Sesenta y ocho.

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Narra Celia.

Maletas metidas en el maletero y mi padre preparado para unas cuantas horas en coche.

Había llamado a mis padres y les había contado que lo habíamos dejado Pablo y yo, así que mi padre se había ofrecido en venir a buscarme para pasar unos días con ellos.

Veo venir a Pedri. Iba a encargarse de llevar mi coche a casa de Diego. - ¿Ya te vas? -

- Si, nos veremos el sábado. - me mira con una ceja alzada. No sabe de qué hablo. - Voy al clásico. Mis hermanos y mi padre van, así que allí estaré. -

- Te veré entonces. Descansa y disfruta de la familia. - me da un beso en la mejilla y después de darle la llave del coche , de desearle suerte para el partido contra el Bayern que tienen hoy, y de despedirse de mi padre, se monta en el coche y se va.

Salimos de Barcelona a las once de la mañana y llegamos a casa de mis padres, haciendo sus paradas habituales, a las siete y media de la tarde.

Al llegar a casa mi madre baja rápidamente y me abraza pegándome a su pecho. - ¿Cómo estás mi vida? -

- Bien mamá. Mejor. -

- ¿Y él? -

- Buf, no sé. Igual lo veo el sábado. -

- ¿Y tú quieres verlo? - me pregunta ella y yo asiento un poco rezagada.

Oigo jaleo en el salón y al entrar, veo a Bosco, Lucía, Marta y mi mellizo Gonzalo. - Estamos esperando por Blanca. - dice mi madre dejando refrescos delante nuestra, después de todos los saludos.

- ¿Viene Blanca? -

- Si. Se ha enterado de que venías tú y vienen a pasar unos días. -

Me alegra tener a toda la familia aquí conmigo.

- ¿Así que vienes al partido el sábado? - me pregunta Bosco sentándose a mi lado.

- Si. -

- ¿Quieres que el sábado le reviente la cara a tu ex? -

Le miro de reojo. - No Bosqui... -

- Estás pillada hasta las trancas. - asiento. - Yo creo que vais a volver. -

- No sé nada. Mientras esa tía esté rondando su vida... -

- Vales muchísimo más que ella. - me da un beso en la mejilla y ya oímos la puerta de casa cerrarse y un llanto de bebé.

Nos levantamos y vamos hasta el recibidor, donde mi madre tiene a Luca en brazos. Luego lo coge mi padre y le hace carantoñas. - Déjenme a mi ahijado. - lo cojo y está aún más guapo que la última vez que lo había visto.

Para mi sorpresa lo habían vestido con una de las camisetas que le había regalado Pablo.

- ¿Blanca no lo sabe? - le pregunto a Gonzalo y me lo niega.

- Blanca... - me acerco a mi hermana que está colocando las cosas de Luca en el armario. - Pablo y yo hemos dejado la relación. -

Mi hermana que está un poco sensible aún con las hormonas post parto, se pone a llorar.

- Ay Celia. - nos abrazamos después de dejar a Luca en su cuna.

Le cuento un poco. - Vais a volver. -

- Todo el mundo me lo dice. -

- Porque estáis hecho el uno para otro. ¿Te acuerdas de Santi? - pienso y si. Santi era el primer novio de mi hermana. - Cuando lo dejamos y empecé a salir con Ciro, no hacía más que tener dudas, y...puede que me hiciera un Gavi. -

Atracción (Pablo Gavi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora