Big Blind

Capítulo 16

Capítulo 16 | "Si te juntas con lobos..."

Cosima Barone

Me río sin poder evitarlo, Sergey camina conmigo en sus brazos, guiándome por la mansión de sus padres.

— ¿A dónde vamos? — susurro, riendo.

— A mi habitación.

Termina de subir las escaleras del ala oeste, completamente alejada del ala donde sé está la habitación de sus padres, abriendo una de las puertas del lado derecho, ingresando a la que antes era su habitación.

Me deja sobre el suelo, mis ojos vagan curiosos por las paredes del nuevo lugar, están pintadas de un color azul muy oscuro, con algunas fotografías colgadas en las paredes. Me acerco lo suficiente para observarlas. Son algo viejas, de hace algunos años.

Aparece él junto a los gemelos, junto a Nikolai, junto a Ekaterina. Tiene algunas de sus sobrinos por todo lado, inclusive un cuadro de fotos rosa, con flores alrededor, donde se encuentra una fotografía de Anzhelika y Marina, donde en el borde del cuadro se lee una pequeña frase, "Te queremos, tío Sergey"

Sergey pudo haberse vuelto este ser frío que odia a todo ser viviente que pise la tierra, sin embargo, siempre adorará a su familia.

No puede disimularlo, he notado los pequeños detalles. En cómo sus ojos azules parecen brillar con diversión ante cada broma con Nikolai, en las risas bajas que salen de su boca con cada ocurrencia o broma de los gemelos, en cómo sus ojos se llenan de ternura e incluso adoración cuando alguno de sus sobrinos se dirige a él, en el amor que se vislumbra en sus ojos cuando habla con Ekaterina, en cómo su cuerpo se relaja cuando está cerca de sus padres e incluso como presta especial atención cuando Cameron le habla de algunas de sus historias.

Adora a su familia, aunque ahora no sepa bien cómo expresarlo.

— Deja de curiosear mis cosas — gruñe, tirando de mi cuerpo hacia el suyo.

— Quiero conocerte — me quejo — Tu habitación en casa de tus padres es mi mejor oportunidad.

— ¿Qué hay de malo con mi habitación en la mansión?

— No tiene nada de ti — me quejo.

Sonríe levemente, aunque termina convirtiéndose en una leve carcajada cuando sus brazos se enrollan en la parte trasera de mis muslos, elevándome, mis manos se aferran a sus hombros mientras siento cómo sus labios colisionan con los míos.

Es un beso demoledor, un beso cargado de toda la furia que ha tenido estos días luego del accidente en el salón de baile. Nos llevó varios días que mi hermana decidiera volver a España seguida de los gemelos, sin embargo, la sensación de casi morir todavía no desaparece.

Me están cazando.

Chillo cuando siento como Sergey muerde mi labio inferior con fuerza, antes de lamer la herida con su lengua, mitigando el dolor punzante.

— Deja de pensar — gruñe.

Me coloca sobre el escritorio al fondo de la habitación, haciéndome reír cuando aparta todas sus cosas, dejándolas caer en el suelo sin importarle ni un poco mientras vuelve a besarme.

No tiene contemplaciones, sus manos me aprietan con rudeza las caderas, asegurándose de dejar impresos sus dedos en mi piel, su boca me devora, dominarme no le toma mucho esfuerzo cuando yo cedo el control sin problema. Lleva sus manos a uno de los cajones de su escritorio, rebuscando entre las cosas antes de volver a mí, guiando sus manos hacia mi espalda mientras toma las mías.