Le guío por las calles de Barcelona y cuando llegamos a mi casa para el coche delante y me ayuda a bajar todo.
Entro y veo a Federico, le saludo y alucina cuando ve a la persona que viene conmigo. - Buenos días. -
Subimos en el ascensor y al entrar en casa me fijo en si está Diego, pero no lo veo, así que no está.
- Puedes dejarlo ahí. - Le señalo la mesa del comedor y deja la bolsa con las cámaras, micrófonos y ordenador sobre ella.
Gavi se fija en la casa. - Es bonita. -
- Si, la verdad que flipamos cuando la vimos. No creíamos que fuera a estar tan bien. -
- Oye Celia. - me llama y se acerca a mí. - No sé tú, pero no me arrepiento de nada de lo que hicimos ayer. -
Se refiere al beso. - Yo tampoco. -
- Quiero volver a hacerlo. -
- ¿Vas a pedirme permiso cada vez que quieras besarme, Gavira? -
Termino de hablar y me pega a su pecho besando mi cuello. - Vas a volverme loco. - giro el cuello para reencontrarme con sus labios y vuelvo a sentir lo mismo que en la noche anterior.
Puede que Gavi vaya a acabar con las pocas ideas claras que había en mi mente después de lo que pasó con mi ex.
- ¿Vas a decirme el nombre de ese cerdo? -
- Te lo dije ayer. Se llama Jorge. -
- Necesito apellidos. -
Niego. - No Gavi, no quiero que jodas tu vida por mis problemas. Eres un personaje público y pueden buscarte las cosquillas y no quiero eso. -
Da un pico en mis labios. - Solo le daría un susto. -
- Es más alto que tú. - digo.
Jorge era bastante fuerte. A ver...Gavi está fuerte para tener 19 años, pero mi ex tiene algunos años más y estaba de gimnasio, básicamente porque lo único que hacía en sus ratos libres era tatuarse y press banca.
- Una patada en los huevos le duelen a los de 1'50 y a los de dos metros, pequeña. -
Pequeña.
Ahí sí que va a conseguir volverme loca.
Vuelve a juntar nuestros labios y cuando más estaba disfrutando del momento un carraspeo hace que nos separemos.
- Hostia. - Diego está con una sonrisa de oreja a oreja y solo le falta aplaudir.
- Mierda. - dice Gavi en un susurro contra mi.
Nos separamos y miramos a mi amigo. - Por lo que veo lo de las 24 horas bien. -
- Si, muy bien. - Gavi se acerca a estrecharle la mano. - Gracias, por cierto. -
Claro, la idea de pasar un día entero con él, fue de mi querido Diego.
- Yo me tengo que ir a entrenar. -
- Espera que os dejo que os despidáis. - Diego coge su mochila y se va por el pasillo a las habitaciones mientras que yo acompaño a Gavi a la puerta.
- Espero que la estancia en mi casa haya sido amena. -
Asiento. - Ha estado mejor de lo que pensaba. -
Coge mi cara con sus manos. - Cualquier cosa me llamas, que sé que tienes mi número. - da un pequeño beso en mis labios. - Nos vemos, pequeña. -
- Adiós, Gavi. -
Me guiña un ojo y se va.
Cierro la puerta y oigo a Diego hablar con alguien.
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Atracción (Pablo Gavi)
RomanceSon tan distintos que ninguno de los dos sabe cómo pueden llegar a atraerse tanto. Celia y Gavi.