- ¿Quién es Jimin?- preguntó aquel chico haciendo que regresara a la realidad y pusiera atención a la "visita" que tenía al lado.
-Es... Una persona muy especial para mí-. Comenté para luego mirar su rostro con un sonrisa- ¿Que te trae por aquí?- sequé algunas de las lágrimas que mojaban mis mejillas.
-Venía a pedirte un favor.
- ¿Un favor?- confundida me levanté de la cama y caminé por toda la celda, de cierta manera me permitía concentrar.
-Resulta que necesitamos de tus habilidades e inteligencia para poder realizar nuestros planes, los cuales Jungkook te explicará más tarde, claro, si aceptas.
- ¿Su "jefecito" no tiene eso?- las carcajadas internas que tenía al pensar que el estúpido de Jungkook no fuera tan inteligente o fuerte me daban cierto gusto que podría burlarme en la cara de ese animal. Pero la realidad es que... Él está a mí nivel o incluso más arriba que yo, odio admitirlo, pero Jungkook no es cualquier cosa.
-No es que no lo tenga. Lo que pasa es que no solo requerimos de una, necesitamos muchas más. Tú nos puedes ayudar a lograr nuestro cometido, prometo que después de eso te llevaremos con tu padre- juntó sus manos casi suplicándome.
Después de observar esa cara tan tierna que tenía este hombre ablandó mí corazón de pollo y me vi obligada a acceder.
-Está bien, está bien. Ayudaré- solté un suspiro-. Pero quiero aclarar que no lo hago por Jungkook, ni mucho menos porque me importe lo que harán. Solo quiero divertirme- alcé los hombros desinteresada.
-Muchas gracias, Liz- se levantó emocionado de la cama, pero algo que me dejó en la nada fue como me llamó, me llamó Liz... Liz...
- ¿C-cómo me llamaste?- dejé de caminar y con la mirada en el suelo respiraba profundamente calmando mis pensamientos o la ola de emociones que era tan grande al punto de que era la causante de un tsunami.
- ¡Ami! Te dije Ami- afirmó para luego mostrarme una reverencia y saliendo de la habitación lo detuve.
-Dile a Jungkook que si quiere que colabore y que esté en condiciones para pelear, necesito una mejor habitación, una camiseta que no huela a él, comida, una ducha, más libertad, y que deje de tratarme como si fuera su perro o alguien a quien pueda controlar. No me iré o no haré algo que no le guste si cumple mí petición- solicité al chico.
-Está bien, le diré sobre su petición- estaba por cerrar la puerta cuando grité de la nada.
- ¡¿Cómo te llamas?!
-Ehhh... Byeong... Me llamó Byeong- dudó mientras decía su nombre, así que me pareció muy sospechoso- ¿Por qué lo pregunta?
- ¿En qué momento empezaste a tratarme con respeto? Hace rato me hablaste como su fuéramos conocidos y ahora... Ese apodo, es de mí primer nombre, solo dos personas lo saben, ¿Por qué deberías saberlo tú? Es decir, Byeong... Me pareces muy interesante, tanto así que por un momento pensé que tú nombre era... Park Jimin- solté una carcajada, de hecho sabía que no era él y que tal vez solo fue una coincidencia... Pero aún tengo ese mal sabor de boca.
(...)
- ¡Ami!- Jungkook gritó mí nombre en cuanto estaba entrando a la celda.
- ¿Ya me vas a sacar? Me siento en la cárcel- suspiré cansada.
-Te has ganado salir por ser una buena niña y acceder- se acercó para tocar parte de mí rostro pero solo le golpeé la mano.
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You don't own me [Jungkook] [Terminada].
FanficAmi, la grosera hija del presidente, una chica de 19 años que guarda en secreto las habilidades de defensa que su padre consideró importante que aprendiera para poder sobrevivir, ya que, como familia de algo rango social estaban rodeados de enemigos...