Big Blind

Capítulo 14

Capítulo 14 | "Ledi"

Cosima Barone / La dama de rojo

Mi respiración se acelera levemente, al igual que cada vez que es ella quien toma el control, pero lo hago, cedo voluntariamente algo que me aterra mucho, puedo incluso sentir como ella comienza a apropiarse de mi mente y mis acciones, como si colonizara cada parte de mí y me dejara en segundo plano, simplemente como una espectadora de mi propio cuerpo y vida.

No sé si es producto de las alucinaciones, pero así se siente, y ella lo toma, toma el control.

Observo al hombre frente a mí, que me evalúa con los ojos azules tan brillantes como el mar tormentoso.

— Sergey — sonrío, emocionada.

Me observa de manera analítica, sin un rastro de expresión en su rostro mientras me evalúa, no sé cuántos segundos son, pero se me hacen eternos, al menos, hasta que esboza el amago de una sonrisa.

— Supongo que ya no eres mi mariposa, ¿o sí?

Niego ligeramente, con una sonrisa burlona.

— Puedes llamarme así si quieres, pero no soy esa Cosima — me encojo de hombros.

— Sin embargo, sigues identificándote como ella — admite.

— Ambas somos Cosima — volteo los ojos — Yo soy Cosima, ella lo es, simplemente somos... partes distintas de un mismo ser. Así que sí, puedes decirme Cosima.

— Pero no mariposa — sonríe, alterando todo a mi alrededor cuando se acerca — Porque no eres mí mariposa.

Su mariposa.

— No, no lo soy — sonrío — Eso es sólo de ella.

Mi pulso se altera cuando su mano aprieta mi mentón, obligándome a mirarlo. Puedo observar la incertidumbre al igual que la intriga reflejada en ellos.

No me observa como la observa a ella, porque a ella la observa con adoración, con perversión, porque ella es quien siempre ha llamado la atención mientras yo me he mantenido en las sombras. Simplemente encargándome de lo que la parte blanda de Cosima no es capaz de lidiar.

Ella carga con toda la parte bonita, con ser la nueva princesa de la mafia, con tener el aprecio de todos los Blackwolf, la tía divertida de sus sobrinos y la que se folla a este impresionante mafioso.

Yo cargo con el dolor, con la sangre que debemos derramar con nuestras propias manos, yo cargo con las pesadillas, con los recuerdos que son demasiado dolorosos, con los traumas. Yo soy la desquiciada, sólo para que ella pueda seguir cuerda.

— Es absolutamente impresionante como incluso parece haber alguna diferencia en su rostro — sonríe Sergey — Tus facciones son un poco más diabólicas, un poco más perversas.

— ¿Y eso te gusta?

— Me gusta, moya ledi.

Mi pulso se acelera con sus palabras, con una sonrisa perversa bailando en mi rostro con el apodo que ha designado para mí en ruso, y lo que podría significar. «Moya ledi» «Mi dama»

Él no sabe lo peligroso que es que atraiga mi atención. Puede manejarse con ella, pero ¿conmigo?

Su mariposa podrá quererlo, podrá sentir algo por él, algo muy parecido a los sentimientos mundanos, ¿pero yo? Yo no siento nada más que una terrible obsesión que crece cada vez más, que se expande como una toxina que sólo me pide más, que siente y se nutre de todo lo que ella siente por él.