Big Blind

Capítulo 8

Capítulo 8 | "Karma"

Sergey Morosov

Me muevo como un perro rabioso de un lado para el otro, encerrado en el almacén, el olor a sangre seca aquí es impresionante.

― Señor ― uno de mis hombres ingresa al almacén, el único que se ha atrevido. Su voz tiembla ligeramente cuando observa todos los cadáveres que me rodean, descuartizados ― Ya están aquí.

Han pasado cuatro días. Cuatro días desde que todo se ha descontrolado, cuatro días desde que Cosima está en España, y ahora todos estamos aquí. En Italia.

En el punto cúlmine para desatar todo lo que está por venir.

La organización se reúne en uno de los edificios más prestigiosos de Italia, tomo una ducha rápida intentando eliminar toda la sangre en mi cuerpo y encaminándome al lugar. Hay más de treinta anillos de seguridad aquí, porque lo peor de lo peor se reúne hoy.

Mis tíos, Kace, Connor y Oliver, junto a mi tía Madison, quien me sonríe, dejando una maternal caricia en mi mejilla. Mis primos Edmund y Elian, con Corinna de su mano, quien continúa un poco pálida por lo acontecido hace unos días. Representando a la mafia española.

Mi tío Trevor, con mi primo Cameron y su esposa Isabella. En un sofá a un lado, la señora Antonella, con un pequeño bastón en su mano. Representando al cartel estadounidense.

Termino de formarme con mis tíos Yaroslav, Yasir y la tía Anastasia. Mis padres, Alek y Yulia, al igual que Nikolai y Ekaterina. Representamos la mafia rusa.

― Tienes sangre aquí ― se queja mamá, señalando mis manos.

― No pude quitar el tono enrojecido ― me encojo de hombros.

― No hace falta que lo quite si se manchará de nuevo ― se burla papá, consiguiendo la risa de mamá.

Carissa también ingresa al salón, tomada de la mano de su esposo, Mateo, representando los cárteles colombianos.

La única que hace falta es la tía Celine, quien se mantiene en la habitación de al lado, con todos los niños.

El único que está aquí es Kalle, quien ya tiene la edad suficiente para enterarse de lo que ocurre en la familia.

La última persona ingresa, llamando la atención de todos. Cosima es una belleza exótica que aún no logro descifrar. En este momento, no es nada como la mujer inocente que utiliza bragas con listones. Está envuelta en unos vaqueros de cuero negro, con botas altas hasta la altura de sus rodillas. La camisa de tirantes roja resalta aún más la palidez de su piel, enmarca sus pechos en un escote deslumbrante, con un collar que se ajusta a su cuello.

Pero, lo que más llama mi atención es su cabello, se lo ha cortado. Le llega un poco más abajo del mentón, con un fleco que por poco cubre sus ojos, pintados con un impresionante delineador que la hace ver letal, y se lo ha teñido de negro.

Los anillos en sus dedos resplandecen cuando coloca las manos sobre la mesa que rodea el lugar, sonriendo con egocentrismo.

Cosima Barone, la que enaltece y representa la mafia italiana.

Todos hablan simultáneamente sobre las opciones de ataques, sobre quien podría ser el involucrado que se atreve a retar nuestro liderato en la pirámide.

Justo cuando dejo las pequeñas carpetas sobre la mesa, las que Dieth me entrega cuando se lo ordeno.

― Nos atacan las familias más poderosas de Rusia ― hablo ― Y reclaman la sangre de los Barone.