—Oye, no llores— me acerqué a él y coloqué una mano en su hombro.
—Perdóname—se restregaba las manos en sus ojos y trataba de evitar que lo mirara.
—No pasa nada oiga —solté una risita—. He vivido cosas peores, no creo que sea para tanto— tranquilicé.
—Sí es para tanto— quitó mí mano de su hombro—. Debería tratarte como una princesa-
— ¡Ay no! Solo trátame como si fuera tu amiga o tú socia, me caga que la gente me traté con respeto como si fuera la divina huevada y ya deja de chillar como pendejo, me da igual, hace tiempo que dejé de preocuparme por pequeñeces— suspiré y tomé aire—. Sí quieres arreglarlo simplemente cuéntame el plan y dame comida. ¡Tengo hambre!— me quejé mientras me sentaba en el mueble.
—Quieres que te traté como amiga, eh— susurró por la bajo pero fue algo que sí alcancé a escuchar.
— ¡Apúrate, tengo hambre!— grité.
— ¡Párate tú a buscar la comida y no molestes!— contestó de mala manera.
— ¡Yo no soy dueña de esta casa, no se dónde está la puta cocina!— me levanté del mueble rodeándolo para acercarme a él.
—Mira— cogió mí rostro de manera brusca y la giró en dirección de una gran puerta roja—. Allí es la cocina, traga lo que quieras y ven que te voy a explicar el plan.
— ¡Ash!— hice un berrinche—. ¡No se cocinar!— zarandee al feo de Jungkook.
— ¡Pues traga cereal!— se cruzó de brazos.
— ¡Jungkook!— grité enojada.
— ¡Ami!— soltó con fuerza cerca de mí rostro.
— ¡Taehyung!— escuchamos una voz en el lugar. Entonces vemos al castaño y de sonrisa cuadrada, caminando hacia nosotros con un estilo de "Quitate tú que llegó la caballota".
— ¿Eres gay?— le pregunté.
—Usar un abrigo esponjado no significa que sea gay, hermosa. Y para que te quede constancia te ofrezco una noche en mí habitación, sin este hombre— señaló a Jungkook. Se terminó de acercar a nosotros y tomó mí rostro con una de sus grandes manos acercándose más de lo normal tratando de besarme.
Sonreí levemente y alcé mí pierna dando un fuerte golpe en su entrepierna.
—Y yo que tenía ganas de conocer a tus hijos— solté una carcajada.
—Maldita— se retorció de dolor—. ¿En serio te gusta esta, Jungkook?
—No se de qué hablas— Jungkook se dió la vuelta caminado hacia la cocina—. Ven Ami, voy a cocinar mientras te explico el plan.
Ignoré por completo las palabras de Taehyung y me fui con Jungkook, aunque fuera cierto lo que trataba de decir, jamás saldría con un tipo como él.
Entré a la cocina observando a detalle lo grande que era y las hermosas decoraciones que poseía.
—No eres malo para decorar tu casa— tocaba las bandejas de vidrio de la mesa que tenían frutas falsas.
—La decoró mí mamá— comentó mientras sacaba los ingredientes del refrigerador.
—Waa... Creo que tu mamá a de ser una persona hermosa, para decorar tan lindo. Lástima que tenga a un hijo tan horrendo como tú.
Escuché como Jungkook soltaba un par de risas a lo que yo solo quedé confundida.
— ¿Qué sucede?— pregunté.
—Nada, no pasa nada— se siguió riendo— ¿Qué quieres comer?
—Comida Mexicana— dije simple.
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You don't own me [Jungkook] [Terminada].
FanficAmi, la grosera hija del presidente, una chica de 19 años que guarda en secreto las habilidades de defensa que su padre consideró importante que aprendiera para poder sobrevivir, ya que, como familia de algo rango social estaban rodeados de enemigos...