Capítulo 20 | "O'Connell Bridge"
Cosima Barone
— Tienes que comer algo.
Mi hermana insistía, aunque simplemente consiguió lo que había conseguido desde el día anterior, simplemente aparté la mirada.
Corinna se llevó el plato de comida que había dejado ayer por la noche, intacto. Dejándome el nuevo plato de comida, que tampoco tocaría.
No sabía siquiera en dónde estábamos, Ekaterina había conseguido un avión para mí, donde horas después mi familia apareció justo donde me encontraba. No se quedarían, en realidad venían a despedirse de mí, puesto que volvería a volar.
Italia, es ahí donde iría.
Sergey debía creer que me escondería en una isla o un país pequeño, indistinguible en el mapa, pero no. Iría al lugar original de la casa Barone, en Italia. Donde no me encontrará jamás. Y, si lo hacía, tendría un arduo trabajo para lograr llegar a mí.
— Cosima.
Levanté mis ojos ante la voz nueva, pero familiar. Madison Blackwolf me observaba con sus característicos ojos azules, con una sonrisa amigable bailando sobre sus labios pintados de rojo como acostumbraba.
No parecía que los años hicieran mella en ella, seguía igual de hermosa que como siempre la recordaba, apenas con algunas líneas de expresión perfilando su rostro.
— ¿Puedo sentarme? — cuestionó, asentí, dejando que tomara asiento en el sofá a mi lado.
Se veía impecable, con el abrigo de cuello alto de color rojo, dejando lucir un collar con un impresionante lobo blanco. Recuerdo una vez preguntarle sobre el collar, el cual veía que nunca se quitaba, recuerdo que me contó una pequeña historia, donde cuando era joven se lo quitó una sola vez, y eso hizo que los Blackwolf no pudieran encontrarla tan pronto, cuando más los necesitaba. Desde entonces, nunca se lo quitaba.
Su cabello rubio caía como cascada sobre su espalda.
— Creo que Dublín es demasiado hermoso para pasárselo encerrada en esta habitación todo el tiempo — me sonrió —¿No lo crees?
Dublín. Así que estábamos en Irlanda.
— No me apetece mucho salir — hablé, con mi voz sonando demasiado grave para mi gusto. Me había pasado los últimos cuatro días sin pronunciar palabra.
Pude ver como los ojos de Madison adquirieron un pequeño brillo, le había complacido oírme hablar luego de estos días.
Sabía que ella al igual que sus esposos estaban aquí, sin embargo, la mansión donde estábamos hospedándonos era demasiado grande para todos. Y yo no había salido de mi habitación en días, por lo que los únicos que subían a verme eran los gemelos, mis hermanas y Ekaterina.
Incluso mis sobrinos intentaron subirme el ánimo, sin embargo, terminaron aburridos de mi mala actitud.
— Creo que, aislándote, sólo te haces daño a ti, no a él.
Sus palabras me hicieron observarla de golpe, simplemente me sonrió.
— ¿Quiere que le haga daño a Sergey? — cuestioné, confundida, Madison simplemente rio.
— Bueno, se lo merece, ¿no lo crees? — me sonrió — Es mi sobrino, Cos, lo adoro con todo mi corazón, al igual que adoro a mi hermano, pero se equivocó, debe pagar por sus errores.
» Creo que es un mal que tenemos todos los que estamos rodeados por este mundo en el que nos movemos. Debemos aprender a valorar un poco más las cosas, específicamente, aquellas que no podemos recuperar con dinero o poder.

YOU ARE READING
Big Blind
Teen FictionLibro 3.5 | Spin-off de la Trilogía Amores Letales Cosima Barone ha sido la princesa consentida de la mafia toda su vida, más aún desde que una de sus hermanas mayores tomó el liderato de la Camorra, seguida de su increíble participación en la mafia...