Capítulo 18 | "Puñal en la espalda"
Cosima Barone
Yo no era débil. No lo era. Y no lo sería ahora.
No cuando tenía todo por delante. No cuando lograría pronto acabar con todos los demonios que me atormentaban.
— Tienes que aguantar un poco más — gruñí hacia el espejo.
Espejo que me devolvía la mirada con los ojos inyectados en sangre, el cansancio me invadía como una ráfaga. Las ojeras bajo mis ojos, de un color negruzco y la piel pálida. Mis manos temblaban sin control sobre el lavado, incapaz de controlar mi propio pulso.
Y las voces, las jodidas voces que no se silenciaban.
No hacían más que pedirme más. Más sangre, más descontrol, más caos.
— ¿Deberíamos medicarnos ahora? — cuestioné al espejo, suspirando audiblemente.
«Creo que es nuestro momento de pedir ayuda»
La voz de la dama, o como Sergey solía llamarla, Ledi, resonó dentro de mi cabeza. Al principio fue un poco extraño, porque suena como mi voz, pero no lo es.
— Sergey nos ha estado ayudando — hablo, al espejo, viendo como si este comenzara a tomar diferente forma frente a mí, moviendo sus labios aun cuando yo no estoy hablando.
Como si, la figura en el espejo, fuera Ledi.
«Deberíamos pedir ayuda real» Se quejó ella, volteando los ojos. «Alguien que nos ayude a resolver el desastre que nos hemos vuelto»
— No somos un desastre — me quejo, aunque lo dudo realmente — Si pedimos ayuda, podrían medicarnos. Encerrarnos.
«Tal vez sea lo que necesitamos, Cos» Me miró fijamente «Yo no debería estar aquí, soy un producto que tu mente ha creado cuando no puedes resistir la jodida realidad que te envuelve. Y ahora no sólo soy tu alter ego, ahora puedes oírme, puedes verme»
No hablé, no pude hacerlo.
«Las alucinaciones deberían considerarse como el primer paso a la locura»
— Dejaré de verte si pido ayuda — me quejo, sabiendo qué, si me tomo la medicación, Ledi dejará de existir en mi mente — Sergey...
«¡Sergey no está ayudándonos! ¡Date cuenta de una vez!»
— No es así, él...
«Él nos impulsa a escuchar a las voces, porque le agrada que seamos una asesina perfecta para su maldita función retorcida. Es nuestro titiritero, que adora tirar de las cuerdas a su antojo»
Ledi no habló más. No cuando mis pensamientos comenzaron a hacer más ruido que las voces. Siendo una tormenta de ideas y predicciones atronadoras.
Sergey adoraba que participara con él en las cacerías, en cada una de ellas que había ocurrido en estas dos semanas siempre era él quien me impulsaba a participar, quien me seducía para liberar a las voces que me acechaban, quien me alentaba a que Ledi tomara el control, aun cuando al recuperarlo la ansiedad me atacaba, la sensación de la sangre sobre mí era completamente retorcida y atroz.
Era una de las asesinas mejores entrenadas, personalmente lo habían hecho los lobos. Y si a eso, le sumábamos mi sorprendente capacidad de perder el control, era una de las mejores armas.
Perder el control para mí, era una enorme estrategia. Las voces no me hacían errática y descuidada. Las voces eran un monstruo sediento de sangre, que se volvía un ser calculador y frío, cuidadoso. Sabía dónde cortar, donde disparar, donde mutilar. Una máquina para matar que no pensaba, sólo actuaba por impulso, por instinto.
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Big Blind
Teen FictionLibro 3.5 | Spin-off de la Trilogía Amores Letales Cosima Barone ha sido la princesa consentida de la mafia toda su vida, más aún desde que una de sus hermanas mayores tomó el liderato de la Camorra, seguida de su increíble participación en la mafia...