Big Blind

Extra 1 | Parte II

Extra 1| Parte II | "Las nuevas Jerarcas de Italia"

**Primer embarazo, cinco meses de gestación**

Sergey Morosov

Ya no aguanto más.

Juro que, entre una de mis alternativas, estoy pensando la idea de mudarme de país.

Del continente.

Del planeta si es necesario, mi dinero puede permitírmelo.

— ¡Sergey!

Bufo frustrado, escuchando los chillidos de Cosima mientras termino de preparar las tortitas que me ha pedido cocinarle, a las dos de la mañana.

Termino de prepararlo todo, colocando estratégicamente las tortitas sobre el plato luego de vaciarles jarabe de fresa y chocolate, además de crema batida, como sé que a ella le gusta.

La encuentro en nuestra habitación, hecha un ovillo enredada entre todas esa mantas, apenas vislumbrándose su cara.

— ¿Qué tienes? — susurro, de manera suave y calmada. Lo último que quiero es que se altere — ¿Qué pasa, mariposa?

— Tengo frío — se queja — ¿Puedes abrazarme, por favor?

Sonrío sin poder evitarlo. Dejo las tortitas sobre una de las mesas de noche al lado de la cama, antes de acomodarme a su lado, bajo las mantas.

No tarda en aproximarse a mi cuerpo, buscando mis brazos, hasta que acomoda su cabeza en mi pecho y suspira en satisfacción.

Mis manos, como acostumbran, se mueven rápidamente hacia su vientre abultado, apenas tiene cinco meses de embarazo, pero, al ser un embarazo gemelar, su vientre ha crecido más de lo que sería común en un embarazo normal.

Sonrío involuntariamente cuando siento a su vientre moverse. Son ellos, mis hijos. O hijas.

No lo sé todavía, ambos decidimos esperarnos al día del parto. Queremos que sea una sorpresa para todos, inclusive para nosotros.

En las consultas ginecológicas, los doctores se aseguran de mantenernos el secreto. Simplemente llevándonos un control sobre lo sanos que se encuentran los bebés, que de momento no hay ninguna complicación e incluso, escuchando sus corazones, con fuertes latidos.

— Te he traído tus tortitas — hablo, sintiéndola sonreír contra su pecho.

— Creí que no te gustaba eso de comer en nuestra habitación — se burla — Dijiste que la cama se llenaría de migajas y eventualmente las hormigas nos comerán.

— Bueno, dejaría que las hormigas me comieran si eso me deja cumplirte tus antojos — la beso, estirando mi brazo para tomar las tortitas que le entrego y la hacen sonreír.

Se incorpora un poco en la cama, dejando que pueda ver la parte superior de su cuerpo, oculta en una de mis camisetas.

Últimamente sólo utiliza mi ropa, debido a que la suya ha dejado de quedarle. Le he comprado toda la ropa de maternidad que ha querido, pero ella sigue prefiriendo mis camisetas.

No es que me moleste tampoco.

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**Primer embarazo, ocho meses de gestación**

— ¿Cómo haces para lidiar con esto? — se queja Elian, riendo cuando Cosima le planta un golpe juguetón en el hombro — ¡Auch! Era una broma, principessa.