You don't own me [Jungkook] [Terminada].

[44] A, B, C, D...

Ami.

Lloraba en el hombro de Jungkook mientras le decía que lo quería una y otra vez.

-Te quiero muchísimo, conejo. No me dejes...

Y todo mi llanto había comenzado en el momento en el que Jungkook había dicho que sí a mi propuesta.

Me aferré cada vez más a su cuerpo mientras mis lágrimas salían como cascadas.

Narrador omnisciente.

La razón por la que Ami lloraba era porque sin querer le había entregado sus más verdaderos sentimientos a Jeon.

Aquello era que Ami no se iba a permitir hasta el día de hoy.

Su vida no fue la mejor de todas y ella había aprendido a no confiar, y a no entregar sus sentimientos tan fácilmente.

Pero el estar enamorada de Jungkook la hacía débil.

En las condiciones en la que se encontraban no eran las mejores, y los dos estaban conscientes de eso, si tenían un enfrentamiento en donde algo le llegase a suceder a uno de los dos, sería un problema.

Y uno muy grande.

Porque se habían entregado el uno al otro por sobre todas las cosas.

Los verdaderos sentimientos de ella ahora le pertenecían a él, y viceversa.

No había nadie más para apoyarlos, solo eran ellos dos.

No sería fácil...

Porque nada es gratis en esta vida.

Ami lo sabe.

Jungkook lo sabe.

No podían ser felices de la noche a la mañana.

Y es por eso que en su interior aparte de sus sentimientos de amor, hay miedo y terror de que algo pueda suceder.

Tal vez sus presentimientos no son del todo falsos.

Ami.

-No llores... -escuché el susurró de Jungkook.

Su voz estaba temblorosa.

Me alejé un poco para poder ver su rostro y allí estaban esos ojos cristalizados con las lágrimas rodando por sus mejillas.

Pegué mi frente con la suya y acaricié su cabello con delicadeza mientras mis lágrimas seguían su espectáculo.

-Lo sabes, ¿No? -susurré. Él asintió-. Te protegeré, porque si te llega a pasar algo...

Mis sollozos detuvieron cualquier palabra que fuera a decir, y solo olvidé el peligro que todos corriamos para darle un beso en los labios.

Uno que no estaba lleno de deseo ni lujuria, aquel era uno cálido que lograba transmitir mis sentimientos, mi miedo, mis tristezas, todo.

Mi todo es para ti.

Entralazé nuestros dedos y terminamos nuestro tímido beso.

Mis lágrimas de a poco iban terminando y con mi índice iba recogiendo las de Jungkook en su rostro.

-Ya no llores. Solo disfrutemos de este día, tú y yo -me quería levantar de sus piernas pero no me dejó debido al fuerte agarre de sus manos en mi cintura.

-No te vayas... -pidió haciendo un puchero.

-Jungkookie... Por mi me quedaría aquí por siempre, pero... Tengo hambre -vi como mordía su labio inferior conteniendo su risa.