Narra Pedri.
Pasaban los días. Habíamos vuelto de la convocatoria con la selección con los dos partidos ganados. Me había hecho bien lo de ir a Canarias aunque hubieran sido solo dos días. Ver a la familia siempre es bien.
De lógica no había dicho nada del embarazo que me estaba llevando por la calle de la amargura y que me iba a convertir en padre en cuatro meses.
Tampoco podía alargarlo mucho más.
Si Fer se entera de que no le dije nada, podría matarme.
Mi madre se había percatado de que algo me pasaba, pero había sabido salir del paso.
Esta semana jugábamos contra el Celta de Vigo en Galicia. Y tenía la cabeza en todos lados menos en el fútbol.
Acababa de despertarme y al girarme estaba María. Dormía profundamente y yo no podía hacerlo. Por mi cabeza solo pasaba Lara.
Lara y nada más.
Luis de la Fuente había notado que no estaba centrado y solamente había sido titular frente a Suiza. Y todo porque jugábamos en Tenerife.
Incluso había hasta fallado un penalti...
No podía dejar de pensar en ella.
No había hablado con ella, sabía que estaba mejor por Gavi, que Celia había hablado con ella.
Pedri: tío, estás despierto?
Gavi: Si, ¿pasa algo?
Pedri: café en el rellano.
Salgo con cuidado y cierro la puerta. María es ajena a lo que me está pasando.
Salgo de la casa y ya veo a Gavi con dos tazas de café en la mano. Nos sentamos en las escaleras que dan acceso a la azotea. - ¿Lara? - me pregunta después de darle un sorbo al café.
Asiento. - Es la primera vez que no encuentro contestación a mis preguntas. -
- Yo te puedo decir lo que opino. -
- Me ayudarías. -
- Además, Celia piensa lo mismo. -
- ¿Habláis de mi? - digo riendo mientras me apoyo cruzando mis brazos sobre mis rodillas.
- Claro tío, nos preocupa todo esto. Quiero que estés bien. Ya sabes que te quiero como un hermano. - sonrío y sigue hablando. - Sigues enamorado de Lara como el primer día, incluso más. Dices que la odias porque es lo más fácil y lo más sensato, y básicamente porque sería lo lógico, pero la quieres tanto como quiero yo a Celia. Esa niña va a venir a juntar los pedazos de dos corazones. - escucho atento sus palabras.
- No le puedo hacer eso a María. La quiero tío. -
- Hay un pero Pedri. Te conozco. -
- Pero es que es Lara. - me derrumbo. Ya no puedo más. Las lágrimas que llevaba dos semanas conteniendo, salen. - Duermo cada noche y la imagen que se me pasa por la cabeza es Lara con un bebé. Estoy traicionando a mi novia. -
Gavi me da un golpecito en la nuca. - Tío, María lo va a entender. Ella en el fondo sabe que eres de Lara. -
- Es que...es que el momento en que la vi tan desamparada en la clínica, supe que tenía que estar con ella y para ella. Que me iba a necesitar tanto o más como la necesito yo. Que no quiero que mi niña nazca con nosotros dos separados. No puedo decir que la odio cuando es mentira. -
- ¿Y qué vas a hacer? -
- No lo sé. Tampoco puedo perdonarla y dejar pasar esto como si no hubiera pasado nada. -
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Atracción (Pablo Gavi)
RomanceSon tan distintos que ninguno de los dos sabe cómo pueden llegar a atraerse tanto. Celia y Gavi.