió.

El día seis de febrero a las 5:49 de la mañana, en Guayaquil, Ecuador nació Ami.

Se desconoce su verdadero apellido, ya que su madre era una asesina en serie buscada por la policía por más de cuatro años consecutivos. Aparte de ser esto, también traficaba con mujeres y secuestraba niños desde los tres a los diez años de edad, para tráfico de órganos.

Ami nació en un ambiente de mierda, en donde la realidad era que venía al mundo a vivir una pesadilla.

Su verdadero padre era un chico de diecisiete años que se llamaba Zambrano García Mario Andrés, decimos se llamaba, ya que fue asesinado por la madre de Ami, pero antes de la tragedia lo violó quedando embarazada de ella.

Puede parecer una locura que una mujer viole a un hombre, pero la realidad es que a veces suele suceder, además el era un chico al que le faltaba mucho por recorrer, uno estudioso que soñaba con ir al espacio, pero simplemente estuvo en un lugar equivocado en una hora determinada.

En cuanto a los hechos se registra por una cámara de seguridad que el chico estuvo a las 2:54pm en una cafetería y tres minutos después sale dirigiéndose a un callejón atrás del lugar, en donde minutos más tarde se observa a una mujer llevarse los botes de basura en donde prácticamente iba el chico inconsciente.

En un lugar a las afueras de Guayaquil cerca del centro de privación de la libertad, había una pequeña casa abandonada en donde se alojaba Ami, su madre y un hombre de unos 23 años al que se le conocía por ser la pareja de la madre.

El primer recuerdo de la niña fue cuando caminaba por los pasillos de la casa en ruinas y decidió abrir una puerta con una X en el centro de la puerta, claro que como cualquier niña de seis años que advierten que no haga algo y con más ganas lo hace. Al escuchar el chirrido de la puerta logra observar un lugar lúgubre en donde solo entraba un rayito de sol y de allí salía un olor putrefacto, vaya sorpresa que al mirar el lugar ve manchas de sangre que decoraban el lugar, brazos, manos, pies, cabezas pudriéndose esparcidas por el suelo.

Ese, es el primer recuerdo de Ami.

Su madre a la que realmente le importaba un pepino el bienestar de su hija, decidió que era tiempo de llevarla a que aprendiera a robar y ha secuestrar niños más pequeños que ella, usando palabras amistosas que cualquier niña de ocho años diría al invitar a alguien a jugar.

No estudió, no se alimentaba bien, y en pocas palabras la vida de esa pequeña niña era un infierno. Simplemente nació en el lugar equivocado, ya que nunca estuvo de acuerdo en apoyar o realizar los actos sucios y delincuentes de su madre. Pero solo cedía por el simple hecho de que odiaba ser su "perro" al que le ponía una cadena y maltrataba a su antojo.

Eso, era una de las peores cosas que le podían hacer.

Desde que la dejaban de morir de hambre 12 horas seguidas, sin agua, en una jaula en donde realizaba sus necesidades naturales, hasta darle con látigos de todo tipo de ancho.

Aquello era lo que sufría una niña de nueve y diez años.

Pero siempre tuvo un pensamiento positivo, ella sabía que Dios nunca la abandonaría, que ella saldría de ese infierno y conocería el amor de una madre y un padre de verdad. Ella no estaba sola, ella podía hacerlo todo, porque ella era Ami.

Los mayores miedos de Ami se comenzaron a presentar a los 12 años en dónde su "padre"- que en realidad no era su padre, solo era la pareja de la madre- la observaba bañarse y vestirse.

Mientras el agua de la deteriorada ducha caía sobre su pequeño cuerpo, en el borde de la puerta ella podía observar a ese monstruo con una mirada intensa que estaba recorriendo cada parte de su anatomía más una sonrisa enferma y espeluznante.