Ami.
Nos bajamos del juego aterrador ese mientras mantenía mis manos en mi acelerado corazón.
—Ví la luz—. Jungkook se rió a mi lado sosteniendo mi unicornio rosa.
Para salir de esta atracción debíamos pasar a un lado de la cabina de entrada. Allí seguía el hombre de hace rato y me dió una sonrisa amable, mientras que yo le devolvía el gesto.
Pero Jungkook no se lo tomó muy bien.
—¿Por qué le sonríes?
—¿Ah? ¿Porque debía devolverle el gesto...?— dije dudosa— ¿Celoso?— pregunté con una sonrisa.
—En absoluto.
(...)
Estábamos sentados en una banquita en el centro comercial mientras comíamos el helado que le pedí a Jungkook, en eso, podía observar todas las tiendas de ropa, joyerías, etcétera. Pero mi vista se detuvo en una en específico.
Era una tienda de ropa interior.
En pocas palabras los maniquís te presentaban unas sexys y tiernas lencerías.
Mi sonrisa pervertida apareció y me acerqué un poco más a Jungkook en la banca.
—Oye conejo— llamé su atención. Ciertamente estaba observando al mismo lugar que yo.
Pervertido.
—Dime— su vista se dirigió a la mía y yo no borraba mi sonrisa—. ¿Estás pensando lo mismo que yo?— asentí con lentitud mientras que Jungkook alzaba las cejas divertido.
Nos levantamos del asiento y el sacó su billetera extendiéndome una tarjeta de crédito. La tomé confundida, porque pensé que entraría con él a comprarla.
—Tú encárgate de eso— dijo mientras guardaba su billetera— Yo iré a la tienda de al lado— me señaló una tienda que tenía unos lindos vestidos.
Asentí un poco decepcionada mientras él acariciaba mi cabello. Se acercó a mí oído y susurró algo que me dejó atónita.
No te encariñes mucho con las prendas, es posible que las arranque de un tirón.
Abrí mis ojos más de lo normal cuando me nalgueó con una de sus malditas sonrisas y se fue a la otra tienda.
—Idiota...— susurré.
Entré a la tienda con algo de nerviosismo mirando las delicadas prendas en los maniquís.
¡Por Dios, esto es demasiado!
Aquella era un bonito conjunto negro de piezas como medias largas... ¿Eso es...? ¡¿Una tanga?!
No se porque andaba tan sorprendida, sabía lo que venía a buscar.
Algo que Jungkook arrancara con fuerza.
Eso estaba buscando.
No estaba en una tienda de caramelos, estaba en una tienda literalmente sexual, y yo aquí en un estado de shock.
Ese conjunto negro era lindo, con su brasier y gargantilla, aunque la tanga era muy reveladora. Puede que Jungkook y yo seamos casi novios pero aún no tenía el suficiente valor como para ponerme esa mierda.
Sinceramente, que pena.
Pero, a la verga.
Llamé a la chica que atendía y se acercó a mí con una sonrisa amigable.
—Buenas tardes, estoy para ayudarle. ¿Qué desea?
—Buenas tardes— saludé en medio de una reverencia— Quiero este conjunto negro— señalé al maniquí.

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You don't own me [Jungkook] [Terminada].
FanfictionAmi, la grosera hija del presidente, una chica de 19 años que guarda en secreto las habilidades de defensa que su padre consideró importante que aprendiera para poder sobrevivir, ya que, como familia de algo rango social estaban rodeados de enemigos...